CHILE

CHILE

jueves, 10 de marzo de 2016

LAS MUJERES CHILENAS Y SUS DESAFÍOS



No se trata de una excepcionalidad, ni de una concesión, ni mucho menos de un tema circunscrito a un debate político parcial. Se trata de un tema de derechos, de justicia, de dignidad, de igualdad y de equidad.
 En Chile aún falta para consagrar los derechos de las mujeres, de todas. Hay todavía un trecho largo que recorrer en materia de equidad de género. 
Ello debe ser un pilar constitutivo de una sociedad con justicia y equidad, de un país realmente democrático, de oportunidades y participativo. 
No se trata de una excepcionalidad, ni de una concesión, ni mucho menos de un tema circunscrito a un debate político parcial. Se trata de un tema de derechos, de justicia, de dignidad, de igualdad y de equidad.
Avanzar en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres significa lograr objetivos profundos y concretos en materia legislativa, laboral, educacional, cultural, política y de derechos reproductivos. En ese marco, será fundamental lo que una nueva Constitución consagre respecto al sector femenino de la sociedad.
El país -mujeres y hombres, jóvenes y adultos-, debe intensificar esfuerzos y luchas en favor de los derechos y oportunidades de las mujeres. 
En ello cobra cardinal importancia las condiciones de las trabajadoras, que cada día cumplen un rol más determinante para el desarrollo del país, que no se condice con la realidad que viven en el plano laboral y salarial. 
En estos años se dieron pasos importantes. Se consagró una representación femenina mínima en las candidaturas al Parlamento, se consiguieron mejoras en las condiciones laborales, se presentó el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, se avanzó en la protección de mujeres víctimas de la violencia, se instalaron reflexiones y debates sobre los derechos femeninos, se aprobó la creación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, se visibilizaron aún más las realidades y problemas de las mujeres.
Todo eso no se puede opacar o desconocer, sin dejar de reconocer que aún persisten déficit y desafíos enormes para lograr pleno y amplio cumplimiento de derechos y oportunidades.
No se puede dejar de reconocer y admirar luchas históricas de las chilenas por la independencia, por la defensa de los pueblos originarios, por el desarrollo democrático del país, en contra de las dictaduras y gobiernos corruptos, por los derechos humanos, en contra de la discriminación y el autoritarismo, por el acceso a la educación y la salud, por una mayor participación y representatividad política, por derechos laborales, por derechos sexuales y reproductivos, por la defensa del medio ambiente, por viviendas dignas y salarios equitativos.
Las mujeres continúan cumpliendo un papel trascendental en el sector público, en el ámbito académico y científico, en la cultura y el deporte, en tareas de Estado, en el rubro empresarial y de emprendimiento, y avanzan en la promoción de un sentido equitativo en el cuidado de las hijas y los hijos, con un pensamiento progresista y maduro del concepto de familia. 
Las mujeres gravitan en la lucha por las reformas, por una democracia de mayor calidad, por la justicia social y la equidad económica. 
Es constructivo y fundamental que se pueda afirmar hoy que las luchas de las mujeres chilenas no están estancadas. Continúan con perseverancia. Este año se materializarán logros y los avances tendrán que seguir llegando. 
Las chilenas, en cada rincón, en cada familia, en cada centro de trabajo, en cada escuela, en cada lugar que estén presentes, tienen que ser protagonistas de la defensa y promoción de sus derechos, tienen que estar en la primera línea de luchar contra la violencia y la discriminación, tienen que exigir consecuencia y coherencia, y tienen  que ser parte de las lucha sociales, sindicales, estudiantiles, políticas e indígenas para que Chile avance hacia una sociedad más justa y democrática. 
fuente : el siglo

No hay comentarios:

Publicar un comentario