CHILE

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domingo, 12 de mayo de 2013

EL MUNICIPIO COMO EJE DEL DASARROLLO Y LA PARTICIPACIÓN LOCAL : UN DESAFÍO PENDIENTE


Desde Ical hemos venido desarrollando un proceso paulatino y creciente de trabajo en el ámbito local, en procesos de formación de dirigentes sociales, así como de ejecución de proyectos de desarrollo social en ámbitos importantes dentro del devenir de la comunidad, como son la ejecución de proyectos de la denominada “seguridad ciudadana”, como en iniciativas culturales, deportivas y sociales, que tienen como eje transversal el fortalecimiento de actores locales a través de la generación de procesos de participación social y comunitaria. Ello, en coordinación con distintos municipios, nos ha permitido adentrarnos en el espacio municipal y en las distintas problemáticas y desafíos que se generan para los procesos de democratización municipal y comunal, así como para mejorar y transformar la forma de vida de los sectores mayormente excluidos de los beneficios del modelo dominante.
En este camino, también hemos podido desarrollar distintas iniciativas sociales y de capacitación con concejales y funcionarios municipales, lo cual ha permitido tener una panorámica y visión diagnóstica construida desde estas experiencias y relaciones con los actores y autoridades del mundo municipal. Desde ahí emergen múltiples desafíos y posibilidades que en lo central se orientar a aportar para transformar la institucionalidad local, en una perspectiva democratizadora y de fortalecimiento de ésta en los procesos de desarrollo del país desde lo local y territorial.
Hoy en día, el contexto de trabajo del municipio se realiza en lo esencial bajo los parámetros que estableció la dictadura, manteniéndose en plena vigencia la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, 18.695. Durante el período de transición democrática, salvo modificaciones vinculadas a la elección de autoridades locales por sufragio popular, no se hicieron mayores modificaciones a este aparato del estado. Este establece un rol limitado al municipio en materias de desarrollo, así como carece de recursos y financiamientos que le permita una buena administración del territorio, como la entrega óptima de servicios traspasados del gobierno central durante la dictadura, como salud y educación. De igual modo, la caracteriza como una institución centralista, donde todo el poder de decisión recae en la autoridad central, el alcalde. En materia de fiscalización y atribuciones los conejales no tienen las condiciones para un buen ejercicio del control municipal, ni de la gestión del alcalde y las políticas locales. En cuanto a participación ciudadana la deuda no es menor, pues no existen mecanismos de control de la comunidad, y los espacios creados para ello como los CESCOS y actualmente los COSOC, se limitan a una matriz consultiva respecto al rol de la comunidad y actores locales, que redunda en un espacio dominado por el clientelismo y paternalismo. Tampoco el municipio puede desarrollar iniciativas productivas, lo que aparece más como una limitante ideológica que de capacidad de gestión y producción, como lo demuestran experiencias como SMAPA, que distribuye eficientemente el agua potable en la comuna más grande del país, Maipú. Esto configura un escenario que deja enormes deudas, así como posibilidades y desafíos políticos al mundo municipal y que ha venido desarrollándose dentro del debate municipal, sin acuerdos ni avances concretos en materia de reforma.
Por su parte, los actores comunitarios y dirigentes  no tienen aún cabida en las definiciones del territorio y su municipio. La desarticulación del tejido comunitario y el proceso de despolitización ciudadana ha sido una constante en la forma de establecer la relación estado sociedad civil a nivel local. Para implementar una verdadera reforma se requiere no solo de cambios legales, sino de la generación de procesos que apunten también a transformar estas variables en el plano local. En este sentido, la responsabilidad del municipio en el aporte a la configuración de sujetos sociales aparece como fundamental y estratégico.
En este contexto, el Boletín apunta a fortalecer el debate municipal desde lo local, procurando entregar opiniones, columnas, artículos y noticias que permitan enriquecer y actualizar el debate sobre los desafíos en el plano local y municipal. En una mirada más de mediano plazo, nos proponemos aportar en el camino de realizar una verdadera Reforma Municipal, que desde nuestra perspectiva requiere de transformaciones de fondo, que se orienten a una Refundación de los municipios en Chile. Ello debe permitir  abordar de manera íntegra y transformadora las bases para la construcción de un país más participativo, democrático, inclusivo e igualitario, donde el rol de los dirigentes y comunidades, así como de las autoridades políticas locales, sea vital en los procesos de desarrollo local y regional. Ello requiere superar la actual institucionalidad a nivel comunal, desafío al que se adscribe la presente iniciativa.
Por
Claudio Rodriguez
Encargado del Área de Desarrollo Local