La reunión entre el presidente de la Corte Suprema ,
Enrique Urrutia Manzano y otros ministros, con miembros de la Junta de Gobierno, liderados
por Augusto Pinochet, tenía como eje principal la petición de los jueces para
que mejoraran sus pensiones. En medio de las negociaciones, los magistrados
manifestaban abiertas muestras de apoyo y lealtad hacia “nuestra Junta de
Gobierno”. Recalcando el trabajo codo a codo y la necesidad de solucionar
problemas “amistosamente, para que las cosas no trasciendan afuera”.
Casi 40 años después, fragmentos de lo discutido en dicha cita, recogida en el acta secreta 165ª, dan cuenta de la cercanía y connivencia que se gestó entre el Poder Judicial y el Gobierno Militar, en medio de la petición de mayores asignaciones y jubilaciones por parte de los jueces.
Junto a Urrutia Manzano, asistieron a la reunión sus sucesores a la cabeza de
Famosa se hizo la frase de Israel Bórquez: “Los desaparecidos me tienen curco”. Mientras que el discurso de apertura del año judicial de 1975 de Urrutia Manzano, quien tras el Golpe se adelantó a investir al general Pinochet con la banda presidencial, en una clara muestra de respaldo a la dictadura negó tajantemente la existencia de detenidos desaparecidos o de de torturas y “otras atrocidades”.
En tanto, el ministro Eyzaguirre había aceptado gustosamente sumarse a una gira gubernamental por Europa en 1974, junto al presidente del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán y el abogado Julio Durán, cuyo fin era explicar las razones y fundamentos del Golpe.
El tema principal del encuentro secreto esa tarde de octubre a la que asistieron estos magistrados, se refería a la situación previsional del Poder Judicial. Específicamente la necesidad, según señalaban los magistrados presentes, de impulsar un proyecto pendiente que favorecía los montepíos de las viudas de Ministros y las jubilaciones de los mismos con motivo del 35% de asignación profesional.
Al respecto, Eyzaguirre señalaba que
Urrutia Manzano agregaba que “ustedes tienen un testigo presencial
a quien pueden interrogar acerca de esto: el Auditor General de Guerra, que una
vez a la semana está precisamente en la primera sala, en la Sala mía, trabajando con
nosotros. Él ha visto cuántas veces la Corte Suprema ha sorteado riesgos para evitar que
se deslice un comentario en el exterior (del país) que pudiera perjudicar a
nuestra Junta de Gobierno, pues eso la Corte Suprema no lo acepta, y hemos buscado con
él la manera armoniosa de salir del tranco para que no salga a la publicidad
algún error que ha podido cometer algún fiscal”.
Lo que era secundado por Urrutia Manzano, que exponía
ante los militares que “como les expresó el ministro Eyzaguirre, nosotros
comprendemos la situación en que está Pero es una intervención del ministro Eyzaguirre la que grafica especialmente la extrema cercanía y colaboración entre ambos poderes, y da cuenta de los esfuerzos de los jueces por trabajar favoreciendo a los militares, evitándoles problemas en el exterior y con la prensa.
“El Poder Judicial ha sido maltratado desde hace muchísimo tiempo por una razón muy sencilla: porque siempre fue tremendamente legalista; porque impuso el cumplimiento de
El magistrado agregaba quena vez a la semana está precisamente en la primera sala, e “ustedes tienen un testigo presencial a quien pueden interrogar acerca de esto: el Auditor General de Guerra, que un
Por su parte, Urrutia Manzano recalcaba que “eso le está probando a usted que si hemos venido aquí es porque estamos en situación desesperada”.
Los arrumacos también venían del otro lado. Pinochet en persona le respondía al magistrado, que “el mismo cariño que usted me expresaba en días pasados es el que tenemos nosotros por ustedes”.
LOS RECURSOS DE AMPARO
Entre septiembre de 1973 y diciembre de 1983 los tribunales
chilenos acogieron apenas 10 de los 5.400 recursos de amparo presentados a
favor de personas detenidas ilegalmente por orden de las autoridades del
Gobierno Militar.Según un Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Chile de
La situación de los recursos de amparo fue tratada tangencialmente en el secreto encuentro de fines de 1974 entre magistrados y militares.
Al finalizar el extenso diálogo sobre las pensiones, Urrutia Manzano desliza el tema:
“Tomándome la libertad, solo deseo agregar algo completamente al margen de esto. Tenemos problemas: los famosos informes de los Ministerios en los recursos de amparo. Tengo 300 informes pendientes. A petición de
La respuesta de Pinochet fue escueta: “Hay problemas por gente que se traslada afuera. Además, por ejemplo, ayer una señora estaba buscando a una persona, pero había entregado otro nombre. Me voy a preocupar de este asunto”.
FUENTE :ARCHIVO DE LA DICTADURA
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