CHILE

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martes, 2 de septiembre de 2014

DECLARACIÓN PÚBLICA: “NOSOTROS LE CREEMOS A ENRIQUE VILLANUEVA”

Nosotros conocemos a Enrique Villanueva desde hace muchos años, porque fuimos compañeros de armas en la Fuerza Aérea de Chile y, porque juntos nos opusimos al Golpe de Estado y nos mantuvimos fieles a nuestro juramento en defensa del gobierno de Salvador Allende, elegido democráticamente, rechazando reprimir a nuestro pueblo. Una decisión que le costo la vida, entre otros, al General Alberto Bachelet, asesinado por sus propios compañeros de armas y a nosotros, la tortura, la cárcel y el exilio.
Damos fe de su compromiso con la lucha permanente por la recuperación de la democracia y la libertad en Chile, Enrique fue un destacado dirigente del movimiento de militares en el exilio, quienes después de salir de la cárcel nos organizamos con el fin de unirnos a todo el movimiento internacional de solidaridad, denunciando desde nuestros países de destierro, los crímenes y los atropellos a los derechos humanos cometidos por la dictadura cívico militar en esa época.
De manera desinteresada, una vez que finalizó sus estudios universitarios en Inglaterra, se integró a la lucha por la liberación nacional del pueblo de Nicaragua, participó en la fundación de la Fuerza Aérea Sandinista y en la reconstrucción de ese país después de derrocada la dictadura de Somoza. Posteriormente nuestro compañero Enrique, fue también un dirigente fundador del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), una joven organización que surgió en 1983 como una forma de resistencia armada al terrorismo de Estado y cuando en nuestro país no había estado de derecho, haciendo uso del derecho a la rebelión ante una tiranía reconocida como una de las mas crueles de las que existieron en nuestro continente.
 Aunque nosotros no fuimos parte de esa organización, siempre valoramos el coraje, el valor y el espíritu unitario que animó a sus integrantes. Jóvenes, hombres y mujeres, algunos de ellos héroes, quienes entregaron generosamente sus vidas para alcanzar la democracia que hoy disfrutamos todos los chilenos.
 A nosotros nos consta que después del triunfo del Presidente Aylwin, Enrique Villanueva, al igual que muchos chilenos y chilenas, comenzó una nueva construcción de país y de familia, entendiendo que la realidad de nuestra transición a la democracia imponía en Chile una nueva forma de hacer política. Algunos de nosotros fuimos testigos de su reinserción social junto a su familia, apoyándolo moral y materialmente en un proceso que le fue duro y casi siempre adverso.
 Quienes conocemos a Enrique, su pensamiento y consecuencia, demostrada a lo largo de toda su vida, sabemos que NO PARTICIPÓ en el asesinato del ex senador Jaime Guzmán, hecho ocurrido el 1º de abril de 1991. Su posición política de dejar las armas, ha sido desde los fines de los ochenta, conocida por sus amistades y entornos. No es casual que le hayan tildado de reformista dentro de las filas de su propia organización por sus posturas políticas contrarias al aparatismo militar que en esa época sometió al FPMR y a otras organizaciones. Son muchas las personas quienes apoyan nuestro sentir y que atestiguan su posición y opiniones una vez sucedidos los hechos.
 Nosotros, al igual que Enrique Villanueva, repudiamos dicho crimen por considerarlo cobarde y porque el país vivía en otro contexto histórico, donde ya no operaban organismos represivos del Estado como la Dina y la ex CNI y empezaban a soplar los primeros vientos de la democracia.
 Durante los últimos cuatro años, desde Septiembre del 2010, hemos seguido con atención un largo proceso judicial, en el cual se le privó de libertad por una acusación extrajudicial hecha en la televisión, señalándolo como peligro para la sociedad, sin considerar que por voluntad propia había retornado al país, desde España, cinco años antes, en el 2005, periodo durante el cual ejerció como un profesional y académico destacado.
 Se le señala como autor intelectual de un hecho que siempre ha repudiado y que le costó además, enemistades en su misma organización. Se le ha perseguido sin piedad, haciendo uso de una legislación antiterrorista diseñada en los tiempos de la dictadura, cuestionada internacionalmente, aplicándosele leyes derogadas, negándole las bases del debido proceso y de un juicio justo. Han pasado 23 años desde este alevoso crimen, el que de acuerdo a la legislación chilena para este tipo de delito, prescribe a los 15 años. Enrique desde 1997 ha vivido dentro y fuera del país, lo que le da un cálculo de 15 años y algunos meses, entonces, porque no se le aplica la prescripción?, pero mas aun, porque se le aplican leyes derogadas?.
 Finalmente y a pesar de que la UDI NUNCA ha solidarizado con las víctimas de las gravísimas violaciones a los DDHH ocurridas durante la dictadura cívico militar de Pinochet – que su partido apoyó- , a pesar de que algunos de sus miembros aun protegen y defienden a los criminales condenados y en procesos judiciales por violaciones a la vida y a los derechos humanos, a pesar de que la UDI no ha colaborado como debiera con las propuestas de verdad y justicia, nosotros le reconocemos a ese partido el derecho a exigir justicia por su líder asesinado.
 Pero como ya lo ha dicho el abogado Roberto Celedón, que defiende a este luchador social y militar patriota “no se hace justicia condenando a un inocente”.
 Ex militares de la FACH quienes nos opusimos al golpe de estado de 1973:
Comandante de Grupo Fach             Ernesto  Galaz Guzmán.
Comandante de Grupo Fach             Alvaro Yáñez.
Capitán de Bandada Fach                 Jaime Donoso Parra.
Teniente Fach                                               Humberto Frías Bulo
Sargento Fach                                   Jaime Contreras Márquez.
Cabo 1ro Fach                                   Enrique Ibañez Recabal.
Cabo 1ro Fach                                   José Carrasco Oviedo.
Cabo 1ro Fach                                   Víctor Adriazola Meza.
Cabo 1ro Fach                                   Omar Maldonado Vargas
Cabo 1ro Fach                                   Osvaldo Cortes
Cabo 2do Fach                                  Eduardo Gonzales Beltrán
Cabo 2do Fach                                  Carlos Guerrero Robles
Cabo 2do Fach                                  Rene Oliva Quezada
Cabo 2do Fach                                  Luis Torres Valeria
Cabo 2do Fach                                  José koch
Caco 2do Fach                                  Pedro Pontanilla Murua
Cabo 2do Fach                                  Mario Arenas Fernández
Cabo 2do Fach                                  Sergio Avila Gallegos
Cabo 2do Fach                                  José Ayala

Honorables diputados (as):
Hugo Gutiérrez, diputado PC; Sergio Aguiló, Diputado IC; Rodrigo GonzálezDiputado PPD ; Cristina Girardi, Diputada PPD
 Santiago de Chile, 31 de agosto 2014
Crónica Digital

JÓVENES : FALTAN POLÍTICAS Y MÁS ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN

La necesidad de implementar políticas públicas para la juventud, abrir más espacios para la participación juvenil, potenciar las acciones para el segmento juvenil a nivel municipal e incluso plantearse la conformación de una Subsecretaría o un Ministerio de la Juventud, fueron algunas de las conclusiones del Conversatorio “Políticas Locales de Juventud: Construyendo Participación Juvenil” organizado por la Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL).
La actividad se realizó en la sede del ICAL, participaron alrededor de 50 jóvenes provenientes de varias Comunas de la Región Metropolitana, hubo exposiciones del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), del Centro de Investigación y Difusión Poblacional de Achupallas, de organizaciones juveniles y de representantes de Oficinas Municipales de la Juventud. Se presentaron experiencias desde lo popular, como las expuestas por Lisette Samith de la Unión Comunal de Jóvenes de Viña del Mar y Gabriel Hermosilla del colectivo “Todas las Esquinas” de Recoleta.
Hubo presencia de jóvenes organizados en distintas instancias, como Nevada Skate, Murales Independientes, Comunidad Paradero, Centro cultural Todas las Esquinas entre otras. También estuvieron representantes de algunas Oficinas Municipales de Juventud (OMJ) de San Miguel, Quilicura, Santiago, Peñalolén, San Felipe y Recoleta. Además hubo presencia de jóvenes funcionarios municipales y de oficinas parlamentarias territoriales.
De tal manera que el Conversatorio organizado por ICAL se convirtió en un espacio de debate y reflexión, de fomento de la participación de los jóvenes en el desarrollo local, con miras a generar propuestas para una nueva política en el ámbito juvenil. Se logró reflexionar respecto de estas experiencias en conjunto con los mundos juveniles, para retroalimentar el trabajo de las oficinas municipales de la juventud y aportar al diseño, elaboración y ejecución participativa de sus políticas de desarrollo local.
Las y los jóvenes participantes y sus organizaciones sociales, populares, locales y municipales concluyeron, entre otras cosas, que falta en el país, y en distintos niveles y ámbitos, una política juvenil, en lo que es fundamental que el Estado desarrolle políticas públicas para la juventud en un esfuerzo que debe incluir al Gobierno, al Congreso, Municipalidades y a entidades públicas y privadas. Se pidió, en ese sentido, un rol más protagónico de parte del INJUV y que a partir de ese organismo se desarrollen políticas efectivas que tengan que ver con las realidades y necesidades de las y los jóvenes y que se aborden los problemas y desafíos de este sector de la población de manera integral y efectiva.
Se enfatizó en la necesidad de políticas públicas para la juventud, fortalecer el INJUV e incluso plantearse la creación de una Subsecretaría o Ministerio de la Juventud, mayor presupuesto para estos planes y una respuesta seria de parte del sector público.
También se planteó la necesidad de seguir generando instancias públicas, como las Oficinas de Juventud que aplican las políticas en el territorio, así como organizaciones más informales de jóvenes, las organizaciones sociales juveniles, para seguir dando un debate más profundo que no solo aborde la crítica, sino que también apunte a ejes centrales de una nueva política de juventud a nivel nacional.
Pablo Canelo, Encargado del Área de Desarrollo Social del ICAL, y quien cumplió una labor de organización de este Conversatorio, señaló que “en general se aprecia un abordaje de las temáticas juveniles muy pobre y alejada de la realidad actual de los jóvenes” y que por eso “la crítica es retroactiva, ya que es insuficiente lo que se ha realizado en esta materia”. Añadió que “por eso  vemos por la necesidad de abrir estos espacios para que la juventud, que puedan dar un debate profundo y necesario respecto a que necesitamos del Estado para hablar realmente de políticas juveniles”.

Deficiencias en tema juventud a nivel municipal.
En el primer modulo del Conversatorio, denominado “Reflexiones y aportes para una política comunal en juventud”, expusieron Oscar Dávila, del Centro de Investigación y Difusión Poblacional de Achupallas (CIDPA), y Juan Pablo Fuentealba por parte del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
CIDPA presentó un estudio realizado por ellos sobre la oferta pública en materia de juventud desarrollada a nivel comunal en Chile, en donde se demostró que las experiencias de las OMJ no se encuentran sistematizadas y su continuidad depende de las personas a cargo de estas. La clara ausencia de elaboración y articulación de políticas de juventud en Chile tanto a nivel nacional como local ha dejado a la voluntad de las administraciones municipales la generación de políticas locales de juventud. Es decir, la oferta pública nacional en materias de juventud no considera el espacio local de las OMJ en dicha oferta, reduciéndolas solo a ejecutoras de programas y eventos.
En definitiva, el INJUV no elabora políticas nacionales para jóvenes, sino que lo hace sectorialmente, estableciendo estereotipos de jóvenes. Se reconoce eso sí que con la institucionalidad que posee el INJUV es complejo hacer políticas públicas. Por su parte, desde el INJUV se planteó en el Conversatorio que en este nuevo período se buscan hacer cosas distintas a las que se venían haciendo en los últimos 20 años. Se destaca, por ejemplo, la construcción de opinión respecto de temas que afectan los derechos juveniles, como el aborto, la diversidad sexual o el consumo de cannabis, hecho que efectivamente marca una diferencia con las administraciones anteriores de jóvenes.
Además, se planteó la generación de un espacio participativo, la “Agenda Joven”, en donde a través de desayunos con organizaciones sociales se elabora un instrumento participativo virtual para que los jóvenes opinen sobre los quehaceres de la política juvenil. Además, adelantó que se busca poner al INJUV al nivel de una “Subsecretaría de Juventud”. El panel terminó con un interesante debate entre el público asistente, el CIDPA y el INJUV, en donde concluimos que sigue habiendo una ausencia de un discurso juvenil desde la institucionalidad pública, que fomente la exigibilidad de derechos en los jóvenes, aumente las demandas, y que avance en instrumentos participativos y programas serios.
En las experiencias desde lo local, expusieron las oficinas municipales de la juventud de Peñalolén, Recoleta y Santiago. Se compartió el discurso de fomentar la participación y asociatividad juvenil, posicionando a estos espacios institucionales no como representantes de los jóvenes sino más bien como articuladores de diferentes iniciativas juveniles que potencien la organización. Y reconociendo también como desafío a trabajar la generación de acciones que lleguen a la juventud no organizada en general.
En este panel se reforzó bastante la idea de acercar la política local al espacio juvenil, es decir, a la calle. Una de las principales demandas juveniles tiene que ser la ampliación del espacio público hacia los jóvenes. No solamente con más áreas de recreación, sino también con espacios organizativos que fortalezcan la autonomía y asociatividad juvenil. En ese sentido, se reconoció la institucionalidad como una herramienta para conseguir más espacios para los jóvenes. Incluso se planteó que la iniciativa de que el INJUV suba de “nivel” hacia una Subsecretaría o Ministerio permitiría que los jóvenes acudan a un espacio político institucional más serio de lo que hay ahora. Lo central desde estas organizaciones juveniles es que buscan hacer de los jóvenes (más allá de la institucionalidad como un tema complejo a tratar) sujetos protagónicos de las transformaciones sociales.
Al participar, los jóvenes plantearon que, en los hechos, desde que llegó la democracia “no se ha hecho nada importante en términos de políticas públicas para la juventud”. De ahí quedó plasmado el desafío de bregar por apoyos e iniciativas a favor de políticas juveniles, a nivel local, regional y nacional.
Los organizadores de ICAL plantearon que “desde el mundo juvenil popular también existen experiencias de articulación desde fuera de lo institucional que buscan consolidar prácticas y discursos que representen reales necesidades de los jóvenes y no solo aquellas que la institucionalidad determina”.-

FUENTE : ICAL