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martes, 22 de enero de 2013

UNASUR Y LA ARTICULACIÓN DEL SUJETO HISTÓRICO POR LOS CAMBIOS.



  El  pensamiento  integracionista, en  América  Latina, ha  estado  latente   desde  los   procesos  de independencia,  que  se inician,   1808  en  adelante. Base de este  pensamiento lo podemos encontrar en Simón Bolívar, José Martí  y  Carlos  Mariátegui. 
  Desde esa época se viene  desarrollando una relación dialéctica  entre  emancipación-  dominación, por  lo  cual  el proceso  de  integración  regional  ha  pasado  por distintos  periodos  a lo  largo  de la historia  en   América  latina.  El  pensamiento   integracionista ha estado  en una disputa  constante  con el pensamiento  panamericanista.
  En   este  contexto  emerge  Unasur, como  la expresión  de la unión  de los pueblos  suramericanos,  que   refleja  su  desarrollo  como  una  necesidad   histórica. Para  comprender  con mayor   profundidad  La Unión  de  Naciones  Sudamérica (Unasur)  debemos contemplar a  América  Latina en el nuevo  orden  mundial y   específicamente en el  reordenamiento   del sistema  interamericano iniciado  en el periodo  de  George   Busch  (1989- 1993) hasta  el periodo  de George  W.  Busch (2005-2009).
  El pensamiento Martiano y el integracionismo, tienen una profunda relación  dialéctica que   a través  de  este   breve  trabajo  se  intentara  develar. 

 Introducción:
  La  integración  regional, aparece   hoy  como una  necesidad  histórica  que  los pueblos  no pueden  eludir.  Teniendo  en cuenta  la larga  historia  del  concepto  de  integración (desde Bolívar, Martí)  acá  la abordaremos  como  el reconocimiento  de la diferencia, en el  proceso  de  integración  regional, las   diferencias  no son  eliminadas  ni  ordenadas  jerárquicamente  si no  que  aceptadas  como tales,  dando  así  a una  profundización   al  multiculturalismo (Grande,2006:33).
 Al   proceso  de integración  regional, le  anteceden  décadas   de  dictaduras  militares,  que  a través   de la doctrina  de  seguridad  nacional, impusieron  un modelo  económico, político e ideológico  como  el neoliberalismo, desarmó toda  la base  repùblicana  creando  de esta  forma  una  crisis de   soberanías  puesto  que  los  Estados  Desarrollistas  comienzan  a ser  desmantelados.  La  respuesta  a la  crisis  de  soberanía   viene  a dar   una  articulación   entre  el movimiento  social  y  político  de  emancipación, que  exige  del  Estado  un  mayor  protagonismo  en  defensa   de los  intereses  del país, esta  articulación  del movimiento  político  con el  movimiento  social  es  la base  de la construcción   del  nuevo  sujeto  histórico  por los cambios, que  se  está  desarrollando  en  América  Latina. La  base  política  de los procesos  de integración  y especialmente  el desarrollo   de Unasur  la  debemos  buscar  en el surgimiento   de este nuevo  sujeto  por  los cambios, que  silenciosamente  se viene  articulando  en la región, que necesariamente pasa por lo que José  Martí llamo la” segunda independencia”(frente  los Estados  Unidos) y la refundación de las Repúblicas y los Estrados  nacionales multinacionales  de Nuestra  América (Suarez,2008:108)  

 Proceso  de  reestructuración   del  Sistema   Interamericano:
  Para   comprender  el  desarrollo del proceso   de integración  en   América  Latina, necesariamente  debemos  a lo menos  dar   una  mirada  al  proceso   de  restructuración  del sistema  interamericano,  llevado  a cabo  por distintos  gobiernos   norteamericanos, empezando   por   el gobierno  de Ronald Reagan que consistió en la pacificación de  América  Latina  (Regalado,2006:166).  El  inicio  del  mandato  de George  Busch (1989-1993)consistió en legitimar a los gobiernos neoliberales, como base  fundamental  de  las democracias  en   América   Latina, en este  periodo   el  proceso  de dominación  del  imperialismo  se da  en tres  aéreas, desde  el punto  de vista político, se  impone  a las  democracias  representativas  como   único  sistema  democrático  para  la región,  desde  el   punto  de  vista  económico  el   establecimiento del   Área  de  Libre  Comercio   de las  Américas  (Alca)  y   desde  el punto  de vista  militar el aumento   de  la presencia  militar  norteamericano  en la región. En 1992  en  la  asamblea   de la OEA,  se aprobó  el  protocolo  de Washington, que   en esencia  prohibía,  la integración   de  miembros que  no respetasen  a  las   democracias  representativas.  El  periodo  de  William  Clinton (1993-1997)  se  caracterizó   por  el fracaso  de  la implementación  del  ALCA,   dando   un  proceso  de estancamiento  de la restauración  del  sistema  interamericano  y  avance  de  las posiciones  progresistas  que  se ven  reflejadas  en triunfos  electorales  en varios   países  de la región.  El  segundo  periodo  de  William  Clinton (1997-2001)  se  desarrolla un  significativo  aumento  de las luchas  populares  en    América  Latina. La  siguiente  administración  norteamericana  encabezada  por  George  W. Busch (2001-2005)  está  marcada  por  el aumento  de la agresividad  del  gobierno  norteamericano  ante  el avance  de la izquierda y  los movimientos  sociales.   En este  periodo  se  desarrolla  la guerra preventiva  como respuesta   al  ataque  a las  torres  gemelas, este  fue la  excusa   para  invadir  a varios  países   y  usó  este  contexto  para  reactivar   el proceso   de  restructuración  del sistema  interamericano, estancado  en  la administración   anterior.
    Durante  el  proceso  de  restructuración  del  sistema interamericano, es que distintos   Estados Latinoamericanos han comenzado a desarrollar un rompimiento epimestologico respecto al pensamiento dominante(Stolowicz,2008:135)que se expresa en optar  por   estrategias regionalistas,  para mejorar su  integración al sistema internacional.   Estas   estrategias  se  relacionan, bajo  los parámetros  del regionalismo  abierto. Desde  el punto  de vista  político  es  fortalecer la capacidad de cada grupo regional y en lo económico combina  la apertura externa y el  mantenimiento  de las relaciones  de  los  países  miembros  para  mejorar   la competitividad   y  eficiencia  económica.
  La integración  regional  en  Sud- América   tiene  un gran dinamismo, con el lanzamiento  de  distintas  iniciativas  tales  como:
ALBA:   Alternativa  Bolivariana  para  los  pueblos  de  Nuestra  América.
Comunidad  Sur   Americana  de  Naciones  (Unasur) en  la  primera  cumbre  energética  sur  americana, la  componen Brasil,Argentina,Venezuela, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Chile, Surinam  y Guayana, celebrada  en   Isla   Margarita, abril  del 2007. 
 
  Dentro del proceso global de orientación neoliberal de la economía mundial, es muy importante constatar la trasformación del campo político en América Latina (Houtart,2007:145) por lo tanto las iniciativas  integracionistas se perciben en la esfera de la trasformación y coexisten  con esquemas  de integración ya existentes  en la región  suramericana como es el  mercado  común  del sur (merco sur) y  la comunidad  Andina (can).  Las  características  de  la integración  regional están  dadas  por  las  asimetrías y disparidades   económicas  y  sociales.  Tras  una primera  etapa  de  integración  basada   en la agenda  comercial (regionalismo abierto) se  ha asumido una  agenda  más  amplia, destacando las materias de energía, infraestructura  y  finanzas.  La creación de Unasur   se  plantea un nuevo  modelo  de integración,  como es una zona de libre comercio suramericana de complementación de economías, crecimiento  y desarrollo  con  la intencionalidad   de  reducir  las asimetrías  en   América   Latina.   El objetivo  político  de Unasur: está  planteado  como  alternativa  al sistema  capitalista   actualmente  dominante, por  lo  tanto una –sur  expresa  un nuevo  concepto  de  regionalismo,  en  la zona Sur-sur, otorgando  prioridad  al dialogo  político (González,2011:267).  Tanto en el avance  de  una-sur como  referente   de  integración  también  debemos  prever  dificultades  para  su  consolidación   desde    una  mirada  política  e  ideológica.  La  pobreza  asoma  como la dificultad  social, el  nacionalismo   expresado  en la soberanía  y  el territorio, como también la  no ratificación   del  tratado  de  constitución  por  parte  de  los estados, Unasur  será  solo  encuentro   de  voluntades.
  Los  desafíos  de Unasur  están  dirigidos   a  reducir  las  desigualdades  en el  campo económico, tecnológico, territorial  y  político.  Desde el  punto  de vista  social, formular  políticas  sociales  a nivel  regional, para  mejorar   las  condiciones  sociales  de los habitantes de la  región.  Las  desigualdades  en los temas sociales,  han conformado  a cuatro  grupos  de estados  que se encuentran  en relaciones  asimétricas,  debido  a sus estándares  sociales:


a.- Chile, Uruguay,  Argentina
B.-Brasil, Colombia,  Venezuela
C.-Ecuador, Perú
D.-Paraguay,  Bolivia, Surinam  y  Guayana (González, 2011:275)

 En  el  proceso  de  integración   regional,  se  viene   desarrollando con  mucha   fuerza, después  de los  cambios  estructurales  del  capitalismo  y  la reorganización  del    sistema  interamericano, la construcción   de  un  nuevo  sujeto  histórico  por  los cambios en  América  Latina.  Este  nuevo  sujeto histórico  no   puede  ser  ignorado,  especialmente  cuando la etapa del Neoliberalismo fue presentada, después de la caída del Muro de Berlín, como la fase final de la historia de la humanidad (Simoes,2009:155) poder  analizar las  soberanías, los estados  en  los procesos  de integración   regional  de   América.  El sujeto  histórico,  es  un actor  transformador  y  visible  en  la  historia,  no  puede  verse en    forma  absoluta.  Este  sujeto  histórico   toma un  rol  fundamental   en el  desarrollo  de las democracias  participativas  en la región.
 El  desarrollo  de  los  nuevos  movimientos  sociales, tiene  la  particularidad    de romper con las formas tradicionales de defensa de sus  intereses.   Los  cambios  comienzan   a  desarrollarse  con  estos  nuevos actores   que conforman  el movimiento  social,  que  colocados  en la  escena  pública,  se  trasforman  en interlocutores  legitimo  ante el  Estado  en representación  de sus demandas e  intereses.  La  necesidad  de  la construcción  del pensamiento  crítico  se hace   urgente, ante  la hegemonía   norteamericana  en  la región,  el movimiento  político se  acerca  en  las practicas  cotidianas   del  movimiento  social.  Su  unidad  está  basada  en  la acción  que  se planteen  solucionar  como  es la soberanía  de  los Estados (Pérez, 2009:21).  Para  que  el movimiento   político   emancipador  lidere  cambios  profundos en el  regionalismo  es  necesario,  la  articulación  con el  movimiento  social  y desde  esta  relación  emprender  la   reconstrucción  del Estado, con una  base  solida  de  la  sociedad  civil.  
 En  estos  procesos   de  articulación, prevalece  la tolerancia  y  flexibilidad,  como   condiciones  políticas  para  mantener  la cohesión  y coherencia.   Para  el movimiento  político emancipador   es esencial   el  desarrollo  del movimiento  social,  en  estas   instancias  las  pequeñeces   del  partido  u  organización  política más  que  ayudar  ponen  obstáculos. La  relación  dialéctica  del  movimiento  político  y  movimiento  social genera  una  nueva  racionalidad  y  forma  distinta  de ver  el  mundo, los cambios  necesarios  y posibles.
  El  nuevo  sujeto  histórico,  puesto  en este  escenario  de integración  regional,  emerge  como la posibilidad  de  cambiar  la situación política, económica  y   social de la hegemonía  neoliberal  en la región,  creando  formas  alternativas   de integración, que  se traduce  en  vías progresistas   y democráticas,  de   gobernar.  Se  hace  necesario  repensar  el rol del Estado,  un Estado  democrático  que  devuelva  a  los nuevos  actores  sociales, el  poder  que  les corresponde  más allá  del  voto.
  Las  alternativas  del movimiento    emancipador, debe  consistir  en formar  caminos  distintos al  modelo  neoliberal, como único   camino  posible de  una  verdadera  emancipación,  la integración   regional  la debemos  asumir  como  una  nueva  cultura  humana,  donde  este  vigente  la acción  colectiva.  
  Dado  esta  realidad  de construcción del nuevo  sujeto  históricos por  los cambios Unasur  no  debe enfocarse  solamente  en profundizar    la democracia  política, debe  agregar  la  económica  y social, puesto que no  habrá  proyecto   nacional  emancipador  si no  se define  el  nuevo  internacionalismo, las alianzas  internacionales  deben  traspasar a los Estados y tomar relaciones directas  de  articulación con los movimientos sociales  y  políticos en los diferentes  territorios  de  América, este internacionalismo   debe  representar  las  necesidades  e  intereses del nuevo   sujeto  histórico  por los cambios y desde  ese prisma  articular  una fuerza   real contra  el dominio  hegemónico  del   capitalismo  en la región.
 La  historia  siempre  es  la consecuencia  de lo que  hacen los seres humanos,  pensar  que  la integración  regional  está determinada  es un  gran  error,  se  hace  necesario  fortalecer  el rol de Unasur, dentro  del  proceso  de cambios estructurales  que  ha devenido el  capitalismo  en los últimos  decenios.

               Conclusión:
  El proceso  de integración  regional  y  particularmente  la formación   de Una-Sur,  están  dentro  de un contexto  de reordenamiento   estructural  mundial  del  capitalismo,  en  América   Latina,  tiene  su expresión  en el   reordenamiento del  sistema interamericano  que  comenzó  en el gobierno  de Ronald  Reagan en la pasificación  de la región y  las posteriores  administraciones  norteamericanas  que  legitimaron   el modelo  neoliberal,  el  posterior fracaso  del  ALCA , y  el  aumento  de  injerencia  militar  en  la región.  Otro  elemento  a tener  en cuenta  es  la  construcción  de un nuevo  sujeto  histórico  por los cambios, que  es la base democrática  que  tienen  los estados, para  la integración  regional  que se   está desarrollando  en  América  Latina  como  respuesta  a la  hegemonía  neoliberal  en la región.   El rol  político  al  cual  está  llamado  a  profundizar  UNASUR,  esta  dado  en su capacidad  de  articulador con  los  otros  actores, que  están   en construcción  en los procesos  de  integración  en  nuestra  América. 

CARLOS CAÑETE -ARCIS