CHILE

CHILE

jueves, 21 de noviembre de 2013

PC : CLAVES POLITÍCAS DE SU TRIUNFO ELECTORAL

Seis diputados, cinco de los cuales fueron electos con primera mayoría en sus respectivos distritos, 283.035 votos que ilustran el 4,6% de las preferencias a nivel nacional, son las alegres c...uentas electorales que saca el Partido Comunista de Chile. La Bancada PC dobló su representación parlamentaria de la mano de tres diputados reelectos, como muestra de una alta aprobación a sus gestiones, dos dirigentes estudiantiles que contaron con algunas de las votaciones más altas a nivel nacional y un doblaje en Coquimbo.

La nueva bancada estará integrada por el presidente del PC, Guillermo Teillier quien alcanzó el 41,03% en el distrito 28; el Secretario General y también diputado reelecto, Lautaro Carmona, quien obtuvo un 41,80% y “arrastró” a su compañera de lista, la independiente Daniela Ciccardini, y el abogado de Derechos Humanos Hugo Gutiérrez con un 28,82%. A ellos se sumarán la ex Presidenta de la FECH, Camila Vallejo, quien obtuvo una amplia mayoría distrital de 43,77% en La Florida; la Secretaria General de las Juventudes Comunistas, Karol Cariola, con un 38,47% de las preferencias en el distrito 19 y Daniel Núñez quien obtuvo 13,36% en el Distrito 8 y en conjunto a Matías Walker (DC) logró doblar a la derecha.

Más allá de las alegres cifras para los comunistas, parece que el análisis político supera el electoral después de la exitosa jornada del 17 de noviembre. La nueva bancada no sólo dobló su representación parlamentaria, sino que con ello podrá asumir con más fuerza el imperativo ético planteado desde su sector: el compromiso por llevar a cabo las propuestas de transformaciones profundas que incorpora el programa de la Nueva Mayoría.

“Estamos confiados, seguiremos siendo un actor que va a influir en Chile y sobre todo en el cumplimiento del programa que hemos ayudado a construir y sobre el que tenemos grandes esperanzas”, dijo el presidente del PC, Guillermo Teillier, justo antes de emitir su voto en San Miguel. Efectivamente, si hubo algo que demostró el PC en una jornada casi redonda para la colectividad, es que continuará influyendo decididamente en la política chilena.

Se podría decir que fue casi redonda, porque se perdieron dirigentes emblemáticos como el líder sindical de los subcontratistas del Cobre, Cristian Cuevas Zambrano, que con 21,11% no alcanzó a doblar a la derecha con su compañero de lista, el radical Marcos Andrés Espinosa. Tampoco obtuvieron un escaño la reconocida dirigente del mundo de los Derechos Humanos y Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro y el histórico cantautor popular, Jorgue Coulón, quien obtuvo una buena votación en Valparaíso pero no consiguió ser electo.

Como sea, el PC saca cuentas alegres y eso es claro. El balotaje que podría calificarse de casi redondo, resulta ser más bien una jornada histórica. No sólo por el claro triunfo que implica doblar una bancada parlamentaria, sino por la responsabilidad histórica de profundizar la institucionalidad de la democracia en Chile.

Si se hace un poco de historia, la última vez que el PC tuvo una representación parlamentaria por sobre los cinco diputados, fue tras las emblemáticas elecciones de marzo de 1973, cuando alcanzó su máxima votación que correspondió a un 16% del electorado, obteniendo siete senadores y 26 diputados. Para entonces, el balotaje era interpretado como un triunfo electoral y político, en medio de la urgencia por defender las transformaciones profundas que defendía el proyecto de la Unidad Popular, liderado por Salvador Allende Gossens.

Como es conocido, sólo seis meses después, la propuesta de la UP fue interrumpida de bruces por el sangriento Golpe de Estado de 1973. Se iniciaría entonces, una larga historia de luchas sociales atravesadas por la persecución política y la instalación forzosa del neoliberalismo preconizado en la receta del Consenso de Washington para América Latina.

No bastaría el fin de la dictadura en 1989 para acabar con la exención de los comunistas. Tendrían que pasar veinte años para que el PC pudiera romper la exclusión provocada por el sistema electoral binominal acuñado en la Constitución dictatorial de 1980 y alcanzar representación parlamentaria.

En 2009, Guillermo Teillier, Lautaro Carmona y Hugo Gutiérrez serían los primeros en integrar la Bancada Comunista post dictadura y se plantearon representar la esperanza de miles que auguraban la posibilidad de reformas que democratizaran Chile. Comenzaron la disputa por romper la hegemonía política en un Parlamento –que aunque ya no contaba con congresistas designados- era esencialmente conservador y torpedeaba la posibilidad de realizar transformaciones mínimas para mejorar la democracia.

Cuatro años después Chile parece haber cambiado. Son cada vez menos quienes se atreven a defender el paradigma neoliberal y su consecuente sobre valoración a la libertad personal y el rechazo a valores colectivos superiores como la solidaridad, la justicia social y la igualdad, cuestión que por tanto tiempo puso en entredicho la cohesión social en nuestro país.

Hoy, y especialmente después del último periodo de movilizaciones sociales, parece quedar cada vez más claro que el “ser libres” en lo individual limita a ser profundamente atomizados en lo público e impide ejercer íntegramente derechos que le pertenecen a la ciudadanía. Por ello, resulta un cambio de matriz trascendente que quienes hayan defendido históricamente los ejes centrales de las transformaciones propuestas en el programa de la Nueva Mayoría, sean quienes puedan arrojar un éxito electoral contundente después de las elecciones parlamentarias.

Tal y como han comentado algunos dirigentes nacionales del PC, el que los comunistas adquieran mayor representación parlamentaria implica el avance de posiciones que la ciudadanía toda ha exigido en las calles y que no está dispuesta a tranzar. Ése es probablemente el sentido más victorioso de la jornada de ayer y el que le entrega un carácter de victoria histórica. Aunque los procesos políticos son diferentes, una vez más por sobre el triunfo electoral es necesario observar la victoria política de ayer.

Se abre la posibilidad histórica de que el PC como sector, tanto al interior de la Nueva Mayoría –en caso de que defina incorporarse al Gobierno de Michelle Bachelet si ésta triunfa- como en el Parlamento, logre tensionar el debate político y cumplir con las propuestas transformadores que han exigido buena parte de los chilenos, incluidos los integrantes de la bancada comunista recién electa, parte integrante de los movimientos sociales que han copado las calles los últimos años. Reforma educacional, reforma tributaria, Cambio a la Constitución y las reformas laborales, serán los ejes que la representación parlamentaria deberá defender e instalar en el debate político para conseguir que los sectores progresistas -incluido el movimiento social en ellas- aúnen sus voluntades y consigan profundizar la democracia chilena.

FUENTE : DIARIO RED DIGITAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario