CHILE

CHILE

lunes, 27 de abril de 2015

CONVERSATORIO DE CENTROS DE PENSAMIENTO DE LA NUEVA MAYORÍA

El martes 28 de abril se efectuará un Conversatorio bajo el título “Retos por el Fortalecimiento Democrática de Chile: el rol de los Partidos Políticos”, organizado por el Instituto Igualdad, la Corporación de Investigaciones Sociales, el Centro Democracia y Comunidad, la Fundación por la Democracia y el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz.
La actividad se efectuará el martes 28 de abril a las 17:00 horas en el Congreso Nacional, sede Santiago.

Conversatorio
“Retos para el Fortalecimiento Democrático de Chile:
el rol de los Partidos Políticos”

Martes 28 de abril
Salón de Lectura, Ex Congreso Nacional 17:00 horas

17:00 – 17:15Registro asistentes
17:15 – 17:30Palabras de bienvenida. Verónica Pinilla, Directora Ejecutiva FPD.
17:30 – 18:30Mesa 1:Transparencia y Financiamiento de la Política
Panelistas:
1.-Carlos Arrué, ICAL
2.-José Maritano, Centro Desarrollo y Comunidad
3.- Claudio Fuentes, Instituto Igualdad
Moderador: Gabriel Peralta, Director Ejecutivo CISO

18:30 – 18:45Pausa café
18:45 – 19:45Mesa 2: Fortalecimiento del Sistema Político Chileno.
Panelistas:
1.-Gloria de la Fuente. Instituto Igualdad
2.-Patricio Silva. Presidente CISO
3.-Eugenio Ortega,Centro Desarrollo y Comunidad
4.- Marco Moreno Perez, Fundación Por la Democracia
Moderador: Cesar Bunster, Director Ejecutivo ICAL.

20:00 horasCierre.
Lugar: Salón Ex Congreso Nacional de Santiago, calle Compañía 1163, Santiago.
Favor confirmar asistencia a: virginia.vilches@igualdad.cl

MECANISMOS DE UNA NUEVA DEMOCRACIA



La pérdida de confianza en la democracia chilena no es un fenómeno nuevo y se venía alertando desde hace años.
Los casos de corrupción solo han mostrado la punta del  iceberg de un sistema político que ya no da para más  y que, por lo tanto, urge mejorar y fortalecer, sobre todo en su perspectiva democrática, para impedir la agudización de una crisis que parece no tener salida dentro del marco institucional actual.
Sin embargo, esta crisis es una nueva oportunidad para repensar en la institucionalidad que tenemos y sobre la que queremos.
Y es que parece que la necesidad de una Nueva Constitución avanza más rápido que el debate mismo sobre el mecanismo y los contenidos de ésta. En este artículo y el siguiente queremos profundizar sobre esto, a propósito de la comentada pérdida de confianza en la política.
Desde hace tiempo hemos planteado que una de las características de la construcción democrática en nuestro país es la ausencia de mecanismos de participación y control ciudadano, que pudieran ser complementarios a las actualmente cuestionadas instituciones representativas, con otras vías alternativas de intervención más directa de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones públicas. Podríamos catalogar esta situación como tardía si lo comparamos con el resto de los países de nuestro continente, los cuales ya desde fines de los años ’80 atravesaron por procesos de crisis de representación, entendida esta como un clima general de descontento popular respecto del desempeño de las instituciones de gobierno. Como hemos mencionado anteriormente, Chile y su modelo “exitoso” de transición serían la excepción…hasta ahora.
En el continente, las crecientes demandas ciudadanas por más democracia, nacidas en el mencionado entorno de la crisis de la representación de masas, dieron como resultado un notable incremento del interés en la incorporación y el uso de mecanismos de democracia directa o semi directa, tanto a nivel social como político y académico. Los más reconocidos de estos mecanismos son el plebiscito vinculante, la iniciativa popular de ley y el mandato revocatorio.
Estos instrumentos de participación ciudadana fueron, por tanto, concebidos como herramientas incorporadas en las democracias representativas para permitir a los ciudadanos participar de la elaboración y adopción de las políticas a partir de la combinación de elementos de la democracia directa e indirecta. Así, la mayoría de las Constituciones en América del Sur incorporaron o ampliaron los mecanismos de democracia directa durante la década de los noventa, con la excepción de Uruguay (que ya los tenía) y Chile.
Uno de esos mecanismos es el mandato revocatorio, en el cual el pueblo ejerce su soberanía a través de la posibilidad de destituir mediante votación a un cargo de representación popular antes de que expire el período para el cual fue elegido. A diferencia de otros procedimientos de destitución (como el desafuero judicial o político) la revocación del mandato se decide en las urnas por el mismo cuerpo electoral que designó al funcionario público y no supone una acción judicial que exija las garantías del debido proceso. El potencial resultado es el mismo: la destitución. El sujeto que decide es distinto: el Congreso en uno, el pueblo en otro. Evidentemente, tanto este como otros procedimientos de democracia directa o semi directa, pueden tener diferentes matices, dependiendo de sus mecanismos de validación, legitimación y el nivel donde se aplica (local, regional o nacional). Sin embargo, el punto clave es que es una institución eminentemente política en donde la legalidad, racionalidad y suficiencia de los motivos de la revocación es determinada por los electores, no siendo objetos de revisión judicial.
Lo positivo de esta medida es que en primer lugar reconoce al pueblo como la fuente de la soberanía. Si se supone que en el pueblo reside la soberanía y se ejerce a través de sus representantes, lo lógico es que también puedan destituirlos a través de una elección libre. En segundo lugar, se convierte en una oportunidad para la sociedad de recuperar la capacidad de influir e incidir en el representante, y por lo tanto fortalecer la vinculación entre ambos. En tercer lugar, fortalece la capacidad de la sociedad de estar más atenta a la política, promoviendo que los actores sociales hagan seguimiento a sus gobernantes, se mantengan informados y jueguen algún rol en el proceso de gobernar. Y en cuarto lugar, la destitución puede estimular a los funcionarios públicos a ser más responsables con sus electores y a reflexionar más sobre la palabra empeñada en campaña.
Las condiciones están para el debate sobre este mecanismo, que creemos sin duda fortalece la democracia. Por un lado, para el programa de Gobierno los contenidos de una Nueva Constitución deben incorporar mecanismos de democracia directa y semidirecta como este. En segundo lugar, el informe de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización propone a nivel local y regional la realización de referéndum revocatorio de mandato. Y en tercer lugar, ya se presentó un proyecto al parlamento a fines de marzo de este año por un grupo de diputados que contempla el mandato revocatorio a todos los cargos de elección popular. Señales positivas que sirven para avanzar hacia una nueva democracia para el país.

fuente : /Pablo Canelo. Encargado Área Desarrollo Social y Participación del ICAL. Primera Parte/

SEMINARIO SOBRE LA CONSTRUCIÓN DE LA REFORMA LABORAL.

Se realizará el lunes 27 de abril a las 18:00 horas en el Auditorio Municipal de Maipú, Alberto Llona 1899.
Estarán presentes representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschuzt (ICAL) y el Concejal Ariel Ramos.
El título del Seminario es “La reforma laboral que Chile necesita, diagnósticos y horizontes del proyecto de ley” y tiene como objetivo abrir un espacio de información, intercambio y análisis sobre todo entre trabajadoras y trabajadores.
Invitan la CUT Zonal Oesta, el ICAL y el Concejal Ariel Ramos.