CHILE

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viernes, 25 de octubre de 2013

EDUCA-TV . LA CRISIS DEL CAPITALISMO


EDUCA-TV ." QUE HACER "( V.I. LENIN)


OPERATIVO SOLIDARIO EN LA COMUNA DE LO ESPEJO (DISTRITO 28)


EDUCA -TV. FRANJA DEL PC 2013 (CAP N°8)


EL GOBIERNO DE PEDRO AGUIRRE CERDA (1938-1941)

"La educación es el primer deber y
el más alto derecho del Estado"
 
 
El gobierno de Pedro Aguirre Cerda (1938-1941) fue el primero de tres administraciones sucesivas encabezadas por el Partido Radical . De estos, el suyo fue el único en permanecer en la memoria popular del siglo XX, al liderar el Frente Popular  y llevar a cabo un gobierno que promovió la industrialización y la educación al servicio de los intereses populares.
Hijo de agricultores, nació el 6 de febrero de 1879 en Pocuro, cerca de Los Andes  y quedó huérfano de padre a los ocho años. Para financiar sus estudios universitarios ejerció la docencia en varios liceos, mientras impartía clases en forma gratuita en escuelas nocturnas para obreros. Así, superando la modestia de sus recursos y con un gran esfuerzo, logró titularse como profesor de castellano y filosofía  en la Universidad de chile  en 1900 y de abogado de la misma casa de estudios, cuatro años más tarde. Una vez recibido, fue profesor de Educación Cívica, Castellano y Filosofía en la Escuela de Suboficiales del Ejército, en el Liceo Barros Borgoño y en el Instituto nacional ..
Por esos años ingresó al Partido Radical y más tarde (en 1906) a la masonería . En 1910, continuó sus estudios superiores en derecho y economía en Francia y de regreso a Chile, inició una exitosa carrera política   que culminó el 24 de diciembre de 1938, cuando asumió como Presidente de la República  , apoyado por el Frente Popular.
Antes de cumplir un año de gobierno debió enfrentar el terremoto de Chillán y el llamado "Ariostazo"
. Durante su mandato, impulsó un fuerte proceso de industrialización, para lo que fundó la Corporación de fomento de la producción . como parte de un ambicioso plan de desarrollo económico que contemplaba la construcción de plantas eléctricas y siderúrgicas, la explotación de petróleo, el apoyo a la industria manufacturera y la mecanización de la agricultura. Referente a este último tema, no obstante haber propuesto en su libro El problema agrario  (1929) que el Estado debía redistribuir las tierras improductivas y que su propio programa de gobierno contemplaba la reforma agraria, la que nunca llegó a efectuarse en estos años.
En concordancia con su lema de campaña "gobernar es educar", otro eje fundamental de su administración fue la expansión de la instrucción primaria, con la construcción de más de 500 escuelas y casi sextuplicando el número de alumnos matriculados.
Su gobierno también se destacó por desarrollar una activa política cultural. En 1939 promovió el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral , con quien lo unía una estrecha amistad , aunque ésta recién lo obtuvo en 1945. También ordenó elaborar un proyecto de ley para crear el Premio nacional de Literatura  que finalmente fue promulgado en 1942. En los sectores populares creó espacios orientados a la ocupación  del tiempo libre  de hombres, mujeres y niños.
En el campo internacional, tras la derrota del bando republicano en la guerra civil española, gestionó el traslado al país de numerosos refugiados españoles  en el carguero Winnipeg  y más tarde recibió a refugiados políticos  que huían de los territorios ocupados por la Alemania Nazi. Por otra parte, luego de la reclamación hecha por Noruega sobre territorio antártico, el gobierno de Aguirre Cerda declaró oficialmente en 1940, su intención de incorporar a la vida nacional el territorio sobre el cual reclamaba soberanía, estableciendo los límites de la Antártica Chilena.
Durante su mandato, la revista Topase  lo convirtió por en "don tinto", debido a las viñas que poseía y su eslogan "gobernar es educar" fue modificado en "gobernar es viajar", debido a sus constantes salidas al exterior.
Después de su muerte , la figura del presidente se consolidó en el imaginario popular a través de su viuda Juanita Aguirre Luco , quien siguió desplegando una activa función social que ayudó a realzar su propia figura y la de su esposo, como exponentes de una política popular puesta al servicio de los más desposeídos.

FUENTE :ARCHIVO CRE

¿ TODOS SEREMOS OXFORD ?

 
“Una buena educación termina con las clases sociales”, dictaminó la tercera candidata presidencial de la derecha, Evelyn Matthei, en reciente comparecencia televisiva. Novedoso, aunque no tanto: ya en el Manifiesto Comunista de 1848 Marx y Engels habían postulado una “sociedad sin clases”, junto con enunciar los medios de alcanzarla.
Las novedades tras la pintoresca declaración de la candidata derechista son, primero, que durante años tanto la dictadura como la derecha habían “aplanado” la sociedad negando la existencia de las clases sociales, y persiguiendo desde el silencio y la exclusión hasta la cárcel a quien osara referirse a ellas. Lo mismo hicieron y hacen cuando decretan superada la clásica diferenciación ideológica y política entre derecha  e izquierda. La otra novedad es el nuevo status de la (“una buena”) educación, ahora convertida en un tan poderoso motor de los cambios que basta con ella para superar siglos y milenios de historia.
Convengamos al menos que, en medio de tanta mediocre y aventurera profusión de “verdades” para consumo rápido, estas revelaciones que nos hace la candidata derechista son de una indiscutible originalidad y… audacia.
Una buena pregunta que debieran responder sus apoderados, es si estas novedades teóricas de la señora Matthei son compartidas por sus escuderos, lo que no parecería muy cierto de oír las más recientes reacciones de los que se supone sus asesores y directores de campaña.
Enfrascada en una disputa centímetro a centímetro con su rival en las encuestas, apuesta la candidata UDI-RN a no quedar relegada a un tercer lugar en las elecciones del 17 de noviembre. Perdida su “primera serenidad”, Dama Evelyn se ofrece en espectáculo ante todo el país, demostrando que la derecha, aunque unida, siempre será vencida si tiene al frente suyo una izquierda y un centro favorecidos por fuertes convicciones y esperanzas sólidamente asentadas.
La que parece “carrera corrida” no es, sin embargo de toda señal y apariencia, un dato definitivo. Por eso, desde los partidos de la Nueva Mayoría se insiste en no bajar la guardia y en sostener la marcha ascendente para asegurar un triunfo presidencial en primera vuelta (“golpe de gracia” a la derecha), y el máximo posible de doblajes en diputados y senadores para que el programa de cambios surgido de la experiencia de las luchas por educación, nueva Constitución, salud, reforma tributaria, sean posibles al más breve plazo.
El descubrimiento teórico de la señora Matthei podría deslumbrar a algún inadvertido. ¿Sociedad sin clases?: por cierto. ¿Cómo?: también con “una buena educación”, pero eso no basta. Hay que “educar al soberano”, como decía Sarmiento aludiendo al pueblo. Si no hay reforma tributaria, ahora; si no se reparte mejor “la torta”, no hay educación por buena que sea que nos salve del reino de la injusticia. Si seguimos en una realidad de empleos precarios, campamentos y servicios de salud deficientes, no habrá progreso real. ¿O es que todos seremos Oxford porque así lo disfraza la candidata de la educación y la salud privadas, de las carreteras, hospitales y cárceles concesionadas, de la estrechez binominal y del culto a una dictadura que no se atreve a llamar por su nombre?
 
fuente : editorial de "el siglo"