CHILE

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jueves, 5 de febrero de 2015

LA NOVEDAD DEL AÑO : "CUMPLIENDO"

Solían irse tranquilamente a vacaciones los dueños del país cuando llegaba el receso del verano: los gobernantes de turno habían triunfado sobre un repertorio de promesas recogidas con aprobación por la ciudadanía, pero “ellos” tenían la certeza de que no eran sino eso: “promesas”. “Del dicho al hecho” -se ufanaban- hay mucho trecho”. Y no se equivocaban: así había ocurrido, para hablar sólo de la historia más o menos reciente, con los gobiernos de González Videla (1946-1952) e Ibáñez del Campo (1952-1958), sin omitir por cierto y en homenaje a la verdad histórica más de un compromiso programático de la Concertación.
Así, todo en “paz social”, ciudadanía desmovilizada, show de festivales y ofertones.
Cuando el gobierno de Frei Montalva mostró que su proyecto de Reforma Agraria iba en serio, arreciaron los sabotajes y hasta el asesinato de funcionarios que sólo trabajaban por dar cumplimiento a la ley. También, cuando Salvador Allende avanzó en la Reforma Agraria, rescató para la soberanía nacional nuestras riquezas básicas por la vía de la Nacionalización del Cobre. Pero, eran apenas excepciones a la regla, y para eso estaban otras piezas del repertorio de las oligarquías nacionales y extranjeras.
Se vive hoy otro momento “anómalo”: el verano más caliente de los últimos años se ve agravado por el alza de la temperatura social y política. Ocurre que el gobierno de la Nueva Mayoría, liderado por la presidenta Michelle Bachelet, no ha hallado nada mejor que culminar su primer año calendario dando cumplimiento a buena parte de su programa.
Y la derecha grita “¡Escándalo!” Y a pesar de estar herida en el ala, penta-herida, moviliza todas sus reservas políticas e ideológicas.
Encuestas, manifestaciones “integristas”, movilización de sus organismos de fachada, campañas comunicacionales, todo le sirve para bloquear la desfachatada obstinación de La Moneda por cumplir fielmente el programa que votó la ciudadanía.
Pero, incluso las encuestas muestran un panorama diferente y auspicioso. Así, la muy reciente de Adimark registra un alza en la aprobación a la mandataria del
40% de diciembre a un 44% en enero, mientras que la desaprobación bajó de un 53% a un 49%.
Buena conocedora de nuestra realidad y de las fuerzas motrices de los cambios, la penta-derecha apunta privilegiadamente a los centros de poder popular que, aunque disminuidos por los años de la dictadura y un cierto inmovilismo que en este terreno se institucionalizó bajo la premisa de “los consensos”, siguen constituyendo los lugares de encuentro y acción de lo más dinámico de la sociedad chilena.
¿Es casual, que, por ejemplo, apunte privilegiadamente al movimiento sindical, acusándolo de poca o ninguna “representatividad”, cuando precisamente para ello es que impusieron su Plan Laboral bajo la dictadura y que con posterioridad hayan bloqueado todo intento democrático por devolver a los sindicatos y a su Central las prerrogativas que habían conquistado en decenios de luchas sociales y políticas? Y he allí su principal objetivo, el centro de mira de su arsenal de provocaciones y violencias.
Pero hay otros espacios que los inquietan hasta el extremo de quitarles su penta-sueño. Son los dos conglomerados de trabajadores organizados con mayor masividad e influencia nacional, por estar instalados en sectores que influyen poderosamente en la marcha del país, y cuyas reivindicaciones están vinculadas a aspiraciones muy sentidas y a los terrenos más pedregosos del quehacer nacional: la educación y el rol de control, fiscalización y acción punitiva del Estado. Nos referimos, ciertamente, al Colegio de Profesores y a la Agrupación de Funcionarios del Estado (ANEF). A la primera, negándole representatividad y el derecho a incidir como protagonistas esenciales e irremplazables en las reformas en curso; a la segunda, impidiendo el derecho a manifestación y huelga de los funcionarios públicos y el término de la impresentable mantención de miles de ellos en condiciones de virtual “subcontrato”.
Pero queda otro actor esencial: los estudiantes, secundarios y universitarios, como componentes de vanguardia del movimiento por una educación de calidad, pública y gratuita.
Utiliza la penta-derecha en este empeño todo su insolvente arsenal argumentativo, moviliza recursos, deforma y soborna.
Desgraciadamente, no todos los legítimos protagonistas de este proceso histórico tienen la misma percepción de sus contenidos, ni concuerdan en la forma de procesar sus legítimas diferencias.
Y he allí un elemento clave para avanzar y abrir, así, paso a reivindicaciones de mayores alcances y profundidad.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, nos dejó dicho el gran poeta antifascista español Antonio Machado. Se argumentará que “el camino” puede ser lento y tortuoso, lo que nadie refutará. Lo importante es que ese “andar” sea colectivo, incluyente, y que esté claro el destino: un mundo diferente, de libertad y justicia social.

FUENTE : EDITORIAL DE " EL SIGLO"

EFECTO DEL NUEVO MINISTERIO DE LA MUJER Y LA EQUIDAD DE GÉNERO

 Si se sintetizara de alguna manera lo que significa la creación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, propuesta por el gobierno de la Nueva Mayoría y aprobada por el Poder Legislativo, se podría señalar, entre otras
cosas, que estará a cargo de proponer políticas, normas, planes y programas orientados a la equidad de género, a la igualdad de derechos y a procurar eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres, coordinarlos y velar por su implementación, a fin de garantizar el cumplimiento de sus objetivos y evaluar su aplicación transversal en la actuación del Estado.
La entidad será vital en promover, defender y desarrollar derechos y demandas de todas las chilenas y contará con más presupuesto, mejor dotación de profesionales y trabajadoras y trabajadores, más atribuciones y rango ministerial, lo que implica una nueva institucionalidad para las mujeres del país.
Un rol nada menor, es que el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, encabezará los trabajos de formulación, coordinación y evaluación de un Plan Nacional de Igualdad que instaló la Presidenta Michelle Bachelet.
El Ministerio deberá proponer iniciativas legales, reglamentarias y administrativas en las materias de su competencia y evaluar su aplicación.
Uno de los apéndices del texto del nuevo organismo estatal, indica el reconocimiento de “la diversidad de las mujeres y sus diferentes opciones de vida” por lo que “promoverá la protección de aquellas que desarrollen su proyecto de maternidad”, lo que junto con garantizar un derecho, desmiente la postura de sectores de la derecha política que señalaron que sobre esta realidad, el proyecto no tenía preocupación.
Además, la entidad ministerial deberá desarrollar políticas, planes y programas destinados a atender, prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres, generando los espacios de coordinación entre los organismos de la Administración del Estado a nivel nacional, regional y local.
El proyecto de creación de este Ministerio estuvo desarrollado y defendido por el gobierno y específicamente por el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), a cargo actualmente de las políticas gubernamentales del sector y que encabeza la Ministra Claudia Pascual (Partido Comunista). Hubo un arduo trabajo en varias comisiones del Senado y de la Cámara de Diputados, de muchas parlamentarias sobre todo de la Nueva Mayoría, y de organizaciones de mujeres. También hubo consultas a instituciones internacionales.
El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género promoverá la igualdad de derechos y obligaciones entre los hombres y las mujeres en las relaciones familiares, así como el reconocimiento de la responsabilidad común en cuanto a la educación, el cuidado y el desarrollo de los hijos e hijas.
Deberá velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre derechos humanos de las mujeres y la equidad de género, ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, especialmente aquellos que guarden relación con la eliminación de todas las formas de discriminación y de violencia contra las mujeres.
En el marco de esta aprobación se creó el Comité Interministerial para la Igualdad de Derechos y la Equidad de Género, integrado por los ministros de la Mujer y Equidad de Género -que lo presidirá-, del Interior y Seguridad Pública, de Defensa Nacional, de Hacienda, Secretario General de la Presidencia, de Economía, de Desarrollo Social, de Educación, de Justicia, del Trabajo, de Salud, de Agricultura, de Vivienda y del Consejo de la Cultura.
El Ministerio tendrá un Consejo Asesor integrado por 10 especialistas “de reconocida experiencia”.
La  Ministra Claudia Pascual Grau manifestó que “por fin las mujeres en Chile cuentan con una institución al más alto nivel del Estado. El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género hace realidad un sueño de miles de mujeres y de sus organizaciones que han luchado por sus derechos”.
Enfatizó que “en este día histórico, muchas mujeres están presentes, mujeres de distintos pensamientos, edades e historias, todas comprometidas con un deseo: que las mujeres en nuestro país tengan más derechos, más autonomía y puedan vivir en libertad en un país que respeta sus derechos”.
Claudia Pascual explicó que “como Servicio (SERNAM) nuestras posibilidades estaban limitadas porque dependemos del Ministerio de Desarrollo Social y eso implica un presupuesto más acotado y funciones administrativas también limitadas. En cambio, con el ministerio dispondremos de más recursos y de un presupuesto propio, que nos permitirá implementar nuevos programas y estar más cerca de las mujeres”.

fuente : /Área de Comunicaciones ICAL/