CHILE

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sábado, 20 de abril de 2013

NOSOTROS LOS COMUNISTAS



Nuestra historia, grande y conmovedora, nutrida por la rica savia obrera, popular y 
nacional, da sólido basamento a nuestra determinación de canalizar los ímpetus 
transformadores de la humanidad. 
Es un partido revolucionario, que lucha por el socialismo y reconoce el papel motríz 
de la clase obrera, de los trabajadores, en el progreso y transformación social. Por su 
tradición y espíritu democrático, lucha por la democracia como forma de organización 
política de la sociedad y el Estado y por la supresión de toda forma de dominación 
política, económica, social y cultural sobre el pueblo. El Partido Comunista se opone a 
toda forma de explotación y discriminación del ser humano. 
El Partido Comunista de Chile es un partido de raigambre obrera campesina e 
intelectual, fundado en Iquique el 4 de Junio de 1912 por trabajadores revolucionarios 
encabezados por Luis Emilio Recabarren, con el nombre de Partido Obrero Socialista. 
En su IV Congreso, realizado en Rancagua el 2 de enero de 1922, pasa a 
denominarse Partido Comunista de Chile. 
Su visión de sociedad arranca de criterios científico - humanistas. Se sustenta en las 
concepciones de Marx, Engel, Lenin, Recabarren, en aportes de otros pensadores 
marxistas y progresistas, en la propia elaboración del partido y en el constante avance 
en la filosofía y la ciencia. Tiene en cuenta los profundos cambios producidos en la 
sociedad y en el mundo contemporáneo. Su concepción humanista contiene los 
principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 
Su inspiración es nacional, patriótica, latinoamericanista e internacionalista. Es 
antiimperialista. Lucha por la autodeterminación de los pueblos y es solidaria con 
todos aquellos que luchan por su independencia nacional, por la democracia, por el 
socialismo y la Paz. Promueve la lucha por la preservación del equilibrio ecológico del 
planeta. 
Su composición es multiétnica. En el Partido Comunista militan personas creyentes y 
no creyentes. El ingreso a sus filas está vedado a aquellos que sustentan ideologías 
fascistas o racistas. Los comunistas desarrollan su política basados en la inteligencia 
y el aporte de todos y cada uno de sus militantes, en el intelectual colectivo que 
expresa el pensamiento, el constante estudio, la discusión, la experiencia y acción de 
conjunto de sus afiliados al servicio de sus objetivos revolucionarios. 
En el Partido Comunista se unen experiencias de momentos distintos 
de la lucha, la dedicación y creatividad de miles de hombres, 
mujeres y jóvenes. 
Su rol es insustituible para el cambio social.

NUESTROS PRINCIPIOS 

1. Un Partido de los Trabajadores 
El Partido Comunista surgió desde el seno y como expresión política de la clase 
obrera, para aportar a su acción organizada y consciente por sus reivindicaciones y 
hacer realidad la tarea histórica de los trabajadores manuales e intelectuales de 
nuestro país: asumir el papel de conductores del proceso de ensanchamiento 
sostenido de la democracia y el paso a un nuevo sistema social superior al 
capitalismo. 
Es la organización política, dé los trabajadores manuales e intelectuales, de la ciudad 
o el campo, asalariados permanentes o temporales. Forman parte de él, asimismo, 
trabajadores por cuenta propia, profesionales, pequeños o medianos empresarios, 
dueñas de casa, estudiantes, intelectuales, que en esencia comparten la misma 
finalidad: edificar el socialismo y suprimir la explotación del hombre por el hombre. 
Lleva adelante su acción inspirado en valores y principios que se sustentan en la 
teoría del socialismo científico y en su experiencia acumulada en decenios de lucha 
junto al pueblo, con espíritu abierto a lo nuevo que emerge cada día en la vida de 
nuestra patria y el mundo. 
Desde su fundación en 1912, como Partido Obrero Socialista, ha llevado a cabo una 
incesante labor a favor de la organización y la unidad de los trabajadores. Luis Emilio 
Recabarren, nuestro fundador, hizo una contribución histórica para que la naciente 
clase obrera tomara conciencia de su papel decisivo en el desarrollo del progreso 
social y de la democracia. Desde entonces, hemos pugnado por el derecho de los 
trabajadores y el pueblo a alcanzar el poder, dirigir los destinos del país y labrar un 
futuro libre, independiente y soberano para nuestra patria. 
2. Un Partido con Profundas Raíces Históricas 
El Partido Comunista es una fuerza política profundamente nacional. Formamos parte 
de la continuidad histórica de los anhelos y luchas liberadoras en nuestra tierra. 
Las raíces del Partido Comunista se encuentran en los albores mismos de nuestra 
historia. Nos reconocemos herederos de mapuches y pueblos originarios, del espíritu 
indómito con que defendieron durante siglos su libertad, su territorio, su cultura 
haciendo frente a los colonizadores españoles. 
Nuestras luchas se inspiran en las hazañas e ideales de los patriotas que se rebelaron 
y combatieron por la independencia nacional. 
Son nuestros los visionarios sueños de solidaridad y progreso social, las luchas por la 
igualdad y las nobles gestas de defensa de nuestra independencia económica y 
autodeterminación, precursoras del ideal socialista que postulamos. 
Reivindicamos el decisivo papel jugado por nuestro Partido en las conquistas 
democráticas y sociales alcanzadas por el movimiento popular en este siglo, a la 
creación de las bases del desarrollo del país y su aporte al enriquecimiento del 
patrimonio cultural de la nación. 
Asumimos la herencia de Salvador Allende, inolvidable conductor de nuestro pueblo, 
luchador hasta su muerte por la democracia y el socialismo en nuestra patria. 
3. Un Partido Internacionalista 
El Partido Comunista nació con un profundo sentido internacionalista y solidario que 
ha sostenido a lo largo de toda su existencia. 
Nos identificamos con los destinos y la misión liberadora del proletariado universal. 
Hacemos nuestros los objetivos históricos que se propusieron los fundadores del 
socialismo y proclamamos el derecho de los pueblos a su liberación y a construir el 
socialismo en sus respectivos países. 
El internacionalismo es inseparable del patriotismo verdadero, se opone a toda forma 
de racismo, al desprecio por las naciones más pobres. 
Ante el creciente dominio de las transnacionales, el internacionalismo es un 
imperativo. La internacionalización de los procesos económicos sociales y políticos 
hace indispensable fortalecer la colaboración entre los distintos destacamentos 
nacionales de la clase obrera mundial, generar nuevas relaciones de cooperación, en 
un pie de igualdad y ajenas a toda injerencia en los asuntos internos. 
Más allá de las diferencias nacionales, los trabajadores y los pueblos unidos deberán 
hacer valer sus derechos para la construcción de un nuevo orden mundial, 
democrático, humanista y solidario. 
El Movimiento Comunista Internacional, cumplió un valioso papel en los avances por 
la democracia, la justicia social y la liberación nacional, pese a los errores cometidos. 
Nuestra lucha es común a la de todos aquellos partidos comunistas, obreros y 
revolucionarios que compartan estos objetivos. Perseveramos en la búsqueda de 
formas de coordinación y solidaridad entre todos ellos. 
Propiciamos relaciones amistosas con todos los partidos y organizaciones 
democráticas y progresistas del mundo. 
Compartimos destinos con los pueblos de América Latina. Nos unen cultura, 
tradiciones comunes y los desafíos que hemos enfrentado en diversos períodos de 
nuestra evolución, signada por la brega contra la discriminación racial, la servidumbre 
colonial y la explotación e intervención imperialista, por afianzar nuestra soberanía. La 
causa antiimperialista es una necesidad patriótica común, una gran tarea para 
nuestros pueblos. 
La clase obrera latinoamericana crece en número e importancia social y política. 
Lucha por sus derechos y por sus propios objetivos clasistas, los cuales se identifican 
con los intereses nacionales. 
Está emergiendo un nuevo movimiento en América Latina al que confluyen nuevos y 
antiguos Partidos y organizaciones políticas y sociales con distintas inspiraciones 
ideológicas, profundamente críticos del capitalismo y que aspiran a una nueva 
sociedad. Se proponen llevar adelante, los cambios, diseñar con mayor determinación 
y audacia pasos hacia una integración independiente de nuestro continente y 
concordar esfuerzos del Tercer Mundo para promover un orden internacional justo. 
Nos planteamos colaborar y buscar convergencia en tareas y causas comunes con 
ellos, así como con todos aquellos que comparten estos valores en otras latitudes. 
4. Un Partido que Asume los Problemas Globales de la Humanidad 
Los Comunistas asumimos como responsabilidad propia la lucha por la solución de los 
problemas planetarios. Entre ellos la pobreza y el atraso de millones de seres 
humanos, las guerras, la discriminación de género y de etnias, el SIDA y el 
narcotráfico. 
Participamos en todas las campañas por la preservación del medio ambiente, la 
defensa de la Naturaleza y de la biodiversidad, contra la producción y el comercio de 
productos tóxicos y contaminantes. 
5. Un Partido que Postula el Valor Esencial de los Derechos Humanos 
Asumidos los derechos humanos como parte esencial de nuestros valores. 
La base insustituible de la paz, es la verdad y la justicia. Somos firmes defensores de 
las libertades y derechos de los chilenos y nadie puede arrogarse la facultad de 
suprimirlas. 
Consideramos legítimo el derecho a la rebelión de los pueblos consagrado en la 
Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuando por medio de la coerción se 
vulnera la realización de su voluntad soberana. 
Asimismo, hacemos nuestras las nuevas proyecciones de la carta fundamental de las 
Naciones Unidas, relativas a los derechos de la Tercera Edad, la Infancia, las Etnias y 
el Medio Ambiente. 
6. Un Partido que Lucha por las Libertades Individuales 
Nuestra lucha es por el respeto a la dignidad y libertad individuales, por el derecho de 
cada cual a pensar y expresarse con autonomía; por una sociedad que asegure las 
condiciones materiales y espirituales para el ejercicio de las capacidades y el logro de 
las aspiraciones de todos sus integrantes, sin discriminaciones de ninguna especie. 
Rechazamos el falso concepto de libertad de las clases dominantes, que es ante todo 
la libertad para apoderarse de las riquezas a costa de las privaciones de la mayoría. 
Concebimos la libertad intrínsecamente ligada al fin de la explotación, a la igualdad de 
oportunidades para todos, a la satisfacción de las necesidades, y al logro de la justicia 
social. 
7. Un Partido que Reivindica la Igualdad de Géneros en la Sociedad 
Los Comunistas propiciamos relaciones de pareja y familiares basadas en el amor, la 
solidaridad, la verdad y el respeto mutuo, sin prejuicios ni hipocresía. 
Las modificaciones en el carácter de la familia, la sexualidad y las relaciones 
generacionales deben ser asumidas. Propendemos a crear condiciones materiales, 
jurídicas y morales que favorezcan la vida familiar y la protección de sus miembros. 
8. Un Partido por la Libertad de Creación 
Nos pronunciamos por la libre creación artística y científica en interés del desarrollo 
humano, contra la existencia de cualquier escuela oficial y contra toda forma de 
coerción administrativa. La gran necesidad de los seres humanos es liberar las artes y 
la cultura de toda sujeción a intereses mezquinos y discriminaciones ideológicas. 
Hay que afirmar el derecho de todos al patrimonio cultural universal, impedir que las 
leyes del mercado capitalista lo reduzcan al disfrute de una élite. 
9. Un Partido que Lucha Irrestrictamente por la Democracia en el País 
El Partido Comunista ha promovido y defendido la democracia como parte esencial de 
sus luchas, a través de toda su historia. Ni en las peores épocas de su historia ha 
claudicado a este principio. Aspiramos y empeñamos todos nuestros esfuerzos para el 
progresivo despliegue de la democracia y de la soberanía popular, marco 
imprescindible para el pleno respeto de los Derechos Humanos y de las libertades 
ciudadanas, públicas e individuales. Es en esta cuna que los Comunistas luchan por 
gestar y proteger la democracia de nuevo tipo que el país requiere. 
10. Un Partido que promueve la Ética en la Política 
Los valores propios del humanismo que propiciamos deben imprimir su sello a todo el 
quehacer político. Repudiamos el concepto de que "el fin justifica los medios”. 
Rechazamos la politiquería, la demagogia y la falta de ética política, muestra de 
oportunismo que a menudo se justifica con el pragmatismo. 
Nuestra historia demuestra que son las clases dominantes quienes practican el 
engaño al pueblo, el incumplimiento de las promesas electorales. Justifican el empleo 
de la violencia incluyendo las formas más bárbaras e inhumanas con tal de mantener 
el sometimiento de los explotados a sus mezquinos intereses. Desde las matanzas del 
salitre hasta la dictadura terrorista de Pinochet, tal es la lección que el movimiento 
obrero y popular ha confirmado reiteradamente en carne propia. Rechazamos el 
terrorismo en todas sus formas, como contrario a la democracia y favorable a la 
reacción. 
Estamos por una sociedad que erradique la violencia entre los hombres. Sin embargo, 
rechazamos la pretensión de confundir terrorismo con autodefensa del pueblo. Si se 
ejerce violencia sistemática contra éste, cerrándole el camino para el ejercicio de su 
soberanía y el poder político la ampara o la tolera, somos decididos partidarios de que 
éste ejerza su legítimo derecho a la defensa. 
11. Un Partido para la Unidad 
Ni ayer, ni hoy consideramos que el objetivo patriótico de conquistar el poder para el 
pueblo comprometa sólo los esfuerzos de los Comunistas. Son también desafíos 
posibles de alcanzar con la conciencia, decisión, creatividad y las luchas de millones 
de personas sin partido o con otras militancias. 
Con esta convicción procuramos compartir la definición de los cambios necesarios, de 
los caminos para su consecución y de la dirección del movimiento capaz de 
impulsarlos y hacerlos realidad. Para ello, como en cada momento de nuestra historia, 
la ligazón del partido con las masas, su disposición unitaria son la base insustituible 
de nuevos avances y desarrollos. 
12. Un Partido que Promueve el Intelectual Colectivo 
El proceso de renovación que impulsamos se dirige a desarrollar una política 
revolucionaria. Ello exige el empeño de todo el Partido por asumir a fondo nuestra 
cambiante realidad, por afianzar un pensamiento humanista y de clase, por participar 
activamente en las luchas de la gente y compartir experiencias y conocimientos. 
La capacidad del Partido como intelectual colectivo comprende el aporte de 
especialistas, técnicos, integra la experiencia de los militantes en su quehacer político 
y práctico de cada día. 
Nos proponemos perfeccionar el centralismo democrático, acorde con la experiencia 
nacional e internacional. 
Trabajamos por un Partido que estimule y demande la participación plena y el 
despliegue creativo y multifacético de cada militante y de cada organismo para llevar 
adelante la política y el Programa del Partido. 
13. Un Partido que Asume el Legado de la Teoría y las Experiencias 
Socialistas y las Corrientes Progresistas 
La renovación permanente y a fondo en la teoría y en la práctica de los partidos y en 
sus militantes es un valor revolucionario. 
Creemos que los contenidos esenciales del pensamiento de Marx, Engels y Lenin 
mantienen plena vigencia y sustentan nuestras definiciones ideológicas. Como ellos 
mismos lo expresaban, nunca se propusieron un sistema acabado, dogmático, sino 
una concepción del mundo en constante evolución, una guía para la acción. 
El socialismo exige el enriquecimiento permanente de nuestro acervo intelectual, 
requiere asimilar críticamente todo lo creado por los científicos y artistas pensadores y 
políticos humanistas, marxistas o no, creyentes o no creyentes. 
14. Un Partido que Asume las Lecciones de la Historia 
Somos un Partido revolucionario, de pensamiento y de acción, para servir a los 
trabajadores y el pueblo. 
Compartimos su vida diaria y su destino, sus alegrías y tristezas. Nos proyectamos 
con una política de mayorías que busca interpretar a todos los que viven de su 
trabajo, a todas aquellas clases, grupos sociales y movimientos que desean un 
cambio en las relaciones de explotación actuales, superar la alienación del ser 
humano, su soledad, y dignificar su vida en sociedad. 
Ello nos demanda aprehender debidamente las duras lecciones de la historia y 
renovar con decisión nuestra teoría y práctica, nuestra vida democrática, para 
mantener y levantar más en alto las banderas de la revolución, la democracia y el 
socialismo. 
Hemos servido con fidelidad a los trabajadores y al pueblo de Chile, al precio de vida, 
el martirio y grandes sacrificios de muchos de nuestros militantes. 
Podemos afirmar que ninguno de los éxitos o conquistas populares en ocho decenios, 
se ha logrado sin la presencia activa y la lucha intransigente de los Comunistas

NUESTROS SIMBOLOS 

Se considera símbolo oficial del Partido la Hoz y el Martillo, ambos de color blanco, 
entrecruzados, que van en un círculo, cuya mitad superior es azul y la inferior roja, 
rodeada por dos espigas de color amarillo en cuya parte superior va una estrella 
blanca, todo en un trasfondo rojo. Este símbolo llama a la unidad que debe darse 
entre trabajadores del campo y de la ciudad para lograr el triunfo de la revolución. El 
himno del Partido es "La Internacional". En todo acto partidario interpretamos el Himno 
Nacional y La Internacional. 

La Internacional 
Arriba los pobres del mundo, 
de pie los esclavos sin pan, 
y gritemos todos unidos: 
¡Viva La Internacional! 
Removamos todas las trabas 
que nos impiden nuestro bien, 
cambiemos el mundo de faz 
hundiendo al imperio burgués. 
Agrupémonos todos 
en la lucha final 
y se alcen los pueblos 
por La Internacional 
Agrupémonos todos 
en la lucha final 
y se alcen los pueblos, con valor, 
por La Internacional (bis) 
El día que el triunfo alcancemos 
esclavos ni hambrientos habrá, 
la tierra será el paraíso 
de toda la Humanidad. 
Que la tierra de todos su frutos 
y la dicha en nuestro hogar. 
El trabajo es el sostén que a todos 
en la abundancia hará gozar 
Agrupémonos todos 
en la lucha final 
y se alcen los pueblos con valor 
Por la Internacional.(bis) 

¿CÓMO NOS ORGANIZAMOS? 
1. LA CELULA: MOTOR DE LA LUCHA DE MASAS

La Célula es la organización base del Partido Comunista de Chile. Científicamente la 
célula es un organismo vivo que se multiplica constantemente." La célula es una 
unidad de cuya multiplicación y diferenciación nacen y se desarrollan todos los 
organismos superiores". El sistema celular de organización permite que sus miembros 
actúen en el corazón mismo de la clase obrera y del pueblo, ya sea en las minas, en 
las fábricas, las industrias, oficina, poblaciones, sectores campesinos, comunidades 
mapuches, escuelas, hospitales, policlínicos, aeropuertos, malls, packings, talleres, 
etc. 
La Célula, con su accionar permanente, es la escuela en que se forman los nuevos 
comunistas. Allí aprenden a accionar frente a la masa, conocen más profundamente los 
principios ideológicos, allí aprenden a vivir de acuerdo a las normas partidarias, allí se 
transforman en verdaderos revolucionarios. 
La Célula es un colectivo de dirección política de masas y por tanto cuando nos 
enfrentemos a la formación de una célula debemos preguntarnos ¿Para qué formaremos 
esta célula? Y la respuesta tiene que ser muy concreta y tiene que estar determinada por 
las tareas de nuestra línea política. 
Nuestra línea política hoy es hacer la Revolución democrática, que no es otra cosa que 
lograr real democracia en el país. Y de acuerdo a lo resuelto en el XXII Congreso del 
Partido realizado en Noviembre del 2002, nos proponemos ayudar a construir el nuevo 
sujeto histórico que hará el cambio del sistema actual. 
Por ello la acción de cualquier célula debe estar orientada, por una parte, a romper con 
todo aquello que es antidemocrático: con la Constitución del 80, con el tutelaje militar, con 
el sistema electoral binominal, con la exclusión del pueblo en las decisiones, con los 
atropellos a los derechos de los trabajadores, con la discriminación en salud y educación, 
con la salud y educación distinta para ricos y para pobres, con la discriminación hacia las 
mujeres, los jóvenes, las minorías sexuales y étnicas, con la utilización y depredación 
indiscriminada de los recursos naturales, con el acceso excluyente a la cultura, el arte, los 
deportes y la recreación. 
 Y por otra parte, la acción de la Célula debe estar orientada a lograr que los actores 
sociales, partiendo por los trabajadores, se transformen en sujetos del cambio social 
Es decir, la pregunta de para qué formaremos una célula debe ir asociada al concepto de 
ruptura democrática y de formación de líderes, sujetos que encabecen la lucha. 
Formaremos una célula en una industria para organizar el sindicato y que éste haga 
respetar los derechos de los trabajadores. Formaremos una célula en una Junta de 
Vecinos para orientar su acción a la exigencia de pavimentación, de alumbrado, del no 
cobro de basura, de eliminación de áreas contaminadas, de colectores de aguas lluvia, 
para exigir la atención de especialistas en el consultorio, para pedir más escuelas, para 
promover la cultura popular, etc. 
Si formamos una célula y nos cuesta mucho contestar la pregunta del ¿Para qué? o la 
respuesta no dice relación con nuestras tareas que nos hemos propuesto, esa célula no 
tiene una razón clara de existir, debemos seguir buscando. Tal vez hay que formarla en 
otra parte, con otros compañeros. Cuando tengamos claro para qué formamos esa 
célula, no tendremos ni tiempo de hacernos más preguntas, las tareas saldrán sólitas, los 
éxitos vendrán y nos sentiremos satisfechos y listos para formar más células. 
Según nuestros Estatutos, Artículo 8, se pueden organizar tres tipos de células: 
a) las células de empresa o servicio, que se forman en lugares de trabajo, fábricas, 
oficinas, servicios públicos, faenas u otros centros laborales. 
b) las células territoriales, que se constituyen en el lugar de residencia del militante. Se 
pueden organizar por manzana, población, sector campesino, comunidad étnica etc. 
procurando que el ámbito de su actividad alcance a la jurisdicción de un comité 
poblacional o una junta de vecinos. 
c) las células temáticas o funcionales, que se constituyen de acuerdo a determinado 
frente de masas: mujeres, cultura, pueblos originarios, profesionales, ecología, 
jubilados, pequeños empresarios, comerciantes, entre otros. 
Estas últimas deben tener un frente de masa muy específico y claro para su accionar, de 
lo contrario se transforman sólo en centros de debate teórico. 
2. TAREAS DE LA CELULA

a) Dirigir políticamente las masas populares impulsando y participando en las luchas de 
los trabajadores, pobladores, estudiantes, etc. La célula que no actúa con los 
organismos de masas no tiene razón de existir por cuanto está impedida de 
desarrollar la acción para implementar la línea política del Partido. 
b) La Célula debe hacer participar a todos los miembros en la elaboración y aplicación 
de la política del Partido, tomando parte en la discusión de los materiales de trabajo 
emanados de los organismos regulares. Elaborando sus propios planes de trabajo de 
acuerdo a la realidad en que actúe. 
c) Debe realizar acciones para difundir la línea política del Partido, mediante la venta de 
El Siglo, folletos, libros, en actos públicos, mítines, células abiertas. Dar a conocer a 
las masas la opinión del Partido respecto a los diferentes temas y, a la vez, recoger 
de las masas todos aquellos aportes, sugerencias, inquietudes que enriquezcan 
nuestra línea. 
d) Reclutar permanentemente nuevos miembros para el Partido y la Jota, 
especialmente entre los trabajadores. 
e) Debe trabajar con los simpatizantes, amigos, vecinos, gente que se dice de 
izquierda e incluso que se dicen comunistas pero que no militan. Trabajar lo 
más ampliamente posible para que las personas nos conozcan y sepan lo 
que queremos y hacemos. 
f) Educar a los miembros del Partido, empezando por las cuestiones elementales del 
marxismo leninismo, además de los lineamientos principales de nuestra política, el 
Programa y los Estatutos, para lo cual se deben organizar charlas, cursos, lecturas 
colectivas. Además educar en la práctica enseñando con el ejemplo a los nuevos 
militantes y permitiendo la expresión de su creatividad. 
g) Organizar y distribuir el trabajo de los miembros de la Célula para lograr un trabajo 
colectivo, en el cual cada cual cumpla de acuerdo a sus capacidades. 
h) Pagar la respectiva cotización mensual y contribuir activamente al cumplimiento de 
las campañas de finanzas que impulse el Partido o la propia célula. 

3. LAS ACTIVIDADES DE LA CELULA

Una vez que la Célula ha determinado el para qué de su existencia, tiene claro en que 
sector social, muy específico, desarrollará su acción y que se propone lograr con metas y 
plazos muy claros, hará con todo ello un pequeño Plan, para el año o varios meses. 
De acuerdo a ese plan irá fijando sus actividades: reuniones, mítines, volanteos, células 
abiertas, participación en organizaciones sociales, cursos, salidas a propaganda, 
actividades financieras, etc. 
La Célula deberá reunirse periódicamente, cada 15 días o una vez al mes, según lo 
estime necesario. El Secretariado de la célula, conformado por el Secretario, el 
Encargado orgánico y el Encargado de Finanzas o Sindical, se reunirá semanalmente 
para controlar y estimular el cumplimiento de tareas y deberá preparar la reunión de 
Célula para que esta sea ágil, operativa y no dure más de una hora y media. 
Los temas de la reunión, entre otros pueden ser los siguientes: 
a) Controlar la cotización. 
b) Controlar el cumplimiento de los acuerdos de la reunión anterior analizando lo 
positivo y lo negativo o superable. 
c) Entrega del Informe Político. Este no debe ocupar más de 15 minutos, y debe 
contener propuestas concretas de trabajo para aterrizar el informe en el sector 
concreto en que trabaja la célula. Será entregado por un miembro del Secretariado 
de la célula. Los miembros del CR o CC que asistan informarán sólo si así se ha 
acordado previamente. De lo contrario sólo participarán en la discusión. 
d) Luego se realizará el intercambio de opiniones sobre el informe político fijando un 
tiempo de intervención por cada militante, el que deberá ser controlado y respetado. 
e) Una parte fundamental en las intervenciones de los militantes con respecto al 
Informe será lo relativo a las medidas prácticas que tomará la célula, acogiendo o 
modificando las propuestas del Secretariado o bien, proponiendo otras iniciativas 
f) Se puede destinar parte de la reunión a educación comentando algún artículo de El 
Siglo o documentos de plenos. 
g) Finalmente, el compañero que haya dirigido la reunión, resume las resoluciones 
principales y en conjunto se precisan para que no queden detalles poco claros que 
impidan su realización. Se distribuyen las tareas entre todos los militantes para que 
cada cual juegue su función política en el Partido y responda por ella. 
El buen trabajo celular es el cimiento del trabajo político del Partido. 

FUENTE : CNE