CHILE

CHILE

miércoles, 20 de mayo de 2015

ERUPCIÓN

La telúrica naturaleza de Chile no termina de sorprender. La gigantesca erupción del Calbuco ha sido… ¡Silenciosa! Un fenómeno similar ha estremecido a la sociedad en semanas recientes. La crisis política en curso es la más profunda desde el fin la dictadura y a diferencia de todas las anteriores no ha sido precipitado por los así llamados “poderes fácticos”.
La indignación ciudadana contra la corrupción de la élite es lo que esta vez ha hecho tambalear todo el andamiaje institucional… ¡Sin que nadie saliera a la calle, sin un solo grito! está fluyendo una inmensa cantidad de energía que el sistema político tiene que encauzar en una dirección de progreso, profundizando la democracia. Si no reacciona de ese modo, corre un riesgo no menor que la erupción se vuelva ruidosa y lo pase a llevar.
Las tensiones que se han acumulado en el seno de la sociedad son gigantescas y una erupción grande se veía venir. Las señales se sucedían desde hace varios años, incluyendo estremecimientos regionales y nacionales de mucha intensidad, especialmente los años 2006 y 2011. Nunca se sabe cuando ni por donde empiezan estas ebulliciones.
Era posible que, como sucedió hace un par de años en Brasil, pudiese tomar la forma de una protesta contra el transporte público, quizás el aspecto más irritante de la vida cotidiana en la capital. A nadie se le hubiera ocurrido que iba a reventar por el develamiento y la acción de la justicia, en delitos de corrupción de la elite empresarial y política. Menos, que iba a estallar durante las fiestas de fin de año, en vacaciones y sin ruido alguno, en silencio. Aunque el país no termina de caer en cuenta, el estallido se ha producido y el edificio institucional de la transición está crujiendo.
Cualquiera que tenga la edad suficiente para haber vivido algunas de las erupciones sociales que se han venido sucediendo en Chile a lo largo del último siglo, con una periodicidad variable pero en promedio una cada década, sabe que éstas demoran varios años en gestarse y consisten en una creciente y luego desbordante participación de la ciudadanía en los asuntos públicos.
De ese modo se libera la enorme energía social que hace posible en tiempos como éstos avanzar en años lo que en condiciones normales demora décadas y a veces siglos, en meses lo que sucede en décadas, en semanas, días y horas lo que en años, como escribieron los clásicos de la ciencia política.
Se sabe que estos procesos no se desenvuelven de modo lineal ni en un momento único, sino a empellones, en una sucesión de avances y retrocesos, trayectoria que se extiende  durante la lenta y luego rápido fase de ascenso, continúa una vez que alcanzan su cima, período que se puede extender por bastante tiempo y también en su inevitable fase de descenso, puesto que, como la generalidad de los fenómenos, el activismo político masivo no dura para siempre.
Menos mal, puesto que quienes lo precipitan no son grupos de militantes endurecidos, sino millones de ciudadanos comunes y corrientes que tarde o temprano se cansan de un frenesí cuya prolongación indefinida haría de la vida un infierno y, una vez que han logrado sus objetivos principales, retornan a su tranquilidad cotidiana.
Las causas profundas de los fenómenos telúricos que remecen al país se han venido develando poco a poco al entendimiento humano. Hoy se sabe que este angosto territorio se ubica a lo largo del filo de proa de la placa tectónica de América del Sur, que avanza sobre su homóloga del Pacífico como un majestuoso rompehielos geológico que la encarama y resquebraja a empellones sucesivos, conformando de ese modo su temblorosa y fracturada geografía. Del mismo modo, hoy es posible apreciar que las erupciones sociales del último siglo han surgido desde y al mismo tiempo hecho posible, la gran transformación del viejo Chile agrario y señorial en una pujante sociedad urbana emergente.
En particular, los dos últimos estallidos que el país ha experimentado, en los años 1980 y el  que se encuentra en pleno curso, parecieran originarse principalmente en la necesidad de completar dicha transformación. El curso cada vez más avanzado y al mismo tiempo singularmente pacífico y democrático de medio siglo de desarrollismo estatal, se vio interrumpido violentamente por el golpe de 1973.
Este brutal intento de restaurar por la fuerza la hegemonía que la vieja oligarquía agraria había perdido irremediablemente, estaba destinado de antemano al fracaso. Ninguna élite puede dominar por mucho tiempo exclusivamente por la fuerza.Transmutada en los autoritarios y corruptos rentistas conocidos como los “Hijos de Pinochet”, la vieja elite chilena ha exhalado el graznido de su ocaso histórico durante las décadas de dictadura y transición.
Quienes inevitablemente los han de reemplazar no sustentarán su dominio en la fuerza bruta o la corrupción de una democracia maniatada, sostenida en la apropiación de la renta de recursos naturales y monopolios, lograda mediante la usurpación de bienes públicos. La nueva élite, como todas las que perduran, fundará su hegemonía en la legitimidad de la dirección de la producción social, que en el mundo moderno se basa en la contratación masiva de trabajo asalariado para agregar valor en la creación y venta de bienes y servicios en mercados competitivos.
Dejarán de ser una casta segregada, zurcida por una red de relaciones y creencias rancias, para conformarse en una élite abierta al mérito, de sinceras y cultivadas convicciones progresistas y democráticas. Esa nueva élite ya existe, en la joven generación de profesionales, intelectuales y empresarios, que surge pujante por todos los poros y rincones de la moderna ciudadanía que es el resultado de un siglo de transformaciones, y hará saltar la costra rentista que la mantiene sofocada hasta la irritación.
La porfía en el intento, de nunca acabar, por comprender las causas profundas de los fenómenos sociales, es descalificada como una manía por aquellos que Agustín Squella llama intelectuales livianos que se deslizan haciendo equilibrios oportunistas sobre la última moda conceptual, sin percatarse de la enorme ola que se levanta a sus espaldas y los empuja derecho a los arrecifes. Sin embargo, resulta tan vital para la política como lo es para la economía la comprensión de los niveles de desarrollo social o los ciclos largos y cortos que se desenvuelven en el trasfondo de cada coyuntura.
De este modo, por ejemplo, un coro de opinólogos y políticos conservadores o temerosos, azuzados por un gran empresariado miope que hace aspavientos de marchar a las trincheras, ha saludado el resultado de los recientes cambios políticos y ministeriales como el fin de una manía de profundidades y vuelta a las realidades de la política como el arte de lo posible.
Uno de los más connotados, gusta darse aires de sapiencia dejando caer aquí y allá en sus artículos nombres de grandes pensadores, especialmente Hegel, Marx y ¡Uyyyyy, al mismísimo Lenin! Seguramente considera que, salpicado con diatribas contra la iglesia católica, ello resulta de buen tono para espantar señoras burguesas en los elegantes cenáculos editoriales a los que logró acceder tras consumar la proeza acrobática de pasar de portaestandarte de la educación pública a guaripola de los “sostenedores” privados ¡en una sola noche!
Lo que olvida es que antes de citar autores resulta conveniente leerlos y tratar de entenderlos para no hacer el ridículo y, en el caso de los mencionados, que el núcleo de su manera de pensar es precisamente la dialéctica histórica, quizás el más importante descubrimiento teórico decimonónico.
Es decir, la idea que el constante devenir de las sociedades (y la naturaleza) sigue un curso determinado por sus contradicciones profundas, que no es jamás lineal sino se eleva en una trayectoria cíclica que resulta de una sucesión de períodos de lenta y luego rápida acumulación de cambios cuantitativos, jalonados de bruscos saltos cualitativos. Precisamente del tipo de los que Chile atraviesa en este momento.
Como ha observado un político más sensato y con menos pretensiones, el caballo anda harto chúcaro. En estos casos, como sabe cualquier jinete o amazona experimentada, hay que asegurarse que la cincha esté apretada y los estribos firmes, apretar las piernas con fuerza y, sobre todo, darle carrera.
fuente : radio cooperativa

COMUNISTAS RENUEVAN APOYO A GOBIERNO DE BACHELET

El Comité Central del Partido Comunista deChile (PCCh) renovó su apoyó a las reformas emprendida por el Gobierno de Michelle Bachelet, al tiempo que se pronunció por cambiar la Constitución.
En un Pleno Extraordinario celebrado este fin de semana, el PCCh subrayó que le da gran connotación a la pronta aprobación de la Reforma Laboral, a la vez que resaltó el papel de la movilización de los trabajadores y al diálogo con el Gobierno.
La organización que forma parte de la Nueva Mayoría, coalición en el poder, manifestó asimismo su convicción de que los distintos aspectos de la reforma educacional se adelantarán en los plazos diseñados.
De otro lado, consideró que una nueva Carta Magna para Chile es una exigencia ciudadana,  que ve así la posibilidad de destrabar la rigidez de la institucionalidad y del Estado con miras a enfrentar los problemas más candentes que de la sociedad.
El PCCh es partidario de modificar la actual Constitución para aprobar el Plebiscito Consultivo, a fin de que se consulte a la ciudadanía la forma de llevar adelante el proceso constituyente y en definitiva, someterla a un referendo, dijo.
Durante la reunión, el PCCh comentó los trágicos hechos que terminaron con el asesinato de un joven de sus filas, Diego Guzmán, y de Exequiel Borvarán, y envió sus más sentidas condolencias a los familiares de ambos estudiantes.
“Mucho tiene que ver en estas muertes innecesarias la criminalización mediática y de sectores políticos que se hace de la movilización social. El PCCh hará todos los esfuerzos por esclarecer absolutamente lo sucedido”, apuntó.
Ambos jóvenes deben transformarse en símbolos de la lucha unitaria por la reforma de la educación, acotó al referirse al incidente ocurrido en la ciudad de Valparaíso el pasado jueves y que terminó con el asesinato de Guzmán y Borvarán.
El Pleno Extraordinario dedicó notable espacio al análisis de la situación política después de los cambios del gabinete ministerial de Bachelet.
Opinó al respecto que la institucionalidad enfrenta una situación de descontento desde hace mucho tiempo, “ante una desigualdad que se mantiene con pocos cambios y que ha llegado a grados de indignación al conocerse los hechos de corrupción”.
Señalo que la responsabilidad mayor de esta crisis tiene su origen en los sectores empresariales y políticos, en especial de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de la derecha.
El Comité Central del PCCh expresó su convicción de que las transformaciones en el gabinete se deben transformar en una oportunidad para seguir adelante con el cumplimiento de la totalidad del programa y en especial la aprobación de leyes.
Para el Partido Comunista es de primera importancia mantener la unidad de la Nueva Mayoría, destacó luego de saludar la permanencia de Claudia Pascual como ministra y la incorporación de Marcos Barraza al frente de Desarrollo Social.
Santiago de Chile,  mayo 2015
Crónica Digital / PL

21 DE MAYO " SE VA A REAFIRMAR EL PROGRAMA"

 Presidente del PC dijo que es posible que la Presidenta aborde temas que la población siente más acuciante como salud y transporte. Contó que ve bien el trabajo con nuevo Ministro del Interior y que el diálogo principal es con la sociedad.
Consultado por la prensa sobre lo que se puede esperar del discurso del 21 de mayo cuando la Presidenta Michelle Bachelet entregue su cuenta al país, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, sostuvo que “yo creo que va a reafirmar el programa y la agenda de las reformas”.
También apuntó a que “hay que encarar problemas donde siguen temas pendientes como en salud, transporte y seguridad, en reconstrucción y en las zonas donde hubo desastres naturales” y “sacar adelante las reformas que permitan terminar con acciones delictivas e irregulares tanto en los negocios como en la política”. 
En ese camino, estableció que “seguramente la Presidenta y va a marcar también algunas cosas sustanciales respecto de los problemas que la gente siente más acuciantes”.
Teillier indicó que en la reunión del Comité Político de este lunes -el primero que dirigió Jorge Burgos como nuevo Ministro del Interior- se miró la agenda para el resto del año y se concluyó que “es una agenda apretadísima, incluso algunos estaban proponiendo que el Parlamento debiera trabajar más, es decir, agregar unas horas de trabajo para poder salir del cúmulo de leyes que se vienen”. Explicó que hay que considerar que se viene el análisis y aprobación de al menos 16 iniciativas sobre probidad y transparencia. 
El presidente del PC manifestó que “la Presidenta no va a dejar de lado ningún tema. La crisis de la institucionalidad por los casos de corrupción y malas prácticas, cómo seguiremos adelante las reformas, cómo se va a encarar el mecanismo de discusión de la nueva Constitución, y creo que la Presidenta se va a referir se problemas en temas como la salud, como el transporte y otros”.
Teillier añadió que la Mandataria “tiene mucho que decir en cuanto a reformas, nuevas leyes, proyectos que benefician a la ciudadanía en general. No creo que vaya a eludir los temas más críticos, como lo que ha ocurrido con las irregularidades y malas prácticas, no va a eludir el hecho de que hemos pasado por una crisis, y tampoco que hay temas pendientes, fundamentales, como la desigualdad que hay en el país”. 
El también diputado enfatizó: “Todo eso debería ir en un discurso del Primero de Mayo pero, junto al análisis, las soluciones, las salidas, las reformas. Eso es lo que más nos importa, y que la Presidenta indique un camino y nosotros la vamos a secundar en todo lo que se plantee”.
A.C.: “TENEMOS QUE SOCIALIZAR TODAVÍA LOS INTEGRANTES DE LA N.M”
Consultado sobre si este 21 de mayo se espera que haya anuncios en cuanto a Asamblea Constituyente o mecanismo de discusión de la nueva Constitución, Guillermo Teillier planteó que “no, algunos están más apurados que otros, pero ya se anunció que ese proceso comenzará en septiembre, yo no sé si será bueno adelantar algo para el 21 de mayo”. Añadió que “me gustaría que sí, pero no sé si será necesario, porque aquí hay algo que tenemos que socializar todavía entre todos, incluso los integrantes de la Nueva Mayoría, porque hay diferencias entre la Nueva Mayoría. Todos estamos por seguir con lo que diga la Presidenta, pero no sabemos todavía si están las condiciones para adelantar respecto al método”. El presidente del PC precisó que “lo que sí todos tenemos claridad -y que debiera refirmarlo la Presidenta-, es que vamos a trabajar por una nueva Constitución y que en esa nueva Constitución, en ese camino, va a haber participación ciudadana y participación incidente”.
Guillermo Teillier, ante preguntas de reporteros, expresó que “el Partido Comunista quiere Asamblea Constituyente, pero está lejos de querer acorralar a la Presidenta de la República. Nosotros hemos hecho la propuesta y fue acogida en el Parlamento, por lo menos por unos 60 diputados, de reformar la Constitución ahora, para tener el plebiscito consultivo como instrumento, para que la Presidenta le pregunte a la ciudadanía cómo quiere que se discuta y apruebe la Constitución. Lo mejor es preguntarle al pueblo, que es donde radica la soberanía”.
“MAYOR DIÁLOGO DEBE SER CON LA SOCIEDAD”.
A la salida del Comité Político en La Moneda, el presidente del Partido Comunista fue consultado sobre la percepción que tiene del ambiente político, con el nuevo Ministro del Interior y el trabajo iniciado. “Yo veo -dijo- que hay una buena relación con los presidentes de los partidos políticos, hay una buena disposición también del Ministro Burgos, de todos los nuevos ministros –como la hubo de los anteriores también-, está la decisión de seguir adelante con el programa, con la agenda programática. No hay ninguna intención de frenar el proceso, se trata de mejorar el trabajo prelegislativo, de hacer más trabajo legislativo aumentando el tiempo de trabajo en la Cámara de Diputados para poder terminar a tiempo todo lo que está programado para este año”.
Teillier contó que “hay que trabajar por solucionar los problemas acuciantes de la sociedad y el gobierno y el nuevo Ministro Burgos tomó nota cuidadosa de lo que expusimos los presidentes de los partidos al respecto”. 
El dirigente comunista reveló que en el Comité Político “también vimos que debiera realizarse un mayor trabajo tanto del gobierno como de los partidos de la Nueva Mayoría, en las Regiones, que debe hacerse una campaña para dar a conocer lo que se ha hecho hasta ahora, el significado que tienen las reformas, el significado profundo que en el mediano y largo plazo van a tener en la situación que viven hoy día las personas en Chile”.
Consultado por la prensa sobre lo que se llama el carácter dialogante de Jorge Burgos, el presidente del PC apuntó: “Eso del diálogo es una cosa que todos lo plantean. Nosotros decimos que el mayor diálogo debe ser con la sociedad, con aquellos que se ven beneficiados con las medidas que estamos tomando. No nos oponemos a que se dialogue con la oposición, siempre y cuando el diálogo no sea rendirse ante una minoría, sino que sea efectivamente para que se mejoren y se hagan de mejor forma las cosas que ha propuesto la mayoría y que representan el sentir ciudadano”.
Ante la pregunta de cómo dialogar con quienes no quieren las reformas, Teillier expresó que “hay matices en eso, hay un sector que no quiere ninguna reforma, otros que están de acuerdo con algunas, y bueno, se discutirá en el Parlamento. Hay otros que dicen ‘bueno, mira, a mi me gustaría que se agregara tal cosa’, y a lo mejor ahí se puede abrir una posibilidad de diálogo. Hay sectores de la derecha que nos han ayudado en la aprobación de proyectos de ley de las actuales reformas y eso nosotros no lo podemos dejar de lado”.
fuente : el siglo