CHILE

CHILE

viernes, 27 de junio de 2014

EDUCA-TV. DIP. GUTIERREZ DESTACÓ "LEY EMILIA"

EDUCA-TV. LA GRAN ESTAFA!!!

EL PORQUÉ DE " ¡LA MUJER HOY! "

Son más del 50% de la población, es cierto. Asumen la carga mayor en la sucesión de las generaciones, también lo es. Perciben a igual trabajo menor salario, es otro dato de la realidad. Tienen una mayor esperanza de vida que los hombres, lo dicen las estadísticas, que sin embargo no agregan que por ello son castigadas en los sistemas previsional y de salud. Son castigadas cuando les toca postular a un trabajo en su edad fértil o, mucho más, cuando están simplemente esperando un hijo. Son víctimas de la llamada “violencia intrafamiliar”, a favor de su menor potencia física, lo que no obsta para que deban asumir las cargas más pesadas en la mantención y administración del hogar. Son objeto de caricaturas y aun de calumnias, a partir de una supuesta “superioridad intelectual” del género masculino, por más que en nuestro propio país las Gabrielas y las Violetas testimonien de lo contrario.
Son, en pocas palabras, las mujeres.
Plagada está nuestra literatura y nuestro refranero de lugares comunes que la exaltan hasta los extremos incluso del bien intencionado mal gusto.
Se celebra su belleza física, su gracia… Pero todo ello, no pocas veces para rebajarla al nivel del sólo “fenómeno estético”, en detrimento de otros valores que la hacen, por lo menos, “la igual” a los hombres.
Y como si ello, la tal “igualdad”, fuera su reivindicación máxima y, de parte de la otra casi mitad de la población una generosa concesión merecedora de gratitud…
Una prueba, entre otras, de la real calidad de una democracia, es el cómo se respeta en ella a las minorías, pero las mujeres son… la mayoría. Suele ubicárselas en el espacio de la infancia, como si les correspondiera sólo o nada más que a ellas el cuidado y formación de niños y adolescentes, labor que cumplen ejemplarmente pero que está lejos de ser una suerte de “monopolio natural” que liberaría a los hombres de su responsabilidad.
A su testimonio hay que recurrir cada vez que se habla de las condiciones de vida de nosotros, los “todos”… Administran los escasos dineros que conforman el presupuesto familiar; limpian la casa y tapan las goteras; cuidan a los enfermos y soportan, con mayor peso mientras más se desciende en “la escala social”, las largas esperas en consultorios y hospitales. Por regla general, son quienes deben asumir el cuidado de padres y abuelos cuando éstos se encuentran en condiciones de indefensión por su edad o sus dolencias físicas.
Y sin embargo de tanta injusticia y discriminación, han llenado las páginas de nuestra historia social y política, de las ciencias y las artes, el deporte y la docencia, con las páginas más bellas y ejemplarizadoras.
Son… las mujeres.
Ningún programa de transformaciones profundas, en un país que como el nuestro está signado por agudas contradicciones e injusticias sociales, será digno de su nombre si no aborda de manera prioritaria la urgente tarea de reconocer y devolver su dignidad y sus derechos a la mitad más uno de su población. Y por eso el programa de la Nueva Mayoría está traspasado por asumidas demandas que van mucho más allá de las “reivindicaciones de género”.
Tal vez no sea una casualidad que en la primera magistratura de la nación se encuentre una mujer, la presidenta Michelle Bachelet, pero forzoso será, si bien se mira, reconocer que ya el tiempo transcurrido y las luchas sociales que han dado su contenido han hecho impostergable una tal demanda democrática.