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Según el
calendario Juliano, entonces vigente en Rusia, tuvo lugar el 25 de
octubre de 1917, pero de acuerdo al calendario gregoriano, actualmente en
uso, se llevó a cabo el 7 de noviembre
de 1917.
Fueron diez
días que conmovieron al mundo. Las olas
levantadas por esa revolución llegaron a
Chile. El historiador Hernán Ramírez Necochea escribió:
“La
Revolución y los dramáticos sucesos que siguieron a la conquista del poder por
el proletariado ruso despertaron la atención de la clase obrera, la conmovieron
profundamente; en la prensa popular y en las reuniones políticas y sindicales,
se expresaba fervorosa admiración por el pueblo soviético y se daban muestras
de incontenible entusiasmo por el advenimiento del primer Estado que dirigía la
clase trabajadora”.
Por su
parte, el dirigente sindical Juan Vargas Puebla, afirmó:
“El
nacimiento del primer estado dirigido por el proletariado, fue saludado por las
organizaciones clasistas chilenas y no pocos políticos e intelectuales. Los
estudiantes universitarios lo saludaron en diversos artículos publicados en su
periódico Claridad.
Juan Pradenas Muñoz y Recabarren publicaron
artículos plenos de entusiasmo y adhesión. La clase obrera comprendió que se
abría un nuevo período de intensas luchas y que por tanto había que adecuar sus
organizaciones sindicales a la nueva situación histórica”.
RECABARREN
ESCRIBE DESDE BUENOS AIRES
Al
producirse la Revolución de Octubre, Recabarren se encontraba en Buenos Aires.
Apenas conoció los acontecimientos que
sacudían Rusia, escribió el 23 de diciembre de 1917:
“Doy sin
vacilar mi voto de adhesión a los maximalistas rusos, que inician el camino de
la paz y de la abolición del régimen burgués, capitalista y bárbaro. Quien no
apoye a esta causa sostendrá el régimen capitalista con todos sus horrores”.
En otros
artículos publicados en la prensa argentina y reproducidos por el periódico “Adelante”, de Talcahuano,
en febrero de 1918, Recabarren señaló:
“ Para cimentar su verdadera y auténtica
revolución, el pueblo ruso no ha necesitado hacer funcionar ninguna clase de
patíbulos. Brazo firme y enérgico, sí; cerebro sereno y voluntad para impedir
que los burgueses y sus instrumentos vuelvan a restablecer la explotación y la
opresión del pueblo”.
“El sueño,
la utopía de esos locos llamados socialistas pasa a ser hoy no sólo una
realidad, sino la fuente de todo progreso y felicidad humana. Esto era lo más
temido por la clase capitalista de Rusia y de todos las países”.
“¡Rusia
maximalista es la antorcha del mundo!
Salud a esa Rusia.
Rusia
revolucionaria, librando al mundo de la guerra, es el más poderoso baluarte de
la democracia; de la democracia del pueblo honrado y trabajador”.
ACTIVIDADES
SOLIDARIAS EN CHILE
Recabarren
regresó a Chile en abril de 1918.
Salvador Ocampo evoca la actividad solidaria
desarrollada por el maestro en Antofagasta:
“Yo recuerdo
perfectamente que Recabarren salió a la calle con nosotros en 1918 a celebrar
los triunfos de los bolcheviques y a proclamar que ese era el camino que tenía
que seguir el proletariado...
“Hicimos
mitines en diferentes lugares de la ciudad. Uno de esos lugares estaba cerca de
mi casa. Era la plazuela Vicuña Mackenna, en la avenida Argentina con la calle
Bolívar. Y en ese triángulo, digamos –14 de febrero era la otra calle-, Recabarren salía con los compañeros. Yo participaba
también en esos actos a proclamar la necesidad de apoyar la Revolución
bolchevique...
“Nosotros,
los jóvenes, creamos una tribuna
portátil y a veces salíamos con Recabarren a la calle. Yo andaba con la tribuna
al hombro: era chiquillo, muchacho todavía. Y entonces, en cualquier lugar
donde nos permitían las autoridades, plantábamos la tribuna y Recabarren
empezaba a hablar”.
En la
Convención, realizada en Concepción en diciembre de 1919, de la cual surgió la Federación Obrera de
Chile, la combativa FOCH, se aprobó una
declaración propuesta por Recabarren, en
que los trabajadores chilenos manifestaban “sus más ardientes votos por la
emancipación integral del proletariado internacional y que, conforme a los
derechos que tienen los pueblos a elegir sus gobiernos, cese la guerra que los
estados capitalistas mantienen contra el proletariado ruso”.
El 16 de
septiembre de 1920, Recabarren escribió
en “El Socialista”, de Antofagasta:
“He
explicado en conferencias lo que es la Revolución Rusa y el maximalismo, desde
Lautaro hasta Pisagua, explicando la obra bellamente creadora de la más alta
civilización que se verifica en Rusia con el concurso de toda una nación con la
excepción de unos pocos cientos de reaccionarios...
“Y he dicho
que la Revolución Rusa ha probado que el socialismo no era una bella utopía ni
estaba a siglos de distancia su realización”.
VISITANDO RUSIA SOVIÉTICA
Cinco años
después del triunfo de la Revolución en Rusia, Recabarren viajó a ese país.
El 9 de octubre de 1922, inició su viaje a Europa. Iba a
participar en calidad de delegado de la Federación Obrera de Chile,
FOCH, en el Segundo Congreso de la
Internacional Sindical Roja, y a representar al Partido Comunista de Chile en
el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Ambos eventos a efectuarse en
Moscú.
Recabarren,
en nota escrita en alta mar, de fecha 26
de octubre, explica: “Voy viajando en el vapor Baden, de firma y construcción alemana, que hace la
línea Hamburgo – Buenos Aires. Por cierto que dado al alto precio de los
pasajes voy en tercera clase y muy contento de conocer esta situación, me
volveré en las mismas condiciones”. Añade: “Campesinos, obreros y obreras y
pequeños comerciantes son los que viajan en tercera clase”.
El viaje por
mar duró 26 días. Recabarren escribió
dos cartas desde Berlín, el 8 y el 9 de noviembre, narrando sus actividades en
la capital alemana.
En la segunda, relata: “Ayer me he encontrado
con una cantidad de delegados franceses que van a Rusia. Iremos juntos a Moscú
y partiremos el domingo 12 temprano desde un puerto alemán hasta Petrogrado y
desde allí a Moscú en ferrocarril”.
Recabarren
fue uno de los 408 delegados, que
representaron a 58 organizaciones comunistas de distintos países al Cuarto
Congreso de la Internacional Comunista. Este se prolongó hasta el 5 de
diciembre de 1922.
En el
Segundo Congreso de la Internacional Sindical Roja, Recabarren estuvo en la
Presidencia de este evento, junto a grandes personalidades como Clara Zetkin, Edgard
Wood, Francisco Pintos...
DE REGRESO
EN LA PATRIA
Entre
diciembre de 1922 y enero de 1923, se llevó a cabo en Chile una campaña con el fin de reunir fondos para costear el
pasaje de regreso de Recabarren desde Europa.
Llegó a
Santiago, el 19 de febrero de 1923. Existía gran expectación por el
mensaje que traía.
La prensa reaccionaria había especulado que
venía desilusionado.
Miles de
personas desfilaban por las calles, cantando himnos
revolucionarios y enarbolando banderas rojas. Coreaban su nombre.
La muchedumbre desbordaba la Plaza de Armas.
Cuando se calmó la tempestad de gritos y
cantos, Recabarren se dirigió a la multitud:
“... En
Rusia no existe la burguesía gobernante, en Rusia no existe el capitalismo
explotador; en Rusia las fábricas, los campos, la producción está en poder de los trabajadores...”
Aplausos
y exclamaciones de aprobación rubricaron
sus palabras. La gente lo llevó en hombros hasta su casa.
Ese mismo
mes comenzó a entregar las experiencias recogidas en su viaje a Rusia. La
primera conferencia la dictó en el teatro Esmeralda de la capital.
“LA RUSIA
OBRERA Y CAMPESINA”
En marzo de
1923 se publicó en Santiago “La Rusia Obrera y Campesina. Algo de lo visto en
su viaje por Luis Emilio Recabarren”. Un folleto de 94 páginas.
Explicaba su
autor: “Sobre lo que vi y constaté durante los 43 días que estuve en Moscú, he
escrito algunos artículos, cinco de los cuales se publicaron en ‘La Nación’ de
Santiago. Esos artículos y las conferencias que he dado, después de mi llegada,
de regreso de Rusia, coleccionadas y con agregados que completan las
informaciones, son el material que hoy ofrezco en este modesto folletito, con
la intención de llevar a los lectores una información real de lo que hasta la
fecha lleva construido el proletariado que en Rusia tiene hoy en su poder la
suma del poder político y económico; después de haber destruido todo el mecanismo de la sociedad capitalista
explotadora”.
“Se me podrá
observar –agrega- que 43 días no son suficientes para reconocer e informarse de
todo lo necesario en un país que ha cambiado tan fundamentalmente su régimen
social, político y económico. Pero yo responderé a eso que yo no fui a Rusia a
buscar detalles, que para este objetivo no los necesito, fui solamente a
constatar lo más fundamental, con lo cual se construirá el porvenir. Fui a ver
si la clase trabajadora tenía en sus manos efectivamente el poder
político, con el cual garantice la
conservación en sus manos del poder económico.
Fui a ver si
la clase trabajadora tenía en sus manos la dirección del poder económico, con
el cual irá construyendo su bienestar...
No fui en
busca de menudencias y detalles. Para recoger lo fundamental me alcanzó el
tiempo.
Y pude ver
con alegría, que los trabajadores de Rusia, tenían efectivamente en sus manos
toda la fuerza del poder político y económico.”
EL PRIMER
HISTORIADOR CHILENO...
En una
“Historia de Chile”, publicada en 1967 por el Instituto de Historia de la
Academia de Ciencia de la URSS, se dice:
“Luis Emilio Recabarren puede ser considerado el primer historiador chileno de
la Revolución Socialista de Octubre”.
Y es verdad.
Pero también se preocupó de las lecciones que podían sacar de esos hechos los
trabajadores chilenos.
Escribió:
“El proletariado de Chile, recogerá de la lectura de este folleto, muchas
enseñanzas para sus actividades futuras, que le permitan avanzar con éxito
hacia el derrumbe del estado capitalista, que es la causa del estado de tiranía
y de explotación que nos vemos obligados a soportar”.
Agregando: “Creo no engañarme si aseguro que al
proletariado de Chile sólo le falta disciplinar un poco su organización
política y económica para encontrarse en capacidad de realizar la Revolución
Social que expropiará todo el sistema de explotación capitalista y que termine
definitivamente con el caos capitalista incapaz de producir el bienestar social
que reclama la población de Chile”
“VUELVO MÁS
CONVENCIDO QUE ANTES...”
Escribió el
maestro: “Es de esperar que después de
la lectura reposada de este corto folleto, cada proletario sepa tomar el sitio
que le corresponde para encaminar sus actividades hacia la realización del
programa de combate del comunismo que destruya este sistema capitalista que ya
ha probado de sobra su total incapacidad para dar al país ningún bienestar”.
“He vuelto de Rusia más convencido que antes
de que urge apresurar la Revolución Social que ponga en manos del pueblo todos
los poderes para la construcción de la sociedad comunista.
“Continuar
con la inactividad o la espera de ilusorias promesas que se renuevan sin
cesar,... es prologar el estado de explotación capitalista, que permite a unos
pocos hacerse millonarios en poco tiempo, mientras la mayoría de la población
permanece en la más vil miseria”.
Termina su
escrito señalando: “Dar al pueblo los
medios para terminar con su malestar es, entre otros, el objetivo de este
folleto”.
Esta
obra es
un contundente desmentido a la falsa afirmación de que Recabarren se
habría suicidado porque regresó desilusionado de su viaje a Rusia.
UNA
EXPERIENCIA PERSONAL
En 1959
viajé a la Unión Soviética formando parte de una delegación de jóvenes, que habíamos participado en el
VII Festival de la Juventud y de los Estudiantes, efectuado en Viena.
Tuvimos un apretado programa. Muchas visitas.
Una de ellas fue a una fábrica textil de Moscú. En esa oportunidad me
correspondió hablar en nombre de la delegación. Después, en su discurso, la
Presidenta del Sindicato se refirió a los comienzos de la URSS. Habló de la solidaridad internacional recibida en esos primeros años. Recordó la ayuda
recibida de un lejano país llamado Chile. La información me sorprendió porque
no tenía idea de ello.
Aún pensaba
en esto, cuando se acercó a saludarme la
presidenta del sindicato, acompañada de un intérprete. Agradeció mis palabras y
me invitó a bailar. Le respondí que lo sentía pero que no bailaba. Entonces el
intérprete dijo que ella había dicho que si yo
bailaba tan bien como hablaba... Y sin más explicaciones, la maciza y
ágil camarada me sacó a la pista y me hizo dar vueltas y vueltas en un vals que
me pareció eterno.
De regreso a
Chile, lo que me siguió dando vueltas en mi cabeza no fueron las columnas y
lámparas del salón sindical como me ocurrió en esa noche moscovita, sino lo que
la Presidenta del Sindicato había dicho en su discurso.
Investigué.
Y encontré los antecedentes. En 1923, el Partido Comunista de Chile organizó
una gran campaña de solidaridad con el pueblo soviético. Constituyó Comités de
solidaridad en diferentes puntos del país, que reunieron varias decenas de
pesos. Esos dineros fueron enviados al Comité Central Obrero de Ayuda al
Proletariado Ruso con sede en Berlín.
Es
indudable, que fue determinante en esa acción solidaria de los comunistas
chilenos la labor de difusión y de
convencimiento realizada incansablemente por Luis Emilio Recabarren en torno
a la Revolución de Octubre, ese histórico acontecimiento, que conmovió
al mundo hace 92 años.
LA CÁMARA DE DIPUTADOS RINDE HOMENAJE A LENIN
Vladimir
Lenin, el gran artífice teórico y práctico
de la Revolución bolchevique de 1917, falleció el 21 de enero de 1924.
El diputado
Luis Emilio Recabarren, quien sentía
gran admiración por Lenin, propuso en la sesión del 5 de febrero de
1924, que la Cámara enviará un mensaje de condolencia al gobierno soviético. Su
primer intento resultó fallido. La mayoría derechista se abocó a un homenaje al
ex presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson.
Al día
siguiente Recabarren volvió a la carga. Preguntó a sus honorables colegas si el
rechazo a su proposición se debía a que en Rusia gobernaban los comunistas, los trabajadores, sin
considerar que Lenin era una de las principales figuras de la historia
contemporánea.
Recordó que hasta la prensa burguesa le
reconocía sus grandes méritos.
Citó el
periódico ‘La Nación’, del 23 de enero que decía: “El cable ha comunicado que Nicolai Lenin murió a las 6,30 horas del martes 21 en su residencia
particular ubicada en Moscú. Acaso no hay en el momento una figura más
interesante en el panorama mundial, que la de este hombre extraordinario. La figura
de Lenin es, con todo, de un relieve único”.
Recabarren
entregó antecedentes de la obra de Lenin y sus camaradas en Rusia. Luego
prosiguió, en medio de interrupciones,
réplicas y contrarréplicas:
“La
personalidad de Lenin se levanta a mucha más altura que la del ex Presidente de
Estados Unidos.
El ex
presidente Wilson dirigió a su gran nación para embarcarla en la pasada guerra,
para aumentar el fuego, para destruir la humanidad, para arrastrarla a la
horrible matanza de la juventud del mundo en que estaba empeñada la clase
capitalista.
Mientras
esto hacía Wilson, Lenin, este hombre oscuro y calumniado, esta figura salida
de la nada, este hombre que no tembló siquiera ante la inminencia del patíbulo,
trató de retirar a Rusia de la guerra, y luchó hasta que lo consiguió.
Todo el
mundo sabe –prosiguió Recabarren- que
Lenin antes de que el pueblo ruso declarara la revolución perseguía ya la
terminación de la guerra.
¿Qué acción
más grande, qué acción más noble puede existir en la historia?
¡Ese es Lenin,
que quiso la terminación de la guerra!”
“Termino
pidiendo –finalizó sus palabras Recabarren- que pongamos un poco más alto
nuestros corazones, no olvidando la frase latina que dice ‘sursum corda’, ¡en
alto los corazones!”
La votación
fue una sorpresa: 26 votos a favor, 5 en
contra y 7 abstenciones.
Fue así como la Cámara de Diputados de Chile,
aprobó el envío de un telegrama de pésame al gobierno soviético, que en los
hechos era un homenaje a Lenin.
Este
episodio es una nueva demostración de la gran admiración que tuvo Recabarren
por la Revolución Rusa de 1917 y de cómo
repercutieron en Chile esos diez días que conmovieron al mundo.
Iván Ljubetic Vargas
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