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domingo, 30 de agosto de 2015

EDUCA-TV .GUERRILLEROS CHV (CAPÍTULO 1)

EL GOLPETEO DESESTABILIZADOR

 “Bachelet, Bachelet, terrorista de la UP” gritaron personas que respaldaban a los dueños de camiones. La UDI anunció acusación constitucional contra el Intendente de la Región Metropolitana. 
 “Bachelet, Bachelet, terrorista de la UP” gritaron personas que respaldaban a los dueños de camiones que llegaron a Santiago a protestar. Durante casi todo el día, esos transportistas bloquearon dos carreteras estratégicas de acceso a la capital, provocando un caos de afectación masiva, mientras su jefe, Sergio Pérez, exaltó que el general de Carabineros, Bruno Villalobos, “se la jugó” para que ellos pudieran pasar con sus vehículos frente al palacio presidencial. El Mercurio tituló que el gobierno aceptó “exigencia de transportistas” y La Tercera destacó: “Gobierno cede y camioneros llegan hasta La Moneda”. 
La Unión Demócrata Independiente (UDI) anunció una acusación constitucional contra el Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, por no haber autorizado que camiones se instalaran a protestar frente a la sede del gobierno. En clara alusión a que los transportistas están ubicados en el campo de la derecha, la jefa de Bancada de esa colectividad, María José Hoffman, dijo que “no es posible que la oposición no se pueda manifestar”. Además, la UDI emplazó  a la Presidente Michelle Bachelet: “Demandamos de usted que ejerza su liderazgo”.  
En esas horas, en un artículo de El Mostrador, se indicó que hay versiones (sin citar ninguna fuente) de que la jefa de Estado “está tomando más alcohol de la cuenta” y que está “bajo el efecto de varios medicamentos -como analgésicos para una dolencia que tiene en la rodilla por un problema a los meniscos-, antidepresivos y los recetados para su hipertensión”, apuntando a la tesis de incapacidad para gobernar.
Las directivas empresariales de la Cámara Nacional de Comercio, Sofo de Temuco, y la Sociedad Nacional de Agricultura criticaron duramente al gobierno y apoyaron la protesta de los dueños de camiones. Familias dueñas de latifundios y empresas de agricultura en el sur, entre ellas algunas víctimas de ataques violentos, marcharon con banderas chilenas y pancartas de críticas al gobierno, en veredas aledañas a La Moneda. Un individuo sacó el emblema del grupo ultraderechista Patria y Libertad.
El mismo día, salía y se reproducía en la prensa, la declaración del ex Ministro del Interior, Carlos Figueroa, militante de la Democracia Cristiana, criticando duramente a Michelle Bachelet: “No tiene capacidad de conducción política”. Y afirmando que el caso Caval, de irregularidades donde estuvo involucrada la nuera de la Mandataria, “muestra la poco expertise de la Presidenta”.
Mientras algunos de los camiones traídos del sur fueron autorizados por el Ministerio del Interior para desfilar frente a La Moneda, con ayuda de Carabineros, las Fuerzas Especiales de ese organismo policial reprimían con gases, golpes y chorros de agua a mapuches, trabajadores y estudiantes que protestaban en Plaza Italia contra la actitud “provocadora”, “prepotente” y “fascista” de los camioneros.
Parlamentarios de la UDI, Renovación Nacional y Evópoli respaldaron a los dueños de camiones y reivindicaron su “derecho constitucional” de llegar a la sede del Ejecutivo con camiones quemados. Cuestionaron que se diera autorización a la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) para marchar ese mismo día, y que los transportistas no pudieran traer sus pesados vehículos al centro de la capital.
La ex senadora de la UDI, Evelyn Matthei, dijo que el bloqueo en las carreteras los provocó realmente el gobierno, al que acusó de torpe, y desde la derecha se siguió hablando de posibles querellas y ausencia de liderazgo de la Presidenta de la República.
Un conjunto de hechos que marcan nítidamente una estrategia de golpeteo, presión, ataque, descalificación y generación de desorden que apuntan a generar un clima de desestabilización política en el país.
Los dueños de camiones transgredieron normativas legales con su accionar y ayudaron a generar un mayor clima de tensión y confrontación que, desgraciadamente, irradiará en la zona sur del país, viendo en Santiago el rechazo que tuvo su acción anómala por parte de representaciones mapuches. 
El lenguaje hostil y agraviante apareció de nueva cuenta desde sectores empresariales, de derecha, en artículos periodísticos y hasta en voz de personeros de la Democracia Cristiana, siendo blanco específico la Presidenta de la República.
El accionar de los dueños de camiones, de empresarios y de la derecha, provocó choques violentos en varios puntos de la capital, entre quienes apoyaban la manifestación camionera, y quienes reivindicaron los derechos del pueblo mapuche y rechazaron la medida de presión e ilegal de los camioneros.
Como sea, y como se ha dicho en estos días, los dueños transportistas, sectores empresariales y la derecha consiguieron instalar su guión desestabilizador, mostrando desorden, crisis, caos carretero, alteración en la capital, desorden, contradicciones en el gobierno y denostando a la jefa de Estado.
“Hubo una presión bastante desmedida” por parte de los camioneros, dijo la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende. Agregó que “el comportamiento de este gremio fue bastante soberbio”.
Ella, junto a Jorge Pizarro, Sergio Aguiló, Ernesto Velasco, Guillermo Teillier, Alejandro Navarro, Jaime Quintana, presidentes de las colectividades de la Nueva Mayoría, establecieron como “altamente incoherente e inconsecuente que una asociación gremial que exige cumplimiento de las leyes en materia de seguridad, realice acciones que atentan contra el orden público y contra el estado de derecho”. Anotaron que “lo único que se consigue (con estas acciones) es un circuito de violencia que no va al tema de fondo”.
Nadie podría decir que no se generó una situación difícil con la protesta de los dueños de camiones y el accionar de la derecha. Con la disposición positiva de Carabineros, según lo dijo el jefe de los camioneros. En tiempo presente, un cuadro tenso y polémico que olor a generar desestabilización. Sin omitir que se trató de un segmento empresarial que tiene condiciones para presionar.
El libreto anti/gubernamental tuvo un efecto comunicacional y político donde, hasta ahora, aparece como estrella ganadora el gremio empresarial del transporte y la derecha, además, el afán desestabilizador. 
Ése era el objetivo. Porque, finalmente, ¿se terminó el drama de la violencia en La Araucanía? ¿Ahora habrá seguridad no sólo para los camioneros o los dueños de fundos, sino para los mapuches y el pueblo de esa Región? ¿Se terminará el accionar de grupos delictivos -que no tienen nada que ver con organizaciones mapuches- que para robar queman camiones? ¿Habrá solución para las demandas de los pueblos originarios, se tomarán medidas en cuanto al dominio casi total de consorcios forestales privados sobre tierras de los mapuches y sobre el funcionamiento en esa Región? ¿Se terminarán las demandas y los problemas porque se vaya a aplicar la Ley Antiterrorista y aumentar la dotación de Carabineros? ¿Terminarán los asesinatos de mapuches? 
Es loable pensar que las acciones desestabilizadoras -en distintos ámbitos- de los últimos días pudieron significar “un logro” para un gremio y para la derecha, y un conflicto serio para el gobierno. Pero que haya significado abrir un camino para encarar los profundos desafíos y dramas de La Araucanía y otras zonas del sur del país, parece estar bastante lejos. Peor aún. Quizá acrecentó la opción de la confrontación
fuente : el siglo

MANIFESTACIONES CONTRA ACCIÓN DE CAMIONEROS

Hubo repudio de estudiantes, trabajadores y ciudadanos. Rechazo a acciones de partidos de la derecha. Se habló que la acción de los transportistas fue sediciosa y desestabilizadora. 

 Desde diversos sectores de la sociedad civil hubo un rechazo a la acción de dueños de camiones de La Araucanía, sobre todo en cuanto a que quisieran manifestarse frente a La Moneda.
Este viernes, un numeroso grupos de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), y de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), ocupó la sede del derechista partido Unión Demócrata Independiente (UDI) en calle Suecia, para condenar el respaldo que esa colectividad, junto a otras de la derecha como Renovación Nacional (RN) y Evópoli, le dieron a los transportistas que el jueves bloquearon carreteras y protestaron contra el gobierno.
Las y los muchachos entraron a los jardines de la casona de la UDI de manera pacífica y permanecieron allí varios minutos, con lienzos y unos camiones de cartón nombrados “camiones de la sedición”, como muestras gráficas del repudio a la acción de los camioneros.
Javiera Reyes, vicepresidenta de la Fech, dijo que “no deja de ser curioso que el gran empresariado y los dirigentes de la UDI y RN sean opositores a todos estos cambios (reforma a la educación, laboral) pero de la noche a la mañana se tomen carreteras para cuidar lo suyo, dañando a otros vehículos e impidiendo el paso a niños enfermos. Esto es digno de una escena de sedición de lo peor que hemos visto en Latinoamérica”.
Ricardo Paredes, representante de la Cones, expresó que “la pataleta del poder económico ha llegado a niveles pocas veces visto desde el regreso a la democracia. Para colmo, los movimientos sociales debemos soportar la impresentable actuación del Ministro Jorge Burgos, quien se ha convertido en un verdadero buzón de los mensajes y estrategias del empresariado para torpedear los cambios”.
Cuestionaron, precisamente, que el titular de Interior se haya mostrado tan complaciente y abierto a hablar con los empresarios del transporte que acosaban al gobierno, no teniendo la misma actitud con los estudiantes y con los mapuches.
En tanto, Diego Martínez, de la Universidad de Santiago (Usach), indicó que “lo que vimos ayer fue un verdadero ejercicio de enlace, como no lo veíamos hace 20 años, en el que los empresarios del transporte de nuestro país, amparados en partidos de derecha, avisaron que son capaces de llegar a lo último con tal de que no los toquen. Chile necesita cambios, necesita que el cobre sea para el pueblo, necesita que los ricos paguen los impuestos que deben pagar y no necesita cortinas de humo que cambien el rumbo de la agenda”.
La vicepresidenta de la Fech enfatizó que “vinimos a entregar los camiones de la sedición a la UDI para pararle la mano a los dueños de Chile, para que los beneficiados de la desigualdad se hagan cargo de lo que provocaron: una tremenda cortina de humo que desvía la atención de lo que verdaderamente necesita el pueblo de Chile para tener justicia: cambios sustanciales en educación, Salud, Previsión, Trabajo y Constitución”.

GRUPOS RECHAZARON PASO DE CAMIONES POR LA MONEDA

El jueves al atardecer, cuando unos camiones autorizados por el Ministerio del Interior y Carabineros para pasar por La Moneda, se congregaron en la Alameda, entre Nataniel y Zenteno, grupos de estudiantes, trabajadores, ciudadanos y de las Juventudes Comunistas (JJCC) para rechazar la presencia de los transportistas y protestar porque pasaran frente a La Moneda. Hubo incidentes por lanzamiento de piedras, botellas y una bomba “molotov” en contra de los camiones, obligándolos a avanzar rápido. Eso impidió que los vehículos pesados se pudieran parar frente a La Moneda.
Cuando estaba en desarrollo la manifestación de los transportistas, los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría (NM) reiteraron su respaldo al gobierno “en su decisión de no aceptar que se quebrante la ley ni el estado de derecho por parte de  cualquier asociación o gremio”. Agregaron en una declaración pública que “nos parece  altamente incoherente e inconsecuente que una asociación gremial que exige cumplimiento de las leyes en materia de seguridad, realice acciones que atentan contra el orden público y contra el estado de derecho. Por ese camino, lo único que se consigue es un circuito de violencia que no va al tema de fondo”.
A la denuncia de la Confederación de Transportistas de Carga (CNTC) y de parlamentarios de derecha que acusaron “despreocupación del gobierno” por lo que ocurre en la zona de La Araucanía, la NM recordó que “el trabajo coordinado ha permitido desde el gobierno, a través de las policías, realizar 60 diligencias policiales desde el 10 de diciembre a la fecha, en el marco de la investigación de diferentes delitos asociados al transporte de carga en todo el país (receptación, hurto, robo con intimidación, asociación ilícita, entre otros)”. 
“Respecto a La Araucanía, durante 2015 -añadió la declaración- se han registrado 9 acciones incendiarias, en donde el Gobierno se ha hecho parte querellante en cada una de ellas, de manera de poder ser parte activa en las investigaciones que realiza el Ministerio Público”.
Se recordó que “el gobierno comprometió además, un seguro para pequeños empresarios, que estará disponible a partir de diciembre y; 26 nuevas cámaras de seguridad para la ruta 5 Sur en La Araucanía”.

EL RECHAZO DE LOS TRABAJADORES.

Desde el mundo de los trabajadores y respaldando las declaraciones de Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien señaló que “la movilización de los dueños de camiones es una suerte de extorsión o chantaje que se estaría haciendo sobre el Ejecutivo”, la directiva de la multisindical emitió una declaración rechazando la de empresarios dueños de camiones del el jueves 27 de agosto. Se expresó que  la manifestación de camioneros “la calificamos de prepotente y desafiante; conductas que los grandes empresarios han venido ejerciendo para oponerse  a las reformas estructurales que el país necesita”. 
La CUT planteó el rechazo la quema de camiones en el sur, pero aseveró que tras esta movilización de camioneros “se esconde una acción política que busca desestabilizar al gobierno y a la débil democracia”
La Central llamó en su comunicado “a no dejarse engañar, ni amedrentarse por maniobras de la derecha que lo único que pretende es que no se concreten las reformas”.

COMUNIDADES MAPUCHES SE MANIFIESTAN.

En tanto, el mismo jueves a partir de las 19 horas, comunidades mapuches se reunieron en Plaza Italia para realizar un “Banderazo” en oposición a la acción de los empresarios de camiones. Sus dirigentes sostuvieron que la acción de los camioneros fue una forma de presión para tener más facultades y ejercer libremente la violencia. 
La iniciativa, convocada por organizaciones, familias y diversas comunidades mapuche, buscó también exigir el cumplimiento de sus demandas, dentro de las que destaca la desmilitarización y devolución del territorio ancestral. Petición que fue entregada en La Moneda por medio de una carta. La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) respaldó el “Banderazo” que debió terminar por intervención de Fuerzas Especiales de Carabineros que arremetió contra indígenas, estudiantes y ciudadanos en general. Varios jóvenes fueron detenidos y golpeados.
José Figueroa, encargado de los asuntos agrarios e indígenas de la CUT, dijo que “ésta es una movilización de un grupo de camioneros de un sector de La Araucanía que busca crear una imagen de victimización y de paso estigmatiza al pueblo mapuche cuyas reivindicaciones son legitimas”. 
Desde la Cámara de Diputados, el diputado socialista Leonardo Soto, presidente de la Comisión de Constitución y Legislación, en conversación con Radio Nuevo Mundo, indicó que “es lamentable que un grupo menor del gremio de empresarios del transporte se crea con el derecho de paralizar la principal carretera del país”. 
Añadió que “ellos equivocan enormemente su análisis si creen que pueden tener derecho a paralizar a todo un país. Chile no avanza en solucionar sus problemas con estas conductas y actitudes y las rechazo tajantemente”. 

NUEVA MAYORÍA DE CHILOÉ.

Los partidos de la Nueva Mayoría del Archipiélago de Chiloé, también reaccionaron enérgicamente al bloqueo de la carretera 5 Sur. En su declaración pública señalaron que “rechazamos rotundamente estas maniobras de la derecha más recalcitrante, que lo único que pretende es generar un ambiente de desestabilización, tal cual lo hicieran hace más de 40 años, lo cual es refrendado por las palabras de quien  se ha erigido como el dirigente  de este acto sedicioso, José Egido, el que planteara literalmente que lo que buscan es liberar a Chile, tal cual lo hicieran los camioneros el año 73”.
Manifestaron su apoyo a  todas las acciones que realice el Gobierno, tanto legales como disuasivas, que impliquen  el desbloqueo de las rutas, que impiden el libre tránsito en nuestras carreteras.
Culminaron su declaración con un llamado a las comunidades indígenas a no dejarse engañar ni amedrentar por maniobras de la derecha “que lo único que pretende es que no se concreten las reformas” para los derechos de los trabajadores.

UNA ASONADA VIOLENTISTA.

Para el periodista y analista Juan Andrés Lagos, lo ocurrido con la acción de los dueños de camiones del sur, corresponde a “una asonada violentista con claridad política explícita y abierta que deja en evidencia que en Chile hay un sector de la derecha que está manipulando situaciones para generar una desestabilización”. 
Indicó que “lo que se hizo fue un boicot, una suerte de sabotaje que duró horas, donde se trató de paralizar la Región Metropolitana y en buena parte del país. Se bloquearon rutas, se golpeó a mucha gente como choferes que no estaban de acuerdo con la protesta”.
Para Juan Andrés Lagos, los medios de comunicación jugaron un rol “haciéndose eco de manera impresionante del mensaje de desestabilización y generaron un clima con la imagen de un gobierno intransigente. La construcción mediática apuntó a demostrar que esa intransigencia fue derrotada por los camioneros y ocultaron  el sabotaje hecho. El paseo entre La Moneda y la Intendencia de los dirigentes UDI es parte de la presión. Hernán Larraín (presidente de ese partido) amenazó con desabastecimiento, todo fue muy bien fraguado”.  
fuente : el siglo