El Metro de Santiago volvió a tener un alza en su valor, afectando el bolsillo de cientos de miles de personas. Ahora se echó la culpa, en parte, a que habrá una tarifa más barata para Adultos Mayores, de 210 pesos. La empresa, según se indicó, en definitiva traspasará ese costo a los usuarios, por eso el alza. Así también, se dijo que el mayor valor del pasaje será para cubrir gastos operacionales.
Esto desató el rechazo de la población y una ola de reclamos, ya que el pasaje del Metro será uno de los más caros de América Latina, persistiendo deficiencias señaladas por los pasajeros, junto a la continuidad de incidentes, como la alta emanación de humo que hubo hace unas semanas en un vagón, dejando atrapados a usuarios, sin que funcionaran medidas de emergencia como abrir las puertas del tren subterráneo.
A eso se agrega que el Transantiago siguen siendo uno de los servicios de transporte público más caros de Latinoamérica, con una seguidilla de deficiencias que, pese a anuncios oficiales y de empresarios, lo mantiene como un servicio cuestionado por la población e ineficiente.
A partir de las 18:00 horas de este lunes 15 de febrero, el pasaje del Metro costará 740 pesos. Ese precio se mantendrá entre las 07:00 a 08:59 y de 18:00 a 19:59 horas.
Dicha medida se materializó por la extensión del beneficio de la Tercera Edad, cuyo pasaje será de 210 pesos en todo horario del transporte subterráneo, según informó el Ministerio de Transporte. En un comunicado, se mencionó que el alza “se explica en el costo de la extensión del beneficio para la tercera edad, como también en el aumento de los costos de operación y mantenimiento, principalmente en horario punta”.
Una de las primeras reacciones se produjo a través de redes sociales, sobre todo criticando el alza del pasaje y llamando a frenar “estos abusos del Metro”. También se llamó a través de Facebook y Twitter, a evadir el pago del pasaje en las estaciones del Metro. Al cierre de esta nota se hablaba de unas 3 mil personas que se congregarían en las estaciones Tobalaba, Baquedano y Los Héroes, para materializar la evasión. Ante eso, autoridades del tren subterráneo capitalino tomarían medidas represivas e incluso recurrirían a Carabineros, lo que podría elevar el descontento ciudadano. El Metro de Santiago anunció que tomaría todos los reparos para evitar este “boicot masivo” y reforzaría todo su sistema de seguridad.
Para el ingeniero en tránsito y experto en transporte, Jaime Bravo, este nuevo precio no significará una mejora del sistema. Sostuvo que “todas las alzas me parece que son parte de lo que Chile vive. Chile es un país metalizado, donde si usted no tiene dinero no existe. Entonces, cuando todo se traduce en gravámenes, en sanciones, donde para arreglar algo se piensa en infraccionar a la gente, estamos en un problema de gestión realmente tremendo y eso se ve no sólo en el sistema de transporte, sino que en la accidentabilidad, en el comportamiento social de las personas, etc.”.
“Acá se ha hecho una gran inversión del Estado, pero si eso no llega a destino o no se reinvierte de la manera adecuada no se nota. Y eso obedece a que tenemos contratos que no benefician al usuario y tenemos un efecto de este subsidio no se ha visto reflejado en la modernidad y en la facilidad, ni en la gentileza que tiene el transporte hacia a los chilenos”, señaló el experto.
Chile es el segundo país en la región latinoamericana con los valores más caros en el transporte público después de Brasil, sin embargo, el alto costo no se condice con la calidad del servicio que ha empeorado significativamente la calidad de vida de sus usuarios.
Jaime Bravo, sobre la relación precio/calidad, indica que “la calidad de vida en Chile cada día es peor, si lo comparamos, por ejemplo, con Colombia, tenemos un fiel reflejo de que algo está muy mal en Chile. El valor del transporte en Chile triplica al de México, Ecuador y Argentina y estamos muy fuera del foco de lo que hay que mejorar. Se necesita un transporte público rápido, lineal, sin trasbordos y barato, esto hasta hoy no se ha cumplido”.
Además, agregó sobre la evasión que “siempre ha existido en Chile, antiguamente los micreros subsidiaban eso, a nivel poblacional los usuarios negociaban en cuanto ellos pudieran pagar de pasaje. Hoy el sistema es automatizado por lo que simplemente no se paga y como no se ocuparon del problema en un principio se hizo un habito y el tener una tarifa tan alta como la que tenemos empeora este tipo de gastos”.
fuente : el siglo
