CHILE

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miércoles, 23 de diciembre de 2015

HISTORIA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE (PCCH) -PARTE I

Desde la Formación del Partido Hasta 1933
Este período corresponde a los primeros pasos del Partido Obrero Socialista (POSCH),   formado el 12 de junio de 1912,  se puede decir, a su infancia. El partido no logra todavía su maduración política ni orgánica, pero avanza en esa dirección.
Los primeros planteamientos políticos del PCCH
Al momento de fundarse el PCCH (en el segundo congreso de Rancagua, el 2 de Enero de 1922, adopta  el nombre de PCCH  al incorporarse ala Internacional Comunista), el país vivía una profunda crisis, que era visible para todos, el PC proclamó la necesidad  de la toma de poder por parte del proletariado en alianza con el campesinado. Sobre la base de ese poder obrero campesino debía instaurarse el socialismo en Chile, es decir, el partido caracterizaba a la revolución chilena como inmediatamente socialista.
Esas posiciones tenían gran mérito de que excluía todo reformismo y conllevaba un claro énfasis en el rol del proletariado contribuyendo  con ellos a la radicalización y educación revolucionaria de la parte más avanzada de éste.
Sin embargo estas posiciones no consideraban del todo las contradicciones más agudas entonces existentes en la sociedad chilena, aquellas entre el imperialismo y la oligarquía por un lado,  y el resto del país por el otro.
Con ello se restringía la base de masa del partido pues las reivindicaciones de considerables sectores no proletarios no quedaban suficientemente atendidas, restringiéndose así los aliados potenciales del proletariado. Sólo en los años posteriores, cuando alcanzó una mayor madurez, el partido enfocó de una manera más amplia estos problemas.
En el plano orgánico el joven PCCH inicialmente mantuvo la estructura heredada del POSCH, que no era celular, sino que bastaba en asambleas. Sólo en su tercer congreso, celebrado en 1924, el partido resolvió reemplazar las asambleas por células. Pero en este camino se avanzó muy lentamente.
La relación entre el PCCh y la FOCH
El partido realizaba su trabajo de masas ese inicialmente a través dela FOCH. Losprincipales dirigentes de ésta eran comunistas. La masa proletaria incorporada ala FOCHespontáneamente se consideraban comunistas.
En este sentido  no había todavía una exacta comprensión de la diferencia existente entre el organismo de masas y el Partido. No obstante, esta estrecha vinculación que se daba entrela FOCHy el PC permitió que las ideas revolucionarias se asentaran en enormes contingentes de la clase obrera, sobre todo en aquellos situados en los núcleos principales de concentración proletaria: el salitre, el carbón, etc.
Esto significa que, desde los comienzos, el PC tuvo un gran arraigo proletario, cuestión que en alguna medida constituía una herencia del POSch y de la inmensa labor que durante años realizara LER. El PC desde el comienzo supo mantener e incrementar esa herencia.
La primera clandestinidad (1927- 1931)
En 1927 se instauró la dictadura de Carlos Ibáñez de Campo, quien era un acérrimo admirador de Mussolini. La oligarquía, incapaz de solucionar su crisis por otros medios, volcó su apoyo hacia Ibáñez renunciando de paso a su antigua profesión de fe demo- liberal.
La dictadura Ibañista se ejerció a través de métodos represivos y policiales, siendo el PC su principal blanco. En marzo de 1927, por orden del régimen, la prensa del partido fue clausurada y sus militantes y dirigentes comenzaron a ser encarcelados. En 1929 la mayoría del CC. Fue relegado a la lejana Isla de Pascua. Muchos cuadros fueron asesinados.
La represión afectó duramente al partido. Una de las causas principales de esto fue el hecho de que en 1927 aún el partido no completaba el paso a la organización celular. Solo en la clandestinidad culminó el proceso de superación de la vieja estructura heredada del POS.
En este contexto, al comienzo de la dictadura, un grupo encabezado por Manuel Hidalgo- que era parlamentario- manifestó al interior del partido, posiciones oportunistas de derecha, oponiéndose al paso a la clandestinidad  postulando que se debía aparentar un apoyo crítico a Ibáñez a fin de no ser proscritos.
A la par sostenía que el partido debía impulsar los cambios que la situación permitiera, a consigna de este grupo era “partido clandestino, fábrica de mártires”. Ante la negativa de aceptar las decisiones políticas de la dirección, Hidalgo y sus seguidores se convirtieron en una fracción, por lo cual fueron expulsados.
Tales problemas fraccionales y la aparición de caudillos tipo Hidalgo, eran principalmente el resultado de la carencia de una estructura y una vida celular sólidas.
Depurado de esos elementos oportunistas, el partido continuó su lucha contra la dictadura.
Ante la inmensa oleada represiva y el encarcelamiento de muchos cuadros de dirección, el CC debió ser reestructurado, trasladándose a Valparaíso, donde se estableció su núcleo básico encabezado por Galo González.
En todo caso, pese a las adversas condiciones, el PC fue el único partido que no apoyó a Ibáñez y que luchó son transacciones contra él, desplegando una elevada combatividad.
Se gesta una situación revolucionaria a la caída de la dictadura. La posición del PC( 1931- 1932)
En 1931 repercutió en Chile la crisis mundial capitalista que había comenzado en 1929.ante la total bancarrota del país, las masas salieron a la calle con el objeto de echar a la dictadura, lo que se consiguió el 26 de julio de ese años después de una serie de huelgas y movilizaciones.
A la caída de la dictadura el PC salió de su situación de clandestinidad y convocó a una conferencia nacional, la que reconstituyó el CC y eligió como Secretario General a Carlos Contreras Labarca.
Lanzado a la lucha el Partido, siguiendo las resoluciones dela Conferencia, se esforzó por reorganizar  al movimiento obrero y de masas e impulsó el combate por las reivindicaciones inmediatas de éstas.
El PC, en base a la lucha popular, se planteó el objetivo de darle una salida revolucionaria a la crisis que viva el país. La lucha de clases se puso al rojo vivo.
En agosto de 1931la FOCH, encabezada por Elías Laferte, lanzó una huelga general en defensa de una serie de reivindicaciones populares. En septiembre estalló la insurrección dela Marinería, la que se apoderó de la flota de guerra exigiendo reformas democráticas en el país.
Los marinos insurrectos recibieron el apoyo de la clase obrera a través dela FOCH, la que con ese fin declaró otra huelga general. El PC apoyó resueltamente estas acciones.
No obstante, a pesar de la solidaridad, el movimiento dela Marinaterminó por ser derrotado, sobre todo debido a una falta de conducción firme y a la inexperiencia de sus líderes.
Al año siguiente, el 4 de julio de 1932, Marmaduque Grove encabezó un golpe de Estado y estableció lo que se denominó como “República Socialista”, la que duró tan solo 12 días, siendo luego derribada por otro golpe.
Las clases dominantes solo pudieron estabilizar su dominio con la elección de Arturo Alessandri en los últimos meses de 1932.
La verdadera situación revolucionaria que se generó a la caída de Ibáñez no se transformó en revolución. Las causas fueron muchas, pero entre ellas se puede señalar aquellas que se refiere al hecho de que el proletariado en cierto grado se hallaba disperso debido al cierre de muchos centros mineros y a la cesantía que ello implicó.
También influyó el hecho de que el movimiento obrero no había podido superar su debilidad orgánica en que quedó como producto de la dictadura de Ibáñez. Otro hecho influyente fue que el PC todavía no había logrado una madurez política suficiente y estaba aquejado de ciertas posiciones “izquierdistas” e incluso sectarias.
En efecto, a la caída de la dictadura el Partido se había planteado como objetivo inmediato la instauración del socialismo para lo cual, durante los 12 días de la “República socialista”, impulsó la creación de soviets como órganos de poder obrero campesino.
Con estas posiciones el partido restringió su base de apoyo social y no pudo conducir los acontecimientos hacia adelante. Importantes contingentes de las masas quedaron, como producto de ellos, bajo la influencia de los líderes burgueses(Alessandri) o pequeño burgueses(Grove).
Desde 1933 Hasta Los Comienzos de La Segunda Clandestinidad
Durante este período el Partido experimentó un gran avance en su maduración política. Se hacen importantes esfuerzos por enfocar de manera científica el problema dela Revolución Chilenay su carácter. Se abre paso una política de alianzas amplias. Producto de todo ello el Partido logra adquirir gran influencia  política y de masas en el cuadro nacional e incluso llega al gobierno, para luego ser expulsado de él por la traición de Gonzáles Videla.
La conferencia nacional de 1933 recaracteriza la Revolución
En el mes de julio de 1933 el Partido realizó una importante Conferencia Nacional donde se aprobó la tesis según la cual el carácter dela Revolución Chilenaen lo inmediato no es socialista, sino que su objetivo consiste en “poner fin a la dominación de los monopolio internacionales y del gran latifundio, nacionalizando las empresas imperialistas, el gran latifundio, nacionalizando las empresas imperialistas, estableciendo relaciones con el mundo socialista, entregando la tierra a los campesinos y, a través de todo esto, creando las bases materiales para el desarrollo de una industria independiente, la democratización de la república y la lucha ulterior por le socialismo”( ).
La gran importancia dela Conferencia Nacionalde julio de 1933 reside en que el Partido comprendió que sólo es posible avanzar al Socialismo a través de las transformaciones  anti- imperialistas y anti- oligárquicas, y que esta fase de la revolución no podía ser pasada por alto si se quería obtener el triunfo.
La fase antiimperialista y anti-oligárquica de la revolución, siguiendo la terminología  de la época, fe denominada porla Conferenciade 1933 como “democrática burguesa”. La perspectiva de esta fase de la revolución sería pasar luego a la fase socialista propiamente tal de la revolución.
La Conferencia Nacionalde 1933 significó un gigantesco paso adelante en el desarrollo político del partido del partido pues este no dejó hablar genéricamente acerca de la revolución social y puso su punto de mira en las trasformaciones que de inmediato tenía planteado el país(de carácter antiimperialista y anti-oligárquico), sin por ello perder de vista la perspectiva socialista de todo el proceso.
El séptimo congreso de la Internacional Comunista de los Frentes Populares (1935)
En 1935 se celebró en Moscú el séptimo Congreso dela Internacional Comunista.Su objetivo fue definir una estrategia capaz de:
1-      Hacer frente a la ofensiva fascista que asolaba especialmente Europa;
2-      Defender la democracia
3-      Crear condiciones para una futura ofensiva popular que permitiera avanzar hacia el socialismo.
El séptimo Congreso dela ICdefinió al fascismo  como la dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios y más chauvinistas el capital financiero.
Para enfrentar al fascismo el Congreso planteó la necesidad de la unidad de la clase obrera, en trono a la cual debían agruparse otras capas y clases afectadas por la política fascista, como era el caso del campesinado, las capas medias, la pequeña burguesía.
Esta gran alianza formaría lo que el séptimo Congreso denominó Frente Popular Antifascista. El Frente Popular debía impedir el avance del fascismo, lucha por las libertades democráticas y llevar adelante medidas contra el capital financiero. Esta perspectiva debía  materializarse a través de la conquista de gobiernos de frente popular los que, a su vez, debían ser formas de transición para la futura revolución socialista.
La formación del Frente Popular en Chile
Tomando las resoluciones del Séptimo Congreso dela IC, el PCCH se lanzó a la creación del Frente Popular. El Partido consideró que lo que llamaba revolución democrática burguesa- cuyo contenido era anti imperialista y anti oligárquico-, se llevaría adelante bajo la forma de un gobierno de  Frente Popular. Este gobierno tendría que poner fin al dominio del latifundio, de los banqueros y de la dominación imperialista, democratizando al país, conduciéndolo a su independencia económica a través  de la creación de una industria nacional y creando las condiciones para avanzar luego al socialismo.
Para lograr estos objetivos el partido amplió su política de alianzas, en lo cualla Conferencia Nacionalde 1933 no había innovado. Además del eje obrero campesino se vislumbró ahora la unidad con vastas capas medias, pequeño burguesas y aún con sectores democráticos y progresistas de la burguesía. La expresión política de esta unidad sería la alianza formada por comunistas, socialistas- partido que se había fundado en 1933-, radicales y demócratas.
En el contexto de una lucha huelguística muy intensa, en medio del combate contra la dictadura legal de Alessandri y al calor de la solidaridad conla España Republicanaque luchaban contra el fascismo, se conformó la amplia alianza de izquierda formada por el PC, PS, PR y el Partido Demócrata, masla CTCH. Deeste modo se constituyó el Frente Popular, el cual se propuso ganar el gobierno de la política del PC, el que asó paso a convertirse en un partido muy gravitante en la política chilena, desarrollando a la vez, un gran arraigo de masas.
El triunfo del Frente Popular (1938)
El 25 de Octubre de 1938 el Frente Popular con su candidato Pedro Aguirre Cerda derrotaba en las urnas al representante de la oligarquía Gustavo Ross. El papel del PC en este triunfo fue decisivo. Los militantes comunistas premunidos de una gran mística difundieron por todo el país las ideas frentistas. Sin ese aporte el Frente Popular no hubiera podido triunfar.
Conseguida la victoria, al PC (que no quiso ingresar al gobierno diciendo solo apoyarlo desde afuera) y al proletariado se le planteó la tarea de conseguir que las fuerzas más avanzadas le dieran su conducción al Frente. Esta era la condición para que el programa de gobierno se cumpliera.
Del Frente Popular a la Alianza Nacional Antifascista
En 1941, bajo presiones norteamericanas, el Frente Popular fue desahuciado por Oscar Schnacke, líder del PS. Como producto de ello se verificó la división entre comunistas y socialistas. Pese a la ruptura del FP el espíritu  frentistas persistió en la base popular.
En este contexto, los acontecimientos internacionales entraron a influir crecientemente en la situación nacional. En efecto, ningún partido podía dejar de pronunciarse frente a la evolución de la guerra mundial que se había iniciado en 1939. con la invasión nazi ala URSSque modifico el carácter del conflicto.
El eventual aplastamiento del primer país socialista porla Alemanianazi  y el triunfo de ésta en la guerra hubiera traído consigo  una reacción en toda la línea en todo el planeta. Por el contrario, el triunfo dela URSSy sus aliados permitiría  el despliegue de cambios progresistas  en  todo el mundo. De allí que la guerra cambiara su carácter esencial: se transformó en una guerra antifascista y democrática. Los aspectos imperialistas del conflicto pasaron a un segundo plano.
La posición del PCCH  frente al conflicto mundial consistió ahora en propiciar a unidad y la movilización de todos los chilenos en pro de la ayuda política, moral y material ala URSSy a sus aliados (para esos efectos se creó un gran movimiento  de masas llamado Unión parala Victoria); en luchar contra la quinta columna fascista que existía en el país ciertos grupos de la oligarquía eran partidarios de a Alemania Nazi); y en impulsar el progreso y la independencia nacional.
En pos de estos objetivos el partido planteó la formación de una Alianza Nacional Antifascista en apoyo a la coalición antihitleriana. Los puntos programáticos de esta alianza serían:
a)      Ruptura de relaciones diplomáticas con el eje nazi- fascista;
b)      Establecimiento de relaciones diplomáticas conla URSS;
c)       Desarrollo de la producción; el progreso y la independencia del país.
Bajo esta concepción de la alianza nacional antifascista es que en 1941 el PC apoyó la candidatura de Juan Antonio Ríos, la que contó también – aparte de comunistas y radicales- con el apoyo del PS, del Partido Liberal y de parte dela Falange Nacional.El partido consideró que ante el hecho de que había que evitar el aislamiento que se requería cerrarle el paso al candidato de la oligarquía, no quedan más que apoyar al candidato radical y luchar por llevar las cosas lo más adelante posible.
Sin embargo, el gobierno de Ríos, del que el PC tampoco formó parte, fue un gobierno burgués más. No introdujo ningún cambio y, por el contrario, la influencia de la burguesía se esforzó.
El XVI Pleno del CC y el Noveno Congreso: la lucha por la línea independiente del Partido.
El XVI Pleno del CC y el IX Congreso del Partido, ambos celebrados en 1945, constataron ciertas deformaciones en la aplicación de la línea.
Estas deformaciones, se dijo, consistían en una tendencia a la colaboración y a la conciliación con la burguesía bajola Alianza Nacional, lo cual había conducido a dejar de lado la lucha por los objetivos de la revolución democrática burguesa. El IX Congreso señaló que el Partido no había ligado suficientemente la lucha por la solidaridad conla URSSy los aliados, con la lucha por eliminar el latifundio, el dominio imperialista y por las reivindicaciones de las masas, las que así en parte quedaron desatendidas, con lo cual la influencia del partido en ellas se estancó.
El Congreso acordó producir un viraje en la situación, impulsar sin claudicaciones los cambios que corresponde a la revolución democrática burguesa y ponerse a la cabeza de la lucha por las reivindicaciones de las masas, igualmente se resolvió elevar la democracia interna, el nivel ideológico del partido, a vigilancia revolucionaria y la crítica y la autocrítica. Por último, el Congreso eligió como Secretario General a Ricardo Fonseca.
FUENTE : CNE -PCCH

LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA NO ESTÁ ACABADA

Esun delito regodearse con la desdicha ajena, particularmente si ocurre en medio de una tormenta perfecta de mentiras y sandeces sobre Venezuela que ha girado, un día tras otro, con la clara intención de engullirnos. Ignacio Ramonet lo explicaba muy bien anoche en Telesur, cuando todavía no se conocían los resultados de las elecciones legislativas, que dio la mayoría a la oposición. La Revolución bolivariana no está acabada, ni mucho menos, aunque desde arriba, de las
transnacionales mediáticas y de las élites políticas, solo llueva fango sobre ella.
El director de Le Monde Diplomatique analizaba por qué. Esta fue una elección para la Asamblea Nacional, pero el sistema de gobierno venezolano es presidencial. Se puede tener una victoria en un Parlamento de 167 curules, que dan un margen de poder, pero limitado, como ocurre en EEUU. Los cubanos lo entendemos muy bien: el Presidente Obama tiene prerrogativas para gobernar y tomar decisiones a diario, pero derogar el bloqueo es un negocio del Congreso. Y aún así sabemos que Obama tiene facultades que no ha utilizado, cuando podría perfectamente dejar en un cascarón inútil esta política espuria. Vaya usted a saber por qué.
Quien haya seguido estas elecciones no puede ignorar que se ha legitimado al Poder Electoral y la institucionalidad venezolanos. Hubo gran tranquilidad durante toda la jornada y la nota indigna no fue del chavismo, sino del acompañamiento internacional de la oposición, que violó las normas más elementales de respeto al ejercicio eleccionario, al entrometerse en la política local.
¿Que la tiene fácil el gobierno de Maduro? Claro que no. Mantendrá ante sí el desafío constante de una derecha golpista que suele despreciar la voluntad popular, que cuenta con el respaldo político-militar de Estados Unidos y que con estas elecciones acaba de recibir una inyección de esteroides. Que intentará, con ánimo renovado, hacer retroceder no solo en Venezuela -ya sabemos el peso específico de la revolución chavista en el ámbito continental- un proceso que hizo ciudadanos a millones de pobres y que ha estado permanentemente acosado por el boicot económico y el crimen organizado al servicio del neoliberalismo trasnacionalizado y el paramilitarismo.
El temor es que, de avanzar los objetivos de esa derecha de cacerolas y bandera yanqui, el desmontaje simbólico y social de la Revolución en Venezuela se convierta en una actividad salvaje que haga retroceder lo que hasta ahora se ha conseguido. La intransigente radicalidad contra el Gobierno bolivariano, fuente de la orfandad orgánica y de liderazgo de la oposición en casi dos décadas de chavismo, tiene una doble naturaleza: por un lado posee una alta capacidad autodestructiva, pero por la otra resulta muy peligrosa dada su (no verbalizada ahora pero patente) tradicional apuesta política por la sangre.
fuente : cubadebate