CHILE

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viernes, 25 de septiembre de 2015

HABLAN LOS PROTAGONISTAS DEL ACUERDO EN COLOMBIA

El Presidente de esa nación, el jefe de las FARC-EP y el jefe de Estado cubano relevaron la exitosa fase de avance hacia la paz colombiana. En 2016 se produciría desarme de la guerrilla. Habrá Jurisdicción Especial.
 Un significativo paso en el proceso hacia la paz en Colombia acaba de sellarse en La Habana en presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo, Timoleón Jiménez, conocido como Timochenko.
En lo que se considera la antesala del acuerdo definitivo de paz, que debe firmarse en el término de seis meses, las delegaciones encabezadas por Humberto de la Calle, en representación del gobierno de Colombia, e Iván Márquez, por la organización guerrillera, rubricaron un comunicado conjunto que establece una Jurisdicción Especial de Justicia para garantizar que los crímenes de la guerra no queden impunes.
“No vamos a fracasar, ha llegado la hora de la paz”, dijo el presidente Santos, mientras que el líder guerrillero Timochenko mostró gran satisfacción por el importante paso dado hacia la solución definitiva de un conflicto que se ha prolongado por casi seis décadas.
Santos y Timochenko, en presencia del Presidente de Cuba, Raúl Castro, se dieron un histórico apretón de manos luego de reconocer el papel desempeñado por Cuba y Noruega, como países garantes y Venezuela y Chile como acompañantes de unas conversaciones iniciadas hace tres años en La Habana.
Tanto el presidente Santos como el jefe guerrillero recordaron el llamado a la paz en Colombia formulado el pasado domingo en La Habana por el Papa Francisco, a quien, por cierto, el presidente Barack Obama agradeció en Washington el papel desempeñado en el proceso de normalización de las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
El Jefe de Estado de Cuba, Raúl Castro, dijo en la ceremonia realizada en el Salón de Protocolo de El Laguito, en el oeste de La Habana, que la paz en Colombia no sólo es posible, sino también indispensable para que se cumpla cabalmente la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz, proclamada durante la Segunda Cumbre de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, realizada en la capital cubana.
Minutos después de la firma de este importante acuerdo entre el gobierno y la guerrilla de Colombia, el Secretario estadounidense de Estado, John Kerry, lo calificó de avance histórico hacia la paz, mientras que en La Habana algunos analistas políticos lo consideraron también como un nuevo y significativo éxito de la diplomacia cubana.

La postura de las FARC-EP
El jefe del Estado Mayor de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, expresó que “nos complace anunciar que esta jurisdicción especial para la paz ha sido diseñada para todos los involucrados en el conflicto, combatientes y no combatientes, y no solo para una de las partes”.
“Desde una perspectiva fundamentalmente restaurativa, esta jurisdicción, abre las posibilidades de ofrecer verdad detallada y plena para sentar bases para la reparación y no repetición, que satisfaga los derechos de las víctimas y las expectativas de reconciliación de la sociedad”, agregó.
Indicó que “la Jurisdicción Especial de Paz, que establece un modelo absolutamente respetuoso con las obligaciones internacionales de Colombia y las normas humanitarias, seguramente será observado y tenido en cuenta en otros procesos de paz”.
El jefe de las FARC-EP sostuvo además que “corresponde a las partes ahora multiplicar los esfuerzos para dirigidos a la construcción de consensos que nos aproximen al cese al fuego bilateral, a definiciones sobre dejación de las armas y la transformación de las FARC-EP en un movimiento político legal, generando condiciones específicas como las del desmonte del paramilitarismo”.

Santos: en seis meses concluye la negociación
En tanto, el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, informó que “hemos acordado que a más tardar en seis meses puede concluir esta negociación del acuerdo final. Faltan unos puntos difíciles, pero ya estamos finalizando una guerra de 60 años; la única y más largas en nuestro continente”
Dijo que “hoy avanzamos en una misma dirección y en la más noble que es el de la paz” y añadió: “Tan importante como satisfacer los derechos de las víctimas es asegurar que no haya nuevas víctimas, que se acabe definitivamente el conflicto armado de Colombia”.
También indicó que se acordó que los guerrilleros dejarán las armas a los 60 días del acuerdo final.    
Santos explicó que el Estado de Colombia otorgará la amnistía “más amplia posible” para los delitos políticos, pero dejará fuera de esa medida los crímenes que la legislación nacional tipifique como de lesa humanidad, genocidio o graves crímenes de guerra, según un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las FARC-EP.
En cuanto a justicia y víctimas, el Presidente indicó que se trata de “un logro mayor” y que “la jurisdicción de la paz para los crímenes más graves no quedarán en impunidad”.
Sostuvo que todos los colombianos tendrán la oportunidad de refrendar el acuerdo que se logre.
El jefe de Estado colombiano agradeció a “Raúl Castro y Cuba por su hospitalidad y compromiso con la paz de Colombia; al Gobierno de Noruega, que como país garante ha sido fundamental. Venezuela y Chile que han servido como países acompañantes”.
“Retomo las palabras del Papa Francisco, el inspirar en el camino, hacer votos para sostener los esfuerzos para una definitivas reconciliación y no permitir otro fracaso en este camino de paz. No vamos a fracasar, ha llegado la hora de la paz”, finalizó el Mandatario colombiano.

“La paz en Colombia es indispensable”: Raúl Castro
El Presidente de los Consejos de Estado y Ministros, General de Ejército, Raúl Castro Ruz, felicitó al presidente de Colombia Juan Manuel Santos y al jefe del Estado mayor de las FARC-EP, comandante Timoleón Jiménez, así como a sus delegaciones a las conversaciones de paz, por la importancia del acuerdo anunciado hoy en La Habana respecto a una Jurisdicción Especial para hacer justicia cuando se acabe el conflicto.
“Las conversaciones marchan por buen camino. Estos acuerdos sobre justicia son un significativo paso de avance, estamos más cerca de lograr la paz que tanto anhela y merece el pueblo de Colombia”, afirmó Raúl.
“La paz de Colombia no solo es posible, es indispensable y requiere grane esfuerzo y voluntad” enfatizó el jefe de Estado cubano. Opinó que en las negociaciones entre los colombianos se avanzó “mucho más lejos que nunca antes” y advirtió que “aún quedan dificultades enormes que superar pero tenemos la certeza de que serán vencidas”.
Respecto a que el diálogo entre Gobierno y guerrilla se diera en tierra cubana, Raúl Castro afirmó que “el profundo respeto a las posiciones de la dos partes, absoluta imparcialidad, la discreción y el apoyo firme consistente y solidario continuarán caracterizando la modesta contribución de Cuba al proceso de paz”.
Puntualizó el gobernante isleño que “no descansaremos hasta que se logre el ansiado objetivo de la paz para la querida Colombia. Se hará realidad el compromiso que asumimos en la segunda cumbre de Jefes de Estados de la Celac cuando declaramos a América latina como Zona de Paz”.

EL ACUERDO ENTRE GOBIERNO DE COLOMBIA Y FARC-EP

 El Siglo da a conocer el texto completo del acuerdo suscrito por el régimen colombiano y la guerrilla fariana, que incluye los cuatro puntos esenciales para alcanzar la paz en ese país.
 1. El Gobierno de la República de Colombia y las FARC-‐EP reafirman su compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha: “Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral”, “Participación política: Apertura democrática para construir la paz” y “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”.
2. A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable  y  duradera.  Con  ese propósito estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En ese marco hemos acordado que  se  creará  una  Comisión  para  el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y hemos logrado acuerdos importantes en materia de reparación de las víctimas.
3. En cuanto al componente de justicia, hemos acordado crear una Jurisdicción Especial para la Paz, que contará con Salas de Justicia y con un Tribunal  para  la  Paz. Las Salas y el Tribunal estarán integrados principalmente por magistrados colombianos, y contarán con una  participación minoritaria de extranjeros que cumplan los más altos requisitos. La función esencial de las Salas y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener verdad,  contribuir a la reparación de  las  víctimas  y  juzgar  e  imponer  sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos durante el conflicto armado, particularmente los más graves y representativos, garantizando la no repetición.
4. El componente de justicia prevé que a la terminación de las hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos.   Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad.
5. En todo caso no serán objeto de  amnistía o indulto las  conductas  tipificadas  en  la legislación  nacional que se correspondan  con  los  delitos  de lesa  humanidad, el genocidio  y  los graves  crímenes  de guerra, entre  otros delitos graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad,  la  tortura, el  desplazamiento  forzado,  la  desaparición  forzada,  las  ejecuciones extrajudiciales   y  la   violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y juzgamiento por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz. 
6. La Jurisdicción Especial para  la  Paz  tendrá  competencia  respecto  de  todos  los  que  de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las FARC-‐EP y a los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto, en especial respecto de los casos más graves y representativos.
7. La Jurisdicción Especial para la  Paz  contempla  dos  tipos  de  procedimientos:  uno  para quienes reconocen verdad y responsabilidad, y otro para quienes no lo hacen o lo hacen tardíamente. A los primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, las sanciones impuestas por otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así como la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio ante el Tribunal.
8. Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán  como  finalidad  esencial  satisfacer  los derechos de las víctimas y consolidar la paz y deberán tener la mayor función restaurativa y reparadora del daño causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los  delitos competencia del Sistema, la sanción tendrá un componente de restricción de libertades y derechos que garantice el cumplimiento de las funciones reparadoras y restauradoras de las mismas mediante la realización de trabajos, obras y actividades y en general la satisfacción de los derechos de las víctimas. Las sanciones para quienes reconozcan delitos muy graves tendrán un mínimo de duración de cumplimiento de 5 años y  un máximo de 8 de restricción efectiva de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan dicho reconocimiento de manera tardía ante el Tribunal serán sancionadas con pena de prisión  de  5  a  8  años, en condiciones ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se requerirá que el beneficiario se comprometa a contribuir con  su resocialización a través del trabajo, capacitación o estudio durante el tiempo que permanezca privado de la libertad. Las personas que se nieguen a reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables serán condenadas a pena de prisión hasta de 20 años, en condiciones ordinarias.
9. Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz es necesario aportar verdad plena, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.
10. En el caso de las FARC-‐EP, la participación en el sistema integral estará sujeto a la dejación de armas, que deberá comenzar a más tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final.
La transformación de las FARC-‐EP en un movimiento político legal es un objetivo compartido, que contará con todo el apoyo del Gobierno en los términos que se acuerden.
La Habana, Cuba, 23 de septiembre de 2015.-