El gobierno reconoció este lunes que en torno a la actual ley de pesca existe un cuestionamiento y un “severo reproche”, razón por la cual creará una mesa de trabajo para modificar el actual cuerpo legal. Desde el PC valoraron la iniciativa.
El último comité político -antes del receso legislativo- se llevó a cabo en medio de diferencias en la Nueva Mayoría por la posible anulación de la ley de pesca.
El tema fue abordado en la tradicional cita que realiza el oficialismo los días lunes en el Palacio de la Moneda. Al finalizar el encuentro, el ministro vocero de gobierno, Marcelo Díaz anunció la creación de una mesa de trabajo para modificar la cuestionada legislación, instancia que será constituida durante esta semana y será presidida por el titular de Economía Luis Felipe Céspedes.
La noticia fue valorada por el presidente del Partido Comunista, diputado Guillermo Teillier, quien subrayó que desde el Ejecutivo se atienda a la necesidad de modificar la actual legislación, por vicios en su aprobación.
“Me parece a mí que lo que se ha consensuado más en el comité político es que es una ley que no responde a las necesidades del país, ni de los pescadores, ni de la industria pesquera, entonces hay que hacerle cambios y yo creo que esa conclusión la tiene el gobierno y la tenemos por lo menos nosotros y por eso es que hemos estado de acuerdo con la propuesta del gobierno de iniciar el trabajo de una mesa”.
Además el parlamentario manifestó que si hubiera existido con anterioridad esta iniciativa por parte del gobierno, probablemente no se habría presentado el proyecto de nulidad.
Por su parte la senadora y presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende enfatizó en la necesidad de cambiar la actual ley de pesca, la cual a su juicio, debe ser derogada.
“Mi posición es que debería derogarse y eso significa que uno puede hacer otra ley que cambie esta ley (…) estamos reconociendo todos que si bien el parlamento, a mi modo de ver, no tiene facultades para anular una ley, sí me parece importante reconocer que aquí se está diciendo, lo que compartimos, que aquí hay cuestionamientos a la legitimidad de la ley, evidentemente”.
LLAMADO A PROPORCIONAR EL DEBATE
La posible nulidad de la ley de pesca agregó un nuevo foco de tensión al interior de la coalición de gobierno: Los dichos del timonel de la Falange, Jorge Pizarro quien aseguró que el Partido Comunista es un partido sectario y al cual le hace falta renovarse mucho. Además, Pizarro cuestionó la presentación del proyecto de nulidad de la “ley Longueira”, el cual catalogó como una “bomba de racimo” que a su juicio, dividió a la Nueva Mayoría.
Ante estas declaraciones el presidente del Partido Comunista lamentó la forma en que fueron expresadas dichas críticas.
“No tenía derecho a hacer un rosario de descalificaciones, él podría haber conversado conmigo sobre el tema de la nulidad, y yo le habría respondido sin problema, podría haberme hecho todas las críticas y yo no me iba a enojar por eso”. Indicó Teillier
Además el legislador apuntó a las divergencias al interior de la Falange, lo que a su juicio, no guarda relación con la situación de la Nueva Mayoría.
“En el tema de la nulidad los que más insistieron con que había que aprobar la admisibilidad, eran diputados de la Democracia Cristiana, entonces yo no veo que el problema sea de la Nueva Mayoría, a lo mejor hay un problema en el partido democratacristiano, pero eso tienen que verlo ellos”.
Por su parte el secretario general de la colectividad, Lautaro Carmona, realizó un llamado a cumplir con los compromisos adquiridos y a ser más cautos con este tipo de declaraciones.
“Creo que hay que proporcionar el debate, hay que hacerlo pensando en lo que son los compromisos con Chile, ese es mi llamado, y los compromisos con Chile como no pueden ser a interpretación antojadiza de cada uno deben resolverse por la vía de cuáles son los compromisos programáticos que hizo la presidenta.
Además el diputado por la región de Atacama, refutó la afirmación sobre el “sectarismo” del PC, señalando que “no es rigurosa con los hechos reales y que demuestra una suerte de descalificación que no es contribuyente al buen diálogo”.
fuente : el siglo
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