CHILE

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jueves, 31 de mayo de 2012


AÑO 2 – BOLETÍN Nº 5                                                                                                           
MAYO-JUNIO  2012
Utopía
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COMISIÓN DE EDUCACIÓN - REGIONAL SUR “VÍCTOR DÍAZ LÓPEZ” - PC


VÍCTOR JARA
Canto que ha sido valiente
Siempre será canción nueva

Víctor Jara nace el 28 de Septiembre de 1932 en la localidad de La Quiriquina, a 20 kilómetros de Chillán Viejo,  de padres campesinos: Manuel, inquilino. Amanda, cantora.  Su infancia transcurre en Lonquén, localidad cercana a la capital y su juventud en Santiago, en la Población Nogales.
A la muerte de su madre ingresa al Seminario Redentorista de San Bernardo. Permanece allí por poco más de un año.
No posee formación musical académica: Su madre le enseña a tocar guitarra. En el Seminario aprende Canto Gregoriano. En 1953, a los 21 años, integra el Coro de la Universidad de Chile; participa en el primer montaje de "Carmina Burana" e inicia su trabajo de recopilación e investigación folklórica en terreno.
1957: Integra al conjunto de Cantos y Danzas Folklóricas "Cuncumén", creado a raíz de unos cursos de temporada dictados por Margot Loyola. Tiene, también, sus primeros contactos con Violeta Parra, quien lo incita a seguir cantando. De esa época data su incorporación a as Juventudes Comunistas de Chile (JJCC). 
1959, con 27 años de edad, tiene su primera experiencia en Dirección Teatral: dirige "Parecido a la Felicidad" de Alejandro Siveking. Viaja con la obra por Argentina, Uruguay, Venezuela y Cuba.
En 1961 y en calidad de Director Artístico del conjunto, viaja con el "Cuncumén" por Holanda, Francia, Unión Soviética, Checoeslovaquia, Polonia, Rumania y Bulgaria. Compone "Paloma Quiero Contarte", canción que marca el inicio de su trabajo de creación musical y poética.
 Entre 1964 y 1967 ejerce como profesor de Actuación en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. En el 64, vuelve a montar "Animas de Día Claro" de Alejandro Sieveking con el Ituch y la lleva de gira por la Argentina, Uruguay y Paraguay.
1965: Compone la música y dirige la obra "La Remolienda" de Alejandro Sieveking, para el Ituch. Dirige el montaje de "La Maña" de Ann Jellicoe, para el Ictus. Recibe el premio "Laurel de Oro" como mejor Director del año por el montaje de las dos obras señaladas y el premio de "La Crítica" del Círculo de Periodistas a "La mejor Dirección del Año", otorgado por el montaje de "La Maña".
Entre 1966 y 1969 es Director Artístico del conjunto Quilapayún. Y entre 1966 y 1970, actúa como solista en "La Peña de los Parra".
 1970: Es invitado a la Conversación Internacional de Teatro, en Berlín. Participa en el Primer Congreso de Teatro Latinoamericano de Buenos Aires. Renuncia al Instituto de Teatro de la Universidad de Chile para realizar recitales por todo el país, en el ámbito de la campaña electoral de la Unidad Popular. Emi-Odeón edita un nuevo LP suyo: "Canto Libre".
En los años 1972 y 1973, compone la música de continuidad para Televisión Nacional de Chile.
Durante 1972: investiga y recopila testimonios en la población "Hermida de La Victoria" los que forman parte de su Lp "La Población" para el sello Dicap. Realiza una gira musical por la Unión Soviética y Cuba. Es invitado al Congreso de Música Latinoamericana organizado por "La Casa de las Américas", en La Habana. Dirige el homenaje a Pablo Neruda, en el Estadio Nacional, al regreso del poeta a Chile, luego de recibir el Premio Nobel.
Es invitado por los campesinos de Ranquil para crear una obra musical acerca del lugar. Se incorpora a los trabajos voluntarios con ocasión de la huelga de los camioneros que busca paralizar al país.
1973: participa en la campaña electoral parlamentaria, realizando conciertos en favor de los candidatos de la Unidad Popular.


11 de Septiembre de         1973:
Víctor Jara es llevado al Estadio Chile y torturado. Muere acribillado el 16 de Septiembre, pocos días antes de cumplir 41 años. Su cuerpo es encontrado en la morgue como NN. Está sepultado en el Cementerio General de Santiago.

POMPAS DE JABON


A propósito del reciente mensaje presidencial de Piñera, empecemos por recordar que la obligación constitucional consiste en que el jefe de gobierno debe rendir una cuenta anual al Congreso acerca de la marcha de la nación y no contempla de manera alguna la parafernalia del paseíto en coche, ni la presencia física del presidente de la república en los salones del Congreso, ni la sesión estereotipada, ni mucho menos las pantallas gigantes ni que decir de la presencia de supuestos partidarios del gobierno acarreados como borregos con la engañifa de un refresco y un dulce aunque ni sepan adonde los llevan.
Lo cierto es que desde que se instituyó en la Constitución de 1925, con leves modificaciones en la fraudulenta del 80 y los cambios del 2005, se mantiene hasta hoy el mandato legal que no va más allá de que se rinda cuenta administrativa y política el 21 de mayo de cada año al Congreso Pleno. Lo demás – excepción hecha de acarreados y otros detalles novedosos de este año - es sólo una costumbre inveterada, tradición, o lo que llamamos “derecho consuetudinario”.
Como sea, una de las imágenes que perdurará en el tiempo no corresponde precisamente a lo que sucedía en el interior del Parlamento, sino en la calle en donde una patota de pacos de tropas especiales pateaba y golpeaba en el suelo a una joven mujer de pantalones y gafas oscuras. Ese retrato del Chile de hoy, acierto del camarógrafo, ha dado la vuelta al mundo y da cuenta de las curiosas características represivas de esta “transición a la democracia”.
En cuanto al contenido del discurso del presidente, más allá que comparto la opinión de alguien que opinó que las maravillas que contaba el mensajero de mayo no estaban referidas a nuestro país sino a otro imaginario llamado “Piñerilandia”, es preciso hacer otros comentarios.
Desde luego que no se entiende que haya eludido referirse a la conducta del gobierno en el conflicto de Aysén que fue sin duda un asunto de fondo que tiene que ver con el funcionamiento de esta particular forma de gobernar. Ni que haya ignorado el tema de la indispensable descentralización del aparato del Estado con una mirada hacia las regiones. Tampoco se entiende su silencio ante la situación en Freirina y menos ante el conflicto entre Codelco y la empresa Anglo American, asunto crucial porque está en juego nuestra soberanía y la propiedad del cobre chileno y por tanto el pilar de la economía nacional.
Sobre los supuestos avances de la reconstrucción, sería recomendable que se de una vueltecita por ejemplo por Dichato antes de seguir hablando. Y en cuanto al cacareado puente sobre el canal de Chacao, a él y al señor Golborne - amanuense de Paulman - hay que refrescarles la memoria. Todos los estudios técnicos y sociales realizados al más alto nivel indican la inconveniencia de ese monstruoso gasto. Los informes conocidos demuestran que no es rentable ni representa la utilidad que se le atribuye. Lo ha confirmado ahora, entre otros, el ex ministro Eduardo Bitran
Párrafo aparte para el sugestivo olvido de las prometidas reformas políticas. Como denunció el compañero Guillermo Teillier, presidente del PC, no hubo ni una palabra sobre ninguna de ellas ni siquiera sobre reformas al sistema electoral. Está claro que se lo prohibieron los sectores más cavernícolas de la derecha pinochetista que gobierna. Con razón Teillier señaló que los anuncios y promesas de Piñera son sólo pompas de jabon

eduardo contreras