CHILE

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lunes, 25 de agosto de 2014

LA OBSESIÓN DE LA UDI CONTRA EL PCCH

“Mentir, mentir, que algo queda”. La famosa frase y receta del propagandista nazi Joseph Goebbels vuelve a ser utilizada, esta vez por la Unión Demócrata Independiente (UDI) para intentar enlodar la imagen del Partido Comunista.
Dos representantes de la UDI de nuestra región, el ex vocero de gobierno, Iván Espinoza, y la ex gobernadora Susana Verdugo, se han sumado a la campaña de desprestigio y pretenden hacer creer que el PC lucró durantesu paso por la Universidad Arcis.
En diversos episodios de nuestros 102 años de vida como partido, se nos ha acusado y denostado de diferentes formas. Incluso, durante la última dictadura, se mató e hizo desaparecer a muchos de nuestros compañeros y compañeras para impedir que como pueblo mejoráramos nuestras condiciones de vida.
“Come guaguas”, “humanoides”, “extremistas”, han sido algunos de los adjetivos que nos han lanzado durante la historia y aún hay personas que usan la palabra “comunista” como una ofensa. Lamentablemente, los poderosos han logrado mantener el anticomunismo. Así mantienen sus privilegios.
La mentira del 2014 es intentar convencer de que el PC lucró en la Universidad Arcis y así intentar detener la reforma educacional que busca, precisamente, terminar con el lucro. Quienes sí tienen tejado de vidrio, están en la UDI.
El ex ministro de Educación, Joaquín Lavín, y varios otros dirigentes del gremialismo amasaron jugosas fortunas durante su paso por la Universidad del Desarrollo. Por eso es tan fácil para la UDI inventar argumentos falaces, ya que se nutren de la experiencia de sus lucrativos negocios.
La reciente creación de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados sobre la Universidad Arcis solo busca enlodar al PC o ¿de verdad creen que lo hacen para defender a los estudiantes y trabajadores? Sólo buscan obtener dividendos políticos de la crisis. Es un nuevo capítulo de la campaña del terror de la derecha contra el gobierno para mantener intacta la desigualdad.
Todo lo que han afirmado no tiene sustento ni prueba. Solo son afirmaciones que buscan impactar mediáticamente para que parezcan verdades. Tanto la justicia como anteriores comisiones investigadoras de la Cámara ya indagaron a Arcis y nada ilegal determinaron. Los comunistas no permitiremos que nos saquen al pizarrón los defensores del lucro.

FUENTE : RADIO NUEVO MUNDO OVALLE

PRINCIPIOS Y NORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE

El CENTRALISMO DEMOCRÁTICO 



es el principio ordenador para la discusión, la dirección, la acción de los comunistas. El respetar este principio nos permite: 
ƒ La más amplia discusión en la organización,La plena libertad de opinión en el proceso de discusión, La plena igualdad de derechos entre los militantes, 
ƒ La aplicación de la crítica y la autocrítica en los organismos del Partido, 
ƒ El control permanente del trabajo partidario, de abajo hacia arriba y vice versa,  Asegura el respeto por los organismos de dirección y las decisiones de mayoría, Permite elegir los organismos de dirección, Permite la entrega de cuentas y balances periódicos. 
El centralismo democrático es una unidad dialéctica. Es decir, debemos verla en movimiento en el cotidiano accionar del Partido, interactuando permanentemente los dos elementos que la componen. 
Si rompemos esta unidad dialéctica estaremos afectando negativamente el trabajo de todo el Partido. Si olvidamos el centralismo, la lucha por la disciplina, la preparación de los cuadros, etc., caerá en un liberalismo que perjudicará el accionar partidario. Si  aplastamos la democracia interna, estamos asfixiando la discusión, la crítica, la autocrítica y olvidando que la práctica es absolutamente necesaria para demostrar si nuestra línea política es justa y acertada.. Todo lo cual nos puede llevar a una desviación 
burocrática y al remplazo de la disciplina consciente por una disciplina administrativa. 
La aplicación viva y armónica del centralismo democrático se expresará en el crecimiento amplio del Partido y en su fortalecimiento orgánico, político e ideológico. 
La parte democrática de este principio se expresa en el organismo en el que actuamos: célula, dirección política, equipo, comisión, etc. La parte central son las resoluciones adoptadas las que son obligatorias para todos los militantes y organismos inferiores. 
Son muestras de la democracia: la elección de todos los organismos de dirección de abajo hacia arriba; la rendición de cuentas periódicas de los organismos superiores a los inferiores; el derecho a la opinión, a la crítica y el deber de la autocrítica. 
Son muestras del centralismo: la disciplina partidaria igual para todos los militantes; el que las minorías se subordinan a las mayorías en el seno de los organismos; la obligatoriedad para todos del cumplimiento de las decisiones orgánicas; la subordinación de los organismos inferiores a los superiores. 
El centralismo democrático sólo se hace real si existe organización partidaria. Por ello es indispensable el funcionamiento regular de todos los organismos: Células, Comités Comunales, Comités de Sector, Comités Regionales, Comité Central, Comisiones auxiliares. Además todos ellos deben vincularse en un sistema orgánico partidario que permita la circulación de las informaciones y comunicaciones con regularidad.. Solo así se puede realizar una discusión amplia en donde todos los militantes puedan participar,tomar resoluciones teniendo todos la misma información y ejercer dirección política en la masa en forma coordinada. 

LA UNIDAD DE ACCIÓN y DIRECCIÓN UNICA 

En la lucha revolucionaria la unidad es un elemento esencial para ganar la confianza de las masas. Si los dirigentes comunistas expresan opiniones divergentes en una organización conducen a la desorientación y pérdida de confianza en nosotros. La unidad de acción, es decir, todos trabajando en una sola dirección y bajo una sola conducción es un principio fundamental para construir el proceso de cambios. 
La violación sistemática del principio de la unidad de acción facilita la penetración del individualismo en nuestras filas. En su discurso de clausura de la I Conferencia Nacional, la compañera Gladys decía: “Aquí cada compañero es una individualidad, cada compañero es una personalidad, pero la personalidad mayor es el Partido. 
Cuando un compañero dirigente social, sindical, cultural, de las mujeres, de la Comisión Política, decide por sí solo, está yendo contra lo que es la concepción 
partidaria. No lo podemos aceptar, porque es el peor daño que nos podemos hacer”. 
“Hemos estado cinco meses en Conferencia Nacional, hemos discutido, debatido, argumentado con respeto, con razones, pero ya aprobados los informes y las resoluciones por la mayoría, todos, Partido y Juventud Comunista, salimos a trabajar como una sola fuerza. Termina la dispersión. Cada cual tiene derecho a tener su opinión, pero ahora aplicamos la unidad de acción y creo que las cosas están claras. 
Ya hemos llegado a un punto de resolución”. 
En los partidos políticos burgueses se da muchas veces la expresión de corrientes como  algo normal que al parecer no les causa dificultades en el accionar o si se las causa sólo son pasajeras. Ellos que sólo se están jugando uno u otro gobierno, pueden tener este tipo de discrepancias, total, al fin y al cabo, el poder siempre le pertenece a los capitalistas. 
Un partido revolucionario, que se propone ganar el poder, cambiar el sistema y que está enfrentado a todo el aparato económico, 
político, comunicacional, militar, etc. del burgués.
 El enemigo tiene todo a su favor y por lo tanto puede permitirse peleas intestinas, matices, para llevar adelante la política del capital sin llegar a un daño profundo al mismo. 
Así ha sucedido en Chile con los
gobiernos de la Concertación, que crearon ciertos espacio 
democráticos, pero sin llegar a afectar la esencia del sistema de libre mercado, de privatizaciones, de sobreexplotación de los trabajadores, de dominio del militarismo, de puertas abiertas para las inversiones extranjeras.
El funcionamiento de todos los organismos partidarios es condición 
indispensable para la expresión práctica, viva, del centralismo democrático. 
 Las discrepancias, veces de demócratacristianos, a veces de socialistas no afectan la política neoliberal ni la mantención y fortalecimiento del modelo. 
Por el contrario, las fuerzas revolucionarias, actúan desde fuera del sistema para cambiarlo y por tanto, van contra la corriente dominante, con medios que son generalmente escasos, con partidarios que tampoco son tan numerosos, sobre todo en tiempos de repliegue como el actual. 
Por ello, un partido revolucionario tiene que tomar todas las medidas para aprovechar todas sus fuerzas, hasta la más insignificante, en pos de conseguir su objetivo. 
Para asegurar la Unidad de Acción es necesario determinar objetivos estratégicos tácticos, que se fijan en los Congresos, Conferencias y Reuniones de los diversos organismos. 
Los objetivos que se fijen serán los que guíen al conjunto, por ello un error, puede apartar de la línea y hacer perder tiempo y energías. 
Por otra parte, la forma en que arribemos a la determinación de objetivos, influirá luego en que los militantes se sientan más o menos involucrados en el resultado. Por ello los eventos en que se fijan las líneas estratégicas, los Congresos, se inician con la discusión en la base con la opinión de todos los militantes en su Célula, continúan en los Congresos Comunales, con las opiniones de todos los militantes expresadas por los delegados de cada células; pasan a los Congresos Regionales en que los delegados de todos los Comunales llevan las resoluciones de su congreso y, llegan al Congreso Nacional delegados con opiniones que son síntesis de lo expresado desde la base, desde las células. 
En las Conferencias aunque no se tratan temas que apunten a cambiar la línea estratégica, se discute la profundización de la línea en diversas instancias con representación de los organismos inferiores. 
Una preocupación permanente debe ser el que las resoluciones partidarias más relevantes se adopten siempre con la opinión de un colectivo, al menos con la consulta a varios compañeros si no es posible hacer una reunión o un evento. 
Las resoluciones así adoptadas cuentan con el respaldo de quienes arribaron a ellas y el mayor compromiso por llevarlas a cabo. Sin embargo, las resoluciones que en un determinado momento se tomen por los organismos superiores facultados para ello, deben ser acatadas por los organismos inferiores, aunque éstos no hayan participado en su discusión. 
Ello en razón de la representatividad que en los diversos eventos se ha concedido a los dirigentes de los diferentes niveles, Central, Regional, Comunal, Célula. 
En el proceso de discusión, para adoptar una resolución, debe darse la oportunidad para que todos los integrantes opinen, si es necesario varias veces. En ese proceso van cambiando las opiniones por el conocimiento de nuevos elementos, de nuevas argumentaciones y proyecciones hasta que se agota la discusión. No aparecen elementos nuevos. En ese momento es necesario hacer una síntesis con la cual esté de Estratégico: acuerdo la mayoría. Si aún persisten compañeros que no concuerdan con la resolución, 
se debe votar, después de ello la minoría debe acatar la resolución junto a la mayoría. 
Acatar la resolución significa no actuar contra ella y, más aun, significa difundirla y trabajar activamente porque ésta se cumpla. 
La discusión sólo se podrá reponer en un evento superior o si han surgido nuevos elementos que hagan necesario revisar la resolución anterior. 
La violación del principio de la Unidad de Acción en un Partido revolucionario trae generalmente aparejada, la dispersión, la división y por tanto el debilitamiento de las fuerzas y el alejamiento del logro de los objetivos de cambio. 

DISCIPLINA CONSCIENTE 

otro de los pilares de nuestra organización y de 
nuestra condición de militantes revolucionarios. La 
disciplina consciente se adquiere en un proceso 
permanente de autoformación en la medida que 
desarrollamos y fortalecemos los niveles de la 
unidad política, ideológica y orgánica del Partido, en 
la medida que fortalecemos el proceso de elaboración colectiva. 
La convicción personal de la necesidad de mantener una disciplina que no sólo impida dispersar las fuerzas, sino que impulse a sentirse responsable de abrir paso, de acrecentar posibilidades para la política del Partido, nace con la experiencia misma. 
Volvamos al discurso de la compañera Gladys antes mencionado: “Disciplinarnos es hacernos conscientemente más libres y hoy, más que nunca necesitamos volver a la disciplina partidaria, necesitamos volver a la libertad del colectivo y aquí ya ha quedado suficientemente claro por los meses que hemos pasado discutiendo, que ha llegado el momento de irnos a trabajar con la gente”. 

CRITICA Y AUTOCRITICA 

Son herramientas que los comunistas usamos para: 
ƒ El análisis de la realidad, La superación de las dificultades, y El logro de nuestros objetivos En nuestra organización la crítica es concebida como un derecho y la autocrítica como un deber. 
Lenin distingue en la autocrítica los siguientes rasgos: 
-ƒ Reconocer abiertamente los errores. 
ƒ -Poner al descubierto sus causas. 
-ƒAnalizar la situación que los ha originado. 
ƒ -Discutir los medios de corregirlos.
Cómo método, la crítica y la autocrítica se ejercen tanto individual como colectivamente y deben ser incorporadas como práctica natural en la organización de los comunistas. 
La crítica y la autocrítica en tanto herramientas para el conocimiento de la realidad y 
de búsqueda de caminos para su transformación son herramientas esencialmente revolucionarias que forman al comunista con el consiguiente efecto multiplicador en las organizaciones populares, sociales, sindicales, favoreciendo así su funcionamiento e inserción de masas. 
El ejercicio de la crítica y la autocrítica exige de nuestra honestidad y responsabilidad. 
Debemos empezar a analizar nuestra conducta para luego exigirla a los demás. Así forjamos la autoridad moral y la fraternidad que deben presidir el ejercicio de la democracia partidaria y de la crítica como método constructivo de búsqueda de las mejores soluciones colectivas a los problemas concretos. 

TRABAJO COLECTIVO 

Uno de los elementos más nocivos que el aparato ideológico del capitalismo neoliberal ha instalado en nuestra sociedad es el individualismo. Es decir, la idea de que “mis problemas son sólo míos, únicos y debo resolverlos en forma personal” es lo que domina hoy entre nosotros y esto no es casual, lo que el sistema busca es dispersar los grupos sociales, impedir su organización, impedir que formen un frente común que se oponga al orden establecido. Las formas, métodos y procedimientos de trabajo que caracterizan el estilo del Partido, de sus dirigentes, organismos y organizaciones, se fundamentan en la labor colectiva y son el resultado de experiencias prácticas acumuladas en forma individual y colectiva y debemos tratar siempre de que tengan carácter flexible, que respondan a la diversidad de condiciones y características en que se debe trabajar. Es decir, deben dar respuesta a las exigencias de la vida real. 
En el escrito “Trabajo Colectivo: Arma de combate de los revolucionarios”, podemos leer: “ trabajar en colectivo significa que todos los miembros de una estructura participen en la elaboración, ejecución y control de las acciones”. 
El trabajo colectivo es mucho más que la simple suma de capacidades individuales, es la multiplicación de capacidades, disponibilidades, visiones y conocimientos individuales que potencian y enriquecen el trabajo partidario en la discusión, dirección y acción. 
El trabajo colectivo significa en primer lugar, desprendernos de nuestro individualismo. 
En segundo lugar, buscar obtener de los demás lo mejor y lo máximo de sus capacidades. En tercer lugar aceptar e incorporar sus aportes. Y en cuarto lugar, en la discusión, en el intercambio de opiniones y en la acción conjunta ir superando nuestras deficiencias y defectos. Podemos ayudar al desarrollo del sentido colectivo preocupándonos de cosas bien sencillas: 
ƒ -Dar tiempo y oportunidad a todos para que opinen. 
ƒ -El dirigente debe evitar hacer intervenciones muy largas 
ƒ -Escuchar con atención a cada uno. 
ƒ -Incorporar las buenas y nuevas ideas a la elaboración colectiva. 
ƒ -Ser capaz de desprenderse de ideas fijas. 
ƒ -Tener en cuenta las aptitudes y capacidades de cada uno al     momento de asignar tareas. 
ƒ -Destacar y estimular los aciertos, aunque sean de otros. 

DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DEL VÍNCULO CON LAS MASAS 

La razón de existir de la organización revolucionaria son los trabajadores, los explotados y desposeídos. Por lo tanto el estilo de trabajo de nuestra organización, dirigentes y militantes debe incorporar formas y métodos de trabajo que propicien y garanticen el más estrecho contacto con las masas, principalmente con los trabajadores. Siempre debemos estar conversando y escuchando a la gente, sus necesidades, conflictos, vivencias, experiencias, puntos de vista, valoraciones. Porque todos esos elementos son la sustancia de nuestra línea política. 

EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO 

El carácter antiimperialista de nuestra organización, nuestra opción por la autodeterminación de los pueblos, nuestra solidaridad con todos los pueblos que luchan por la democracia, el socialismo, por la paz y la transformación del mundo nos hace un partido profundamente internacionalista. 

fuente : cne

Santiago, Abril del 2005.- 

EDUCA-TV. LA DOCTRINA DEL SHOCH