El encuentro sostenido entre el doctor en sociología, Ricardo Antunes, tuvo una amplia convocatoria por parte de estudiantes y trabajadores, generando una discusión en torno a las contradicciones del actual modelo económico, la necesidad de consciencia de pertenencia a la clase trabajadora y los desafíos que enfrentan los sindicatos a nivel global.
La jornada inició con una reflexión por parte del profesor Antunes respecto de los 40 años del golpe de estado, y de qué manera la crisis estructural profunda del sistema de capital de 1973, volvió central la precarización del trabajo. “La financiarización, intensificación, explotación del trabajo a un límite pasa a ser un trazo constitutivo de los países capitalistas. Más o menos intensa en función de la capacidad de resistir e intensificar el proyecto.”
Lo que a juicio del sociólogo laboral ha generado una nueva morfología del trabajo. Lo que puede ser visto a juicio de Antunes en el valor de las marcas comerciales. “Marx decía: no importa si el trabajo es material o inmaterial, lo que importa es que genere valor. Entonces, actualmente no se compra por la calidad, sino que por lo imaginario, lo que simboliza.”
Los sindicatos del siglo XXI
Esta nueva morfología que se mueve a escala global, a juicio de Antunes, requiere de una consecuente nueva mirada desde los sindicatos por lo que los llamó a pensar qué modo de vida quieren vivir.
“Los sindicatos están en una encrucijada, muchos de los sindicalismos de masas se institucionalizaron y abandonaron la base. ¿Cómo serán ahora entonces? Horizontales, de clase, comprendiendo la nueva morfología del trabajo y preguntándose cuales son los elementos que deben recuperar para volver. Esto no puede ser contestado sin saber qué sociedad queremos construir. Tenemos que pensar qué modo de vida queremos, puede ser un socialismo, pero que sea del siglo XIX.”, enfatizó el cientista social brasilero.
En esta misma línea, el profesor subrayó a lo largo de su exposición la importancia del sentido de pertenencia a la clase trabajadora como necesario para contrarrestar el proceso de precarización laboral. “Nació un ideario del liberalismo brutal, ya no se llaman trabajadores, sino que colaboradores. ¿Colaborador de qué? En el 2012 hubo muchas huelgas en Brasil cuyo principal motivo fue participación en las ganancias de los grupos de las empresas. Lo que significa que quieren que las empresas tengan ganancias para ellos ganar más. ¿Es para ganar derechos? No, es para más salario. Este conjunto de cambios no eliminó la clase trabajadora, trajo consecuencias profundas. Hay una nueva clase trabajadora.
Está nueva morfología significa nuevas luchas. Debemos rescatar el sentido de pertenencia de clase, quienes trabajan no se reconocen como trabajadores. Debemos recuperar un sindicalismo de clase en el contexto del siglo XIX porque ya no es lo mismo. Esto es importantísimo pues el proceso de precarización depende de la capacidad de resistencia de la clase trabajadora.”
Además, Antunes abordó la feminización laboral, los movimientos de desempleados en Portugal, Italia y España, la precarización laboral de inmigrantes, a modo de contextualización de la precarización no como un fenómeno aislado, sino más bien global.
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FUENTE : ICAL
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