CHILE

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jueves, 19 de marzo de 2015

BANCADA PC-IC EXPRESA SU SOLIDARIDAD A EMBAJADOR DE VENEZUELA EN CHILE


Hasta el Congreso Nacional llegó el embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, para sostener una reunión con los diputados de la Bancada del Partido Comunista de Chile y la Izquierda Ciudadana.
En la ocasión, el embajador venezolano expuso los principales temas de la contingencia, clarificando aquellos puntos que han sido tergiversados por sectores de la prensa internacional.
En ese contexto, el diplomático explicó cuáles son los desafíos inmediatos para el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, entre los que se encuentran la lucha para terminar con la llamada “guerra económica” y el próximo ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), ratificado con el voto de 181 países en octubre de 2014.
El embajador Arévalo Méndez destacó también la situación que se vive tras el anuncio realizado por el Gobierno de Estados Unidos, que catalogó a Venezuela como una “amenaza para la seguridad nacional”, en un decreto firmado el lunes 9 de marzo por el presidente Barack Obama.
Para el representante diplomático, la acción de EE.UU. busca “amedrentar” y “desestabilizar” a un gobierno democráticamente electo, hecho que podría tener serias implicancias para el resto del continente", según detallara el embajador.
“Le he explicado a los diputados qué pasaría si Estados Unidos derroca el sistema político en Venezuela. Por ejemplo, con un término de Petrocaribe, lo que se generaría sería una crisis humanitaria grave en el centro del continente. Si cae Venezuela, se resquebraja una serie de instancias internacionales como Celac y Unasur. El ALBA desaparece. La caída de Venezuela, significaría para América Latina un retroceso completo”, señaló Arévalo Méndez.
Por su parte, el jefe de la Bancada PC-IC, diputado Daniel Núñez, sostuvo que muchas de las interpretaciones que se hacen en Chile sobre la situación de Venezuela, se debe a una grave descontextualización de los hechos. “El primer problema que debemos destacar, es que la información que llega a Chile es bastante parcial”, señaló el parlamentario.
“La opinión de nuestra bancada es la preocupación por la declaración ejecutiva que hizo el Gobierno de Estados Unidos, declarando a Venezuela como una amenaza de la seguridad nacional. Cualquier persona que conoce de estos temas internacionales, se preguntaría cómo un gobierno como el de Estados Unidos, con el poderío económico y militar que tiene, puede ver en Venezuela una amenaza a su seguridad. Acá se expresa claramente la voluntad política de amenazar un proceso e intervenir en los asuntos internos de un país. Nuestra solidaridad va con el proceso venezolano, va en el sentido de que un país, por más poderoso que este sea, no puede intervenir en los asuntos de otro país independiente”, sostuvo el diputado Núñez.
Finalmente, el jefe de la bancada PC-IC enfatizó que “nuestro llamado es que el Gobierno de Estados Unidos dé marcha atrás en sus amenazas, de marcha atrás en estas resoluciones punitivas en contra del pueblo venezolano. Expresamos nuestro apoyo y solidaridad con el Gobierno Bolivariano y al embajador que hoy nos acompaña”.
fuente : prensa pcch

A MIS COLEGAS DEL CONSEJO NACIONAL DEL DESARROLLO URBANO

 El caso Caval ha generado una conmoción de gran magnitud, respecto a un negocio especulativo  habitual en Chile,  desde que la dictadura acabó con las políticas de suelo urbano y de planificación física vigentes durante los gobiernos de los Presidentes Frei Montalva y Allende.
Cada día se añaden nuevos ingrediente a este episodio, elevando el malestar de la opinión pública nacional y su  desconfianza en la institucionalidad del país.  El descrédito se ha extendido a los procedimientos vigentes en la elaboración de los planes reguladores, así como al comportamiento de las Direcciones de Obras Municipales.
El revuelo  generado por este caso se debe a que involucra al hijo de la Presidenta de la República, con las graves consecuencias políticas que ello trae consigo, pero  esta práctica especulativa impera en  el desarrollo urbano en nuestro país desde los años 80.
Las crisis tienen siempre un lado positivo, ya que contribuyen a dejar en claro los vacíos o las insuficiencias de las normas vigentes, orientando las rectificaciones necesarias para acabar con omisiones o insuficiencias, a las cuales debemos añadir ahora, la urgencia de poner fin a prácticas inaceptables tanto bajo el punto de vista técnico como ético.
Analicemos la historia del caso Caval: desde mediados del año 2013, tres fundos de Machalí se encontraban en manos del síndico de quiebras, quién los ofrecía en venta  a raíz de las deudas contraídas por su propietario.
El avalúo fiscal de los tres predios es de  $318 millones. Caval los adquirió a fines de 2013 en $6.500 millones y un año más tarde los vendió en $9.500 millones, transacción precipitada a raíz de la querella judicial  presentada por uno de sus funcionarios, dada a conocer públicamente en la edición del 5 de Febrero de la revista Que Pasa. También sabemos que Caval recibió la oferta de una firma mexicana representada por la empresa Aguas Sustentables, que ofreció la suma de $ 27 mil millones por la adquisición de  los tres predios agrícolas, siempre que hubiera certeza de su incorporación al radio urbano, materia  actualmente en estudio  con las modificaciones que se proponen al Plan Regulador de la Intercomuna.
Es natural que la opinión pública experimente un alto grado de irritación, al enterarse de tamaña operación especulativa. Los tres predios de Machalí, tasados por Impuestos Internos en 318 millones  de pesos equivalentes a medio millón de dólares aproximadamente, aumentarían su  valor a 40 millones de dólares, por el sólo hecho de ser incorporados al radio urbano, y esta descomunal plusvalía es capturada en su totalidad por los propietarios del terreno, conforme a la legislación vigente.
El caso Caval no es una excepción. Es la norma común hoy en la mayoría de las transacciones  de suelos urbanos que tienen lugar en nuestro país.
Análoga situación se originó en1997, al aprobarse las modificaciones al Plan Regulador Metropolitano de Santiago, incorporando al radio urbano 10.000 hectáreas de buenos suelos agrícolas existentes en las comunas de Lampa, Colina y Tiltil, previamente adquiridas por grandes empresas inmobiliarias que hoy comercializan varios de los más exclusivos condominios habitacionales de la región.
También ocurrirá con la última modificación a dicho Plan Intercomunal, el llamado PRMS 100, aprobado finalmente el año 2013, tras largos años  de su tramitación, no obstante la oposición del Colegio de Arquitectos y organizaciones  como la Fundación Defendamos la Ciudad.  Tres veces fue observada por la Contraloría General de la República la Resolución proponiendo la modificación del Plan Intercomunal, pero la insistencia de las empresas inmobiliarias y de la Cámara Chilena de la Construcción argumentando la escasez de suelos en el radio urbano existente, contaron  con la complacencia del MINVU y  terminaron por imponerse.
Se trata de otras 10.000 hectáreas, muchas de ellas de las mejores tierras agrícolas, donde ya son dueñas de extensos terrenos, empresas como CCU, Cementos Polpaico, el grupo Hurtado Vicuña, Eduardo Fernández León (FFV), Fernando Pérez Yoma, Víctor Peterman y otros.
La especulación con el suelo urbano es un virus generalizado en nuestro país.
En los procesos de renovación del tejido urbano existente,  las inmobiliarias utilizan la fórmula de agrupar 5 o 6 propiedades contiguas en áreas consideradas atractivas para la inversión, ya sea por su proximidad con un supermercado, una nueva línea del Metro  o un corredor del Transantiago. La fusión de los roles de propiedad les permite levantar una torre de vivienda de 20 o más pisos, con prescindencia del impacto espacial que genera  tal intervención en el entorno existente. Para persuadir a los propietarios existentes, las inmobiliarias ofrecen una suma de dinero de  un valor cinco o seis veces superior al monto del avalúo vigente, imposible de rechazar para familias de ingresos modestos. Es como haberse ganado la Lotería.
Para quienes no lo sepan, les informo que a las 8 últimas familias del Conjunto Habitacional San Luis de Las Condes, – tenaces resistentes por años de la venta de sus departamentos –  la inmobiliaria que adquirió esos terrenos, canceló a cada uno de ellos,  la suma de $ 490 millones por un departamento de 60 m2. La Inmobiliaria Parque San Luis, no trepidó en cancelar esta exorbitante suma de dinero, para consumar la exclusión de las mil familias instaladas allí en 1972.
Resulta difícil de admitir, pero esa es la monstruosa realidad.  Chile es hoy el paraíso de  una especulación desenfrenada con el suelo urbano.
Esta realidad ha extendido las expectativas de cualquier propietario por muy humilde o mal ubicado que sea su bien raíz. Ya sea que se trate de una modesta vivienda en Lo Espejo, en Cerro Navia o en San Ramón,
El cuadro que hemos descrito dificulta enormemente la planificación del desarrollo urbano. El Metro o los corredores urbanos para el Transantiago han debido modificar la lógica de sus proyectos, eludiendo eventuales expropiaciones de un valor exorbitante.
Es inconcebible que continúe este derroche de dineros fiscales en adquisiciones de suelos destinados al bienestar de toda la población. Ha llegado el momento de restituir el principio de que el bien común prevalece por encima del derecho de propiedad privada.
Llamo a mis colegas miembros del Consejo Nacional del Desarrollo Urbano a estar a la altura del desafío que enfrentamos tras la lamentable realidad puesta al desnudo  por el caso Caval. Es imposible aceptar que nuestra misión será suficiente proponiendo sólo medidas cosméticas: un nuevo incentivo a la iniciativa privada o la modificación de algunos  artículos en las actuales Leyes, Ordenanzas o Normas  que regulan nuestra actividad.
La opinión pública no entendería que presentemos a la consideración de la Presidenta de la República, semejante  paquete de propuestas.
En consecuencia, propongo que incorporemos las siguientes medidas a nuestras conclusiones:
1.- Mientras no se defina el contenido de una nueva Constitución de la República, presentar urgentemente al Congreso Nacional la derogación del Artículo 24, que hace del derecho de propiedad un bien intocable, más importante aún que el derecho a la vida.
2.- Restituir el texto incorporado a la Constitución de la República a proposición del Presidente Eduardo Frei Montalva, que modificó el artículo 10 de la Constitución mediante  la Ley 16.615 aprobada por el Parlamento con fecha 18.01.1967,  destinada a subrayar la función social del derecho de propiedad, tal como lo fijan sus siguientes dos primeros acápites:
1.-  “La ley establecerá el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer ellas y las limitaciones y obligaciones que permitan asegurar su función social y hacerla accesible a todos. La función social de la propiedad comprende cuanto exijan los intereses generales del Estado, la utilidad y salubridad pública, el mejor aprovechamiento de las fuentes y energías productivas en el servicio de la colectividad y la elevación de las condiciones de vida común de los habitantes”.
2.- “Cuando el interés de la comunidad nacional lo exija, la ley podrá reservar al Estado el dominio exclusivo de recursos naturales, bienes de producción u otros, que declare de importancia preeminente para la vida económica, social y cultural del país. Propenderá, así mismo a la conveniente distribución de la propiedad y a la constitución de la propiedad familiar”
3.- En la Medida 11, del Borrador Final. Políticas de Suelo para la integración Social, estimo que debemos ser más explícitos, restituyendo la tributación  por las transacciones de suelo urbano, tal como venía propuesto en el proyecto original presentado por el Ejecutivo en el marco de la Reforma Tributaria, y que se eliminó a raíz de las controvertidas negociaciones llevadas a cabo durante su discusión en el Senado.
Además, establecer claramente, que la plusvalía generada por la acción pública, ya sea autopistas, nuevas líneas de transporte público o cambio de destino de los suelos, debe compartirse con el Estado,  evitando que sea capturada en su totalidad por los agentes privados.  .
4.- En la Medida 13, delBorrador Final, propongo lo siguiente:
Una vez establecidas las Zonas de Remodelación o de Regeneración Urbana por parte de los nuevos Servicios Regionales de Desarrollo Urbano, para la adquisición de los terrenos o propiedades que sea necesario adquirir, se cancelará el valor del Avalúo Fiscal vigente, aumentado hasta un 11%.
Recordemos que en  la reciente aprobación de la Reforma Educacional, el Parlamento aprobó la disposición que establece un pago directo a los actuales sostenedores que rehúsen incorporarse al nuevo sistema, consistente en 25 cuotas anuales equivalentes al 11% del Avalúo fiscal.
Esto no es un despojo, sino que un pago equitativo. Por lo demás, abrigo la certeza de que, en cuanto hayamos concluido la primera obra de remodelación en los términos de integración social que propicia el Borrador Final de nuestros debates, nos lloverán las peticiones de proceder de esa forma a lo largo de todo el país, cualquiera que sea la modalidad de cancelar el valor de las propiedades.

 /Miguel Lawner(*). Programa de Vivienda de ICAL/

(*)Miembro del Consejo Nacional del Desarrollo Urbano.-
Fotografía Colegio de Arquitectos de Chile.

ABUSOS A ADULTOS MAYORES EN LAS CAJAS DE COMPENSACIÓN.

 En la sesión de la Cámara de Diputados del martes 10 de marzo de 2015, se analizó y revisó “la situación de abusos a que se ven enfrentados los Adultos Mayores en las Cajas de Compensación”, para la cual fueron invitados diversos personeros de gobiernos como la Ministra del Trabajo y Previsión Social y el Superintendente de Previsión Social, además de público de la Tercera Edad, quienes concurrieron a escuchar las intervenciones de los diputados.
El problema en cuestión nació del funcionamiento abusivo y en muchos casos ilícitos de estas instituciones. Para comenzar el análisis, veamos cómo funciona una Caja de Compensación y para que sirven. En el articulo 1º del Estatuto General de las Cajas de Compensación de Asignación Familiar, contenido en la Ley Nº18.833, se establece lo siguiente: “Las Cajas de Compensación de Asignación Familiar, entidades de previsión social, son corporaciones de derecho privado, sin fines de lucro, cuyo objeto es la administración de prestaciones de seguridad social…”
Las CCAF administran dos tipos de prestaciones de seguridad social, porque en el Artículo 2° de la Ley Nº18.833 se señala que “el Estado será subsidiariamente responsable de las obligaciones que las Cajas de Compensación contraigan con sus afiliados como consecuencia de la administración de los regímenes…”.
Entonces, un tipo de prestación de seguridad social son las prestaciones legales, las cuales se tratan del traspaso por parte del Estado de recursos hacia las CCAF, destinados a la administración por parte de estas instituciones, de los fondos de seguridad social, conteniendo en ellas la responsabilidad de pagar a los trabajadores beneficios como la asignación familiar, subsidio por incapacidad laboral, el pago del pre y postnatal, además de licencias por enfermedad grave de niño menor de un año y los subsidio de cesantía.
El otro tipo de prestación, es aquella de bienestar social y adicional, la cual entrega “beneficios adicionales de carácter social y familiar”, dentro de los cuales se encuentran los créditos sociales.  Esta prestación es la que se cuestiona, debido a que su origen pretende ser “social”, pero al final se cae en situaciones graves.
Actualmente existen cinco Cajas de Compensación en nuestro país. Dentro de ellas se encuentran 800 mil pensionados afilados. Distribuidos por región, podemos ver, por ejemplo, que en la Región Metropolitana están afiliados 305.588 pensionados, en el Bío Bío 125.531, y en la Región de Valparaíso 116.990 en el presente año.
Debemos agregar que según la última encuesta Casen, el 84,2% de los pensionados mayores de 65 años que mantiene una deuda en alguna Caja de Compensación, tiene ingresos que van desde los $70.000 a los $200.000.
La situación de vulnerabilidad de los Adultos Mayores por parte de estas empresas privadas, que hemos visto recurrentemente en notas de prensa y en variados relatos de personas afectadas, es cada vez más angustiante ya que son créditos legales bajo las normativas de la Superintendecia de Valores y Seguros, pero abusivos.
A primera vista, todos estos servicios y beneficios establecidos para las personas afiliadas a estas entidades, ya sean trabajadores del sector privado o público, o del sector pasivo como los jubilados, parecen brindar una mayor protección al momento de enfrentar una contingencia o mejoramiento de el status de vida, sin embargo, también se les permite cobrar comisiones e intereses por los préstamos otorgados, los cuales son fiscalizados por la Superintendencia de Valores y Seguros y no por la Superintendencia de Bancos e Instituciones financieras que tiene mayor conocimiento sobre el tema.
Contribuciones a este debate pueden ser muchas. Al pensar en las condiciones de endeudamiento, es lógico decir cual debería ser el fin real de estas empresas privadas  -sin fines de lucro-, esto es prestar servicios que ayuden a mejorar su calidad de vida y en último caso subsidiar necesidades bajo parámetros solidarios que ayuden.
También debemos pensar en las razones del por qué nuestros Adultos Mayores se están endeudando tan gravemente. Alguna de las hipótesis tiene que ver con las reducidas pensiones que mes a mes reciben ellos, las cuales no son suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, ya sea alimentación y salud, teniendo que recurrir de manera casi obligada a estos centros crediticios en busca de dinero para solventar sus crecientes gastos. Al ver esta realidad debemos aceptar la ocurrencia de estos hechos y proponer nuevas medidas que sean de orden fiscalizadora y de funcionamiento mas estricto.
En un intento por remediar esta situación, en la Cámara de Diputados hay varios proyectos que buscan remediar abusos en materia económica, como el Boletín 6951-13, el cual considera que “actualmente en materia de créditos y posterior cobro de intereses y comisiones, es donde se ven las mayores dificultades, engaños, aprovechamientos y falta de información por parte de las Cajas de Compensación respecto de sus afiliados, sobre todo aquellos de la tercera edad”, o el boletín 7069-13, el 9196-13, y el 7580-03, los cuales también tratan el asunto.
Algunas alternativas que podrían ser planteadas serían la obligatoriedad de las Cajas de Compensación de concurrir ante un Notario Público al momento de firmar este tipo de créditos, para así crear una barrera más de fiscalización ante el hecho de contraer estas deudas.
El tope etario también podría ser una buena medida, ya que en nuestro país los Adultos Mayores son considerados desde los 60 años, en los cuales todavía la mayoría sigue en actividad laboral activa. Al colocar un tope, se lograría restringir los años de endeudamiento posterior y la cantidad de dinero que sería prestado, de manera de que sea una deuda solvente. Otro punto es aquel que tiene que ver con los intereses impuestos a los créditos entregados, para los hipotecarios varia en torno al 5%, mientras que para los de consumo es casi del 3%, se podría proponer fijar una tasa solidaria no mayor al 1% para ambos créditos, de manera de alejar los cobros abusivos de estas empresas.

FUENTTE : ICAL
/Rocío Vargas. Área Legislativa ICAL