La noticia de la muerte de Nelson Mandela remece tanto por el recuerdo del gran luchador que fue, como por las extrañas afirmaciones que se hacen respecto de él.
Cabe en primer lugar recordar que el régimen racista de Sudáfrica que lo encárelo, persiguió ferozmente al Congreso Nacional Africano (ANC en inglés), partido político organizado con la finalidad de emancipar al pueblo negro de ese país que vivía bajo un régimen de segregación racial conocido por apartheid, el que era aliado además, del Partido Comunista de Sud Africa.
El gobierno racista sudafricano fue apoyado activamente por los Estados Unidos, cuya contribución a la mantención del régimen fue determinante. Recordemos que durante los años 60 y 70 se vivió en África un proceso de descolonización producto de la lucha armada de los pueblos negros, incluyendo países como Congo, Guinea, Angola y Mozambique. Fue por esos años también en que el histórico líder de la Revolución Cubana, Che Guevara decidió desarrollar una política de activa solidaridad con los pueblos africanos en su lucha emancipatoria insertada en el contexto además, de la guerra imperialista de Estados Unidos en Vietnam, surgiendo lo que se conoció como la Tricontinental, es decir, la solidaridad entres los pueblos en lucha de Asia, África y América Latina. Estados Unidos apoyó en todos estos países la mantención de gobiernos y fuerzas militares provocando guerras largas y la pérdida de numerosas vidas humanas. Y la potencia no estuvo sola, la acompañó Francia, Portugal, Bélgica y el Reino Unido.
La presencia cubana en África se extendió mucho mas allá de la partida del Che y su papel en la mantención de la emancipación de Angola fue clave para que posteriormente se pudiera liberar Namibia. Y a diferencia de las potencias coloniales, Cuba no se llevó de África ni un solo diamante, solo sus muertos. Fue así entonces, como el régimen racista sudafricano quedó aislado, sin potencias coloniales a su alrededor y con el ANC desplegando una lucha en todos los frentes, para terminar con el apartheid.
Hace muchos años que el líder sudafricano Nelson Mandela reconoce el rol clave que jugó Cuba para terminar con el régimen racista en Sudáfrica. De hecho, fue la artillería cubana la que obligó a desenmascarar la verdadera causa del apartheid en Sudáfrica cuando Estados Unidos se sentó a negociar la paz en Angola y Namibia con Cuba que pudo concluir con la liberación de Nelson Mandela como consecuencia del miedo al inevitable estallido popular sudafricano que vendría dirigido por la ANC y el Partido Comunista de Sudáfrica. La negociación por el fin al apartheid fue impuesta y no cedida al régimen blanco de Petoria.
¿Qué hizo Estados Unidos para terminar con el régimen racista en Sudáfrica, el mismo país donde fue asesinado Martin Luther King y que es hoy dirigido por un negro? Nada
Si ahora Back Obama llora la muerte de Mandela, no implica borrar de un plumazo la responsabilidad de ese gobierno en los miles de muertos que hubo para poner fin al racismo, que solo se pudo terminar mediante la guerra. Decir hoy que Mandela era un pacifista como Gandhi es una falacia. La vocación pacifica de Mandela no significa creer que la superación del racismo en Sudáfrica se logró mediante plegarias y suplicios y menos que haya sido otorgado por el régimen de los Boers.
En la hora final de Mandela, cuyo encarcelamiento fue en lo personal, el primer hecho que me acercó a la política, la justeza de una gran y ejemplar lucha no puede ser borrada por la reducción y la palabra ligera.
¡Qué viva Nelson Mandela y que vivan los pueblos africanos!
FUENTE : ICAL
