CHILE

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sábado, 1 de febrero de 2014

EL PC EN GABINETE DE MICHELLE BACHELET

No es una razón política coyuntural lo que ha motivado al Partido Comunista de Chile, a participar en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. No mirar el contexto histórico y el futuro de esta definición, puede llevar a error, y claro, siempre va a ser interpretada por algunos que no la comparten, como una "traición" o un "abandono". Dicho esto, vamos a los asuntos sustantivos.

En el largo e intenso proceso histórico que ha vivido la izquierda chilena para provocar transformaciones estructurales; para cambiar el carácter del estado nacional; siempre e inevitablemente el punto de contención y referencia ha sido la derecha.

Para ir a momentos e hitos cruciales, a partir de 1930, en el Siglo pasado, la izquierda y las fuerzas populares comenzaron un proceso de acumulación cuyos componentes claves fueron: un programa político y de gobierno; un movimiento social cuyo sujeto principal fueron los trabajadores; alianzas que abrieron paso a frentes políticos y a entendimientos que implicaron reformas bien fundamentales al estado y sus instituciones.

Así se pasó por el gobierno de Pedro Aguirre Cerda; así se llegó al gobierno de Salvador Allende y de la Unidad Popular. Aún cuando se trata de un proyecto inconcluso, sin embargo ese empeño histórico y estratégico fue derrotado por la derecha y el imperialismo norteamericano con el golpe de 1973, que dió paso a una contrarevolución enorme.

El programa de la UP era un programa de profundización democrática, con perspectiva al socialismo, ni más, ni menos. No toda la izquierda compartía eso, y a poco andar tales diferencias se agudizaron y dieron paso a rencillas incluida la violencia física.

La derecha, aislada social y políticamente, asumido el gobierno de Allende, comenzó un fuerte trabajo de recomposición y articulación de alianzas. Su bandera fue la "defensa de la democracia". Y logró avanzar bastante en esa dirección, a tal punto, que asumió la iniciativa de la oposición hasta generar condiciones de desestabilización de marca mayor.

La derecha logró articularse con el centro social y político chileno.

Tras el golpe, vino el intento de exterminio, que logró con el terrorismo de Estado un efecto terrible y demoledor.

Sin embargo, la izquierda chilena se recompuso, heroicamente, y comenzó un proceso de articulación de fuerzas que durante la década de los ochenta del siglo pasado permitió, gradualmente, aislar y desestabilizar a la dictadura.

En ese proceso, junto a la lucha de los trabajadores y del pueblo en general, fue clave el entendimiento de la izquierda con el centro social y político. Fue también clave el papel de la Iglesia Católica y de los cristianos en general, con sus diversas expresiones institucionales.

Pero la salida a la dictadura fue la que fue, y nuevamente la derecha mostró capacidad y fuerza política para rearticularse y ser parte sustantiva de la llamada "política de los consensos" o "democracia de los acuerdos". Y eso se expresó en la fuerte gobernabilidad de la década de los noventa y primera década de este siglo.

El PC nunca ha dejado de luchar y de buscar todos los caminos que permitan abrir paso a cambios estructurales, incluso a reformas significativas. Siempre ha estado en los movimientos sociales, en particular en los trabajadores. No "vamos" a los movimientos sociales, somos parte de ellos. Pero tampoco nos sentimos ni queremos ser sus "propietarios".

El 2011 fue determinante en todos los aspectos. Ya venían movilizaciones importantes, pero el 2011 es clave.

Hoy, efectivamente, empieza a despuntar un nuevo ciclo. Y su rasgo esencial es que se genera una nueva correlación de fuerzas que empuja un programa de gobierno que implica cambios estructurales. Eso es así. Y a eso le teme la derecha, y eso es lo que está determinando sus intensos empeños por rearticular fuerzas y frenar el proceso que viene.

El PC está en el gabinete y en el gobierno con todo el cuerpo, no a medias. Compartimos el programa y el camino político. Creemos que si se realiza, puede implicar una derrota política estratégica a la derecha, y no pretendemos hacerlos desaparecer. La izquierda chilena nunca ha usado, ni es parte de métodos de desaparición de sus adversarios e incluso de sus enemigos.

Creemos en la Democracia, y en el Socialismo como expresión de la profundización y extensión de la misma Democracia.

Chile, en este nuevo ciclo, tiene la oportunidad de no seguir encarcelada por una derecha que siempre ha jugado el papel de contener y violentar a la democracia.

Por eso estamos en el Gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet.

(*) Secretario de Organización e integrante de la Comisión Política del Partido Comunista

EDUCA -TV .CINE EN LA UP "PINTANDO AL PUEBLO "