CHILE

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miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL DEBATE DE LA CASEN .LA POBREZA DEL MINISTRO


Ha estado en el centro del debate el actuar del gobierno respecto del manejo de información de los datos entregados porla CASEN2011. Estos entregaban una cifra de la pobreza del orden del 14,4%. Ello implica una reducción de 0.7 puntos respecto de la medición 2009 y la reducción de la indigencia de3,7 a2.8%.
Ante estas cifras, el gobierno montó un escenario de triunfalismo y optimismo, transmitiendo la idea de que se estaba en el camino de superación de la pobreza. De esta forma, se ha pretendido influir en la subjetividad de la población sobre la eficiencia de la denominada “nueva forma de gobernar”. La siguiente meta, en palabras del ministro Lavín, sería disminuir a menos de un 1% la indigencia. De esta forma, el gobierno dio inicio a la escalada de instrumentalización política a la que hoy asistimos, respecto de los recientes resultados de medición de pobreza en el país.
No obstante las diversas celebraciones, una primera alarma se dio en función del desconocimiento del margen de error, lo cual pudiese hacer que la variación fuese poco significativa. Ello llevaría a hablar en el mejor escenario de una leve baja, estadísticamente poco significativa, dentro de los márgenes de error. Así, creemos que una mirada un poco más exhaustiva, nos lleva a pensar que el mito del crecimiento económico y el empleo no es tal como el que se da a conocer por los medios. Se puede afirmar, con una mirada de mediano plazo, que abarcan las tres últimas CASEN ( 13,7% el 2006;15,1% el 2009, 14,4% el 2011) , que el nivel de pobreza en el país está estancado. Así, creemos que la matriz de política pública de los últimos 22 años, basada en crecimiento y focalización del gasto social –que permitió reducir los niveles de pobreza que dejó la dictadura- presenta limitaciones para enfrentar una pobreza que se puede definir como estructural, así como asume un carácter multidimensional.
Por su parte,la CEPAL–organismo encargado de corregir y ajustar las variables de ingreso, así como de construir los totales de ingreso correspondiente a cada preceptor a cada uno de los hogares- ha señalado a través de su página web, dos afirmaciones que nos parecen de suma relevancia. Dada su tarea de alcanzar un nivel de alta comparabilidad entrela CASEN2011 y sus antecesoras señala, que manteniéndose los criterios y procedimientos aplicados con anterioridad, se asegura la consistencia y comparabilidad de los resultados obtenidos. No obstante, se indica que estas mediciones tienen un nivel de precisión que está afectado por la naturaleza muestral, (por ejemplo, la muestra contendría diferencias respecto a la distribución de encuestas de regiones si se compara con las muestras anteriores) así como, por los supuestos y decisiones que es necesario adoptar acerca del tratamiento de los datos a lo largo del proceso de estimación de los ingresos, de forma de buscar comparabilidad con encuestas anteriores.
Entre estos, se incluye las preguntas y11 e y 23, que tratan, respectivamente, sobre los ingresos de los desocupados y sobre el impacto de los bonos de asignación social que la encuesta logra medir. En efecto, el gobierno solicitó la incorporación de estas preguntas. Si esto hubiese sido desestimado por el organismo internacional, estaríamos hablando de un 15,2% de pobreza en el país.
Ello –señala el informe de la CEPAL-“le confiere cierta variabilidad a las estimaciones, que debiera ser tenida muy en cuenta a la hora de divulgar e interpretar los resultados”. ¿Qué señala la CEPAL con esto último? Que el carácter del estudio y sus resultados requiere prudencia a la hora de hacer interpretaciones políticas, en tanto no se puede afirmar con certeza que estamos ante una reducción de la pobreza, ni menos que esto corresponda a un proceso que de cuenta de una tendencia a la disminución que el gobierno revertiría por medio de la implementación de sus políticas. Ello, es lo que el gobierno no considera, e interpreta de manera forzada una reducción de la pobreza que permite pensar incluso en una posible extinción de ella.
A su vez, hoy el gobierno recoge lo que buscó sacar a la hora de estimar la pobreza el año 2010, cuando el ministro era Felipe Kast. En ese entoncesla CEPALconsideró un ajuste debido al alto costo que alcanzaba el precio de los alimentos. Este ajuste hubiese implicado una baja en la pobreza en dicho momento, pero por criterios de comparabilidad se prefirió mantener el precio en $64.000 y no en $56.000 como sugirió la CEPAL. Ello, entonces, no fue considerado por el MIDEPLAN. Hoy, sin embargo, ha sido utilizado como fuente explicativa para señalar que las propias mediciones dela CEPALdan cuenta de una baja en la pobreza en el país.
Para fundamentar lo arriesgado e irresponsable de la apuesta política y comunicacional del gobierno, es importante señalar que mientras el país aumenta su per cápita de15.000 a17.000 dólares en los últimos dos años, se genera 700.000 empleos, -lo que hace hablar de empleo pleno en el país- la pobreza es mayor que al año 2006, (14,4% v/s 13,7) con menores ingresos y empleo. Esta es la paradoja del desarrollo neoliberal, que nos permite afirmar que el modelo y sus fórmulas de política social subsidiaria y focalizada llega a un punto de tope. Creemos nos encontramos ante una pobreza estructural, que requiere de nuevas formas de entender la pobreza y el desarrollo de políticas acorde a ello, con un Estado más activo y garante en dicha tarea.
El camino inicial debe ser implementar una nueva forma de medición de la pobreza, que considere la variable multidimensional de esta y las nuevas formas que adquiere hoy en día .Esta nuevo indicador es condición que debiese traducirse en políticas públicas consistentes, que den cuenta del Chile real, aquel quela CASENno logra develar, y aquel que el actual debate político no logra analizar.

Algunas conclusiones a propósito del debate generado.
Las cifras han sido mal interpretadas y políticamente manipuladas para generar una opinión ciudadana favorable al gobierno. Solo es necesario recordar que su difusión coincidió casualmente con el trabajo de campo de la encuesta CEP. En el mal manejo comunicacional coincide hasta el propio ex ministro Kast, antecesor de Lavín. Sería bueno que coincidiera también en las consecuencias de esa instrumentalización política.
Como señala la CEPAL, la cifra es comparable,  pero requiere precisión por parte del organismo encargado de difundir e interpretar la información (el MDS). No se puede afirmar con certeza una baja de la pobreza. Una mirada de mediano plazo, considerando el período 2006-2011 nos permite afirmar con mayor precisión que el camino para superar la pobreza está cerrado, y que ésta se encuentra probablemente estancada en el orden del 14 o 15% si consideramos la variable ingresos medida por el actual instrumento.
Este debate ha dañado la confianza pública en las instituciones, particularmente en la manipulación política que se puede ejercer a partir de un ministerio. Para revertir ello, se requieren cambios a nivel del instrumento y del organismo encargado de organizar e interpretar los datos.
Hacemos un llamado a generar un nuevo instrumento, que sea administrado por un organismo independiente de los gobiernos de turno, en aprobación del MDS, pero con independencia de este para las definiciones técnicas que se requieran tomar a la hora de interpretar la información recogida. Ello debiese estar incluido en el presupuesto de la república que se discute este año.
La Encuesta CASEN debe seguir por el momento, pues permite tener grados de comparabilidad que, si bien presenta limitaciones, se ajustan  a la necesidad de comparar información en el tiempo.
Finalmente, se requiere indagar sobre la responsabilidad política del ministro Lavín, por el daño realizado a las instituciones involucradas y los efectos que esto puede tener para la propia política pública y la confianza en el gasto social que realiza el Estado.
Hacemos un llamado al Ministro a asistir a la Cámara y dar las explicaciones respectivas que aclaren la confusión que hoy prima y sigue sujeta a los sesgos políticos de la interpretación de los hechos. En este sentido, el gobierno debiera considerar, claramente, que el ministro Lavín asuma su responsabilidad política en todo el malentendido generado, dañando la credibilidad de las instituciones involucradas.
Joaquín Lavín da cuenta de ser un ministro poco confiable. Ello no solo daña al gobierno, sino a las propias instituciones públicas. Algo de ello mostró cuando generó políticas y proyectos populistas en la alcaldía de Santiago. Luego, lo hizo  en el ministerio de educación, al ser parte de una universidad privada y tener intereses involucrados en la discusión sobre el lucro. Ello fue el comienzo de su salida. Hoy, nuevamente debemos una explicación de su actuar. ¿Cuándo asumirá el costo real de sus acciones? La renuncia pareciera ser el camino que zanje desde una perspectiva ética y política este debate.
FUENTE : ICAL