CHILE

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viernes, 7 de noviembre de 2014

EDUCA-TV . REVOLUCIÓN RUSA 1917.

" ENTRE TIERRA DERECHA Y LAS TIERRAS DE LA DERECHA "

Ya es un viejo lugar común, y por eso desprestigiado, aquello de que se entra en “tierra derecha” en el tratamiento de determinadas materias o proyectos. Pero nunca será inútil advertir sobre el peligro de que “determinadas materias o proyectos” caigan en “Tierras de la derecha”.
Parecería útil a la pequeña altura en que exponemos estas consideraciones, distinguir entre ambos “lugares geográficos”.
Por “Tierra derecha” debiera entenderse aquel momento en que el tratamiento y desarrollo de determinados proyectos han superado las etapas de la discusión y las necesarias propuestas, para abordarlos con el cuidado de que respondan a sus propósitos originales y tiendan tanto a obtener los mayores respaldos como a culminar un esfuerzo por –y es un ejemplo- dar cumplimiento a un programa apoyado por la ciudadanía mediante su voto y, lo que no es un simple agregado, también por las expresiones masivas y argumentadas incluso de aquellos que no hubieran concurrido a la hora de las decisiones electorales. Y aquí es legítimo y natural que quienes no compartan los objetivos programáticos autorizados por el voto popular, se expresen a través de sus indicaciones parlamentarias o pertinentes campañas de opinión.
En cuanto a las “Tierras de la derecha”, bien lo sabe el pueblo: es el territorio de los intereses creados. Y no es que sea negativo de suyo y merecedor de censura o desconfianza el que se defienda y estimule el papel de la empresa privada. No es eso: son los métodos utilizados, la naturaleza de sus argumentos. La persistencia con que se demoniza todo cuanto huela a estatal o centralizado, y ello a sabiendas de que si algún sector de la sociedad extrae el mayor provecho de la institucionalidad y del Estado es precisamente el segmento más estrecho y concentrador del gran empresariado. Ejemplos sobran, argumentos huelgan…
“Tierras de la derecha” son las campañas millonarias por influir en la opinión pública sin mirar los medios utilizados, sino tan sólo los fines perseguidos. Y es así cómo vemos millonarias inserciones que nadie sabe cómo se financian, en la prensa escrita, abundantes espacios radiales y televisivos en una campaña por oponer la mayoría legislativa que perdiera la derecha por lo que han dado en llamar “la mayoría social”.
Vigente está en las retinas y oídos de cuantos tuvieron la oportunidad de seguirlo, el debate televisivo en que una “representante” de centenares de colegios subvencionados fue desenmascarada por dirigentes estudiantiles que le demostraron que en la realidad no se representaba sino a sí misma o, a lo más, a quienes le prestaban su paraguas financiero y político partidista.
“Tierras de la derecha” son aquellas en que a la solidez y muchas veces urgencias de las reformas reclamadas por el país, oponen tanto la prepotencia del dinero como el recurso propio de la indigencia de razones: la violencia.
Ya se lo vio cuando esa derecha arremetió contra la Reforma Agraria del gobierno de Frei Montalva, sin despreciar incluso el asesinato de funcionarios que trabajaban en ella.
Más de alguno acusará a esta columna de exageración y maniqueísmo. Pero no se trata de eso: no toda la derecha, y esto históricamente, debiera verse retratada en la expresión que utilizamos.
El peligro de hoy es que, por inadvertencia o por prejuicios, quienes no pertenecen a ese territorio se deslicen, por cierto sin quererlo, hacia él.
Porque en algo puede aportar, es nuestra honesta sensación, bien valdría la pena reflexionar sobre la cita que haremos a continuación, en el entendido de que el lector sabrá extraer las consecuencias que de ella se desprenden para cuanto tenga relación lo que aquí hemos tratado: “El integrismo es precisamente la pretensión de imponer la doctrina cristiana como regla de su argumentación”. Como decían los latinos, “mutatis mutandis” (cambiando lo que se deba cambiar). Reemplácese “doctrina cristiana” por “Estado subsidiario” y los prejuicios contra todo lo que huela a cambio social, y se tendrá el verdadero significado de las “Tierras de la derecha” y los riesgos de caer por inadvertencia en sus arenas movedizas.
FUENTE :EDITORIAL DE EL SIGLO