CHILE

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sábado, 26 de septiembre de 2015

PRESIDENTA , CUENTE CONMIGO !!!


LA VALIOSA CARGA DEL WINNIPEG

Se cumplio un nuevo aniversario de la llegada del Winnipeg a las costas de Valparaíso. ¿Cuál fue el aporte a Chile de estos “rojos” rescatados de las garras del fascismo?
El Winnipeg fue el mejor poema de mi vida dijo Neruda antes de morir.
El Winnipeg era un viejo carguero que fue habilitado para trasladar a Chile un total de dos mil quinientos refugiados españoles, considerados indeseables por las autoridades francesas, prisioneros en campos de concentración. Los “rojos” españoles se embarcan con destino a Chile. El Winnipeg sale de Pauillac, puerto cercano a Burdeos, el 4 de agosto de 1939, con destino a Valparaíso  Chile, donde recala  un 2 de septiembre.
En 1934, Neruda es designado Cónsul de Chile en Barcelona y luego en Madrid. Amaba entrañablemente a España y, en especial, a Andalucía, cuna de sus amigos García Lorca, Alberti, Manuel Altolaguirre, Alexandre, Cernuda, José Caballero, entre otros muchos. 
En Chile, El Frente Popular había llevado a la presidencia a Pedro Aguirre Cerda  y Pablo Neruda era Cónsul en París para la inmigración.
En 1939, hacia el término de la Guerra Civil española, Neruda, muy afectado por la situación de cientos de miles de españoles, logra convencer al Gobierno de Chile para ofrecer a los refugiados españoles existentes en Francia y Norte de África, una segunda patria: Chile.
Era el verano de 1939, las tropas de Francisco Franco habían entrado ya en Barcelona, la retirada hacia Francia de los republicanos españoles armas en mano había empezado, y a su llegada decenas de miles de hombres, mujeres y niños son detenidos y hacinados en campos de concentración en el sur de Francia. 
En su libro “Confieso que he Vivido” Neruda recuerda así éste episodio de su vida: “Casi inválido, recién operado, enyesado en una pierna -tal eran mis condiciones físicas en aquel momento- , salí de mi retiro y me presenté al presidente de la república. Don Pedro Aguirre Cerda me recibió con afecto.
-Sí, tráigame millares de españoles. Tenemos trabajo para todos. Tráigame pescadores; tráigame vascos, castellanos, extremeños.
Y a los pocos días, aún enyesado, salí para Francia a buscar españoles para Chile”.
Junto a Delia del Carril, Neruda logra que unos 2.200 españoles -pescadores, campesinos, obreros, intelectuales, ex militares, niños- escaparan a bordo del Winnipeg.
El viaje duró exactamente treinta días. Era un barco de 4.500 toneladas, en el que se habilitaron las bodegas de carga con literas y colchonetas de paja para los refugiados. Una bodega se destinó a comedor.
“Tráigame pescadores” ordenó Pedro Aguirre Cerda y los pescadores, originarios de Galicia, y de Tarragona, que se instalaron en Talcahuano, San Antonio, Valparaíso e Iquique, impulsaron nuevas técnicas de pesca. Los recién llegados organizaron o reorganizaron la pesca del atún, la pesca del camarón e, incluso, varios de ellos derivaron en la industria conservera, con lo que abrieron otros caminos que dieron grandes beneficios y contribuyeron a mejorar la economía del país.
En 1942  Cristián Aguadé, Claudio Tarragó y Germán Rodríguez Arias -llegados en el Winnipeg- crean la industria “Muebles del Sur”. Los primeros muebles fueron confeccionados de forma casi artesanal en el patio de la casa de Claudio Tarragó. En 1947 abren la primera sucursal en el puerto de Valparaíso. 
Un gran rol juega por ese entonces Rodríguez Arias (Arquitecto), hizo los primeros diseños para la nueva empresa y crea toda una línea de muebles en madera de pino, madera barata, abundante y de poco uso en el Chile de esos tiempos. Este Arquitecto diseñaría posteriormente, “La Chascona”, la mítica y hermosa casa de Pablo Neruda a los pies del cerro San Cristóbal en Santiago.
El norte de Chile también sería favorecido con la inteligencia, tesón y dedicación de estos despatriados españoles. De hecho, Víctor y Raúl Pey Casado, (hermanos), ambos ingenieros, a los diez años de vivir en Chile se instalan en Arica y se dan a la tarea  de diseñar y construir el nuevo puerto.
Varios puertos y espigones de atraque en las costas chilenas son producto del diseño y supervisión de obras de los hermanos Pey Casado como los puertos y muelles de Punta de Lobos, Mejillones, Huasco, Punta Arenas, Puerto Williams, Talcahuano y Castro. También de su autoria es la construcción de la Ciudad del Niño Presidente Ríos, lugar que por muchos años albergó a niños huérfanos y otros de escasos recursos -hoy, inexistente- fue demolida hace algunos años y en su lugar vemos bloques de viviendas al estilo de la “modernidad imperante”. 
“Tráigame millares de españoles” fue la orden para Neruda y estos dejaron huellas culturales y beneficios que hasta hoy perduran en nuestro Chile. Se sabe que un puñado de emigrantes vascos crearon el restaurante Capri, que más adelante se convirtió en Boite. En ese restaurante, los “maestros” tradicionales fueron reemplazados por la atención de esposas y familiares de los dueños, costumbre, hasta entonces no practicada por los empresarios chilenos.
Libros y editoriales creadas por los rescatados en el Winnipeg aún circulan por ahí como ejemplares editados por Joaquín Almendros, creador de la editorial "Orbe". Una de las mayores empresas literarias levantadas con el esfuerzo de los migrantes españoles es  “Cruz del Sur”, su director, Arturo Soria la creo en 1942.
Una verdadera “revolución cultural” se produjo en Chile con el arribo de estos españoles rescatados de los campos de prisioneros. Somos testigos privilegiados de esa revolución urgente ocurrida en el mundo de las artes
El Teatro Experimental de la Universidad de Chile, terminó siendo un movimiento artístico que sirvió de ejemplo a muchas iniciativas similares en Chile y en América Latina. Creado en 1941 sus fundadores, estudiantes de Filosofía, Pedagogía, Leyes y Bellas Artes, crean allí las bases del futuro “Instituto del Teatro de la Universidad de Chile” (ITUCh). 
Sus fundadores son grandes y queridos nombres de las tablas nacionales: Roberto Parada, María Maluenda, Chela Álvarez, Bélgica Castro, Pedro Orthous, Rubén Sotoconil. Pedro de la Barra fue su primer director, elegido de una terna en la que además figuraban Héctor del Campo y José Ricardo Morales. 
El Teatro Experimental buscó las raíces en la tradición española de los teatros universitarios. Esa tradición la funda en España Federico García Lorca con su mítica compañía de teatro “La Barraca”. Rescata y reactualiza el teatro clásico español, lo revitaliza, lo hace vivir ante públicos muy diversos. Y esa experiencia la recogen también los actores y los directores del teatro “El Búho” de la Universidad de Valencia, en la que participaba Max Aub y un joven José Ricardo Morales.
Roser Bru, recientemente galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2015  era muy niña cuando se embarco en el Winnipeg, con estas pocas palabras resume la experiencia de hacer una nueva vida en Chile: “La vida se fue haciendo con nacimientos y muertes. Pero aprendimos a pertenecer. Fue un “descubrimiento” de América al revés y sin vencedores. ¡Pura generosidad!

“Todos fueron entrando al barco. Eran pescadores, campesinos, obreros, intelectuales, una muestra de la fuerza, del heroísmo y del trabajo. Mi poesía en su lucha había logrado encontrarles patria. Y  me sentí orgulloso” (Pablo Neruda)
fuente : el siglo