CHILE

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jueves, 6 de agosto de 2015

EL DOCUMENTO CLAVE DEL CÓNCLAVE

El siguiente es el texto completo de las conclusiones del cónclave realizado entre el gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría.
La Nueva Mayoría, unida con Bachelet y los Cambios por Chile.
El Cónclave de la Nueva Mayoría es un hito de la mayor relevancia en el avance del Gobierno de la Presidenta Bachelet. Es expresión de su liderazgo y un acto de construcción colectiva para continuar el proceso de transformaciones que el país necesita y que la ciudadanía mayoritariamente hizo suyo.
Es también un momento de reflexión realista para darle más eficacia a nuestra acción en un escenario de restricciones económicas, de baja confianza en la política y de complejidades en la gestión. Este escenario es desafiante, sin duda, pero es también un momento de oportunidades para afianzar la marcha de Chile hacia más igualdad, más cohesión y mejores oportunidades y desarrollo.
es también un momento de reconocimiento de lo que somos, de nuestra identidad histórica.Representamos a los demócratas progresistas que han impulsado los cambios sociales, políticos y económicos orientados a una mayor libertad, igualdad y justicia social, a la generación de condiciones de desarrollo que brinden a los chilenos la oportunidad de desplegar sus capacidades. Nos sentimos orgullosos de esa historia. 
Desde el retorno de la democracia hemos liderado procesos exitosos y hemos cambiado el rostro de Chile. Y es a partir de los avances logrados que reconocemos nuestros desafíos pendientes. El principal de ellos es terminar con la pobreza y superar la profunda y persistente desigualdad. El imperativo ético que surge de este propósito nos inspira a seguir adelante, para avanzar con decisión en este Gobierno tras el liderazgo de la Presidenta Bachelet y para proyectar a la Nueva Mayoría en el camino de transformaciones que nos demanda Chile.
Después de casi un año y medio de Gobierno y con nuevos desafíos a la vista, es un momento para revisar lo hecho y rectificar lo necesario. Fue la ciudadanía la que nos exigió este proceso de cambios, y debemos escuchar a los chilenos, reconocerles su derecho de escrutinio y fiscalización permanente, porque nos debemos a ellos.
Han sido meses de logros en muchos aspectos, porque hemos avanzado con reformas en favor de la equidad, el desarrollo y la democracia. Aprobamos la Ley de inclusión en Educación y la Reforma Tributaria; terminamos con el Binominal y aprobamos el voto de los chilenos en el extranjero; estamos enfrentando los desafíos energéticos del país; y tenemos en marcha una agenda histórica de transparencia, entre otras muchas iniciativas. Son logros trascendentes, que el país demandó y sigue exigiendo. 
Pero también hemos tenido dificultades para avanzar bien. Las ciudadanas y ciudadanos esperan de nosotros que estemos a la altura de la confianza que nos han dado, y que las enfrentemos y superemos. 
Este es nuestro desafío hoy, hacer que la historia de progresos del país siga avanzando. Y eso demanda el esfuerzo de todos para reconstruir las confianzas. 
Debemos dar un nuevo impulso al Gobierno, para que sea más eficaz en sus reformas y más ciudadano. Esto requiere reconocer, como lo ha hecho la Presidenta, las dificultades que hemos enfrentado en este periodo.
La primera es que muchos compatriotas experimentan, razonablemente, incertidumbres con los cambios. Y ello impacta en su apoyo a las reformas. 
Otra dificultad proviene de una desaceleración económica que se ha mostrado más larga y compleja de lo que previmos. Ello limita los recursos fiscales disponibles, lo que nos impone responsabilidad en el gasto y mayores incentivos para reactivar la economía. A la vez nos obliga a reforzar nuestro foco en la protección de los ciudadanos, especialmente los más vulnerables y la clase media. Y especialmente, nos obliga a proteger el empleo y mejorar su calidad.
Hemos enfrentado también dificultades para gestionar bien y a tiempo algunos aspectos de las reformas. La situación nos pide ser rigurosos en la programación y calendarización de nuestros objetivos de política pública. 
Y por último, nuestra ciudadanía se ha distanciado de la actividad política y su desconfianza se ha acentuado por los casos que hoy investiga el Ministerio Público.
Enfrentar estos desafíos con el liderazgo y conducción de la Presidenta es nuestra primera responsabilidad, para darle un renovado impulso y unidad política a nuestra tarea de avanzar en un desarrollo equitativo e inclusivo para todos y todas. Pero para ello, debemos además reforzar un sentido de autoexigencia mayor, acorde con la dimensión de estos desafíos. 
Y tenemos un rumbo claro que orienta nuestra acción: los compromisos de Gobierno que hemos hecho al país.  La Presidenta lo ha ratificado: no vamos a renunciar al horizonte de los cambios comprometidos.Pero, a su vez, el país nos exige realismo y liderazgo para hacernos cargo del nuevo escenario. 
Ello significa encontrar un adecuado equilibrio entre coherencia política con las tareas comprometidas y responsabilidad frente al momento del país. Ese equilibrio es indispensable para darle legitimidad social a las transformaciones emprendidas, y para sostener la marcha efectiva de los cambios. Pero también, para situar estas reformas en un horizonte de tiempo realista, que en algunos casos, trascenderán el actual mandato. 
Destacamos en este sentido, los siguientes aspectos sustantivos de las decisiones que hoy a anunciado la Presidenta Bachelet:
En primer lugar, celebramos la reafirmación de la reforma educacional como una prioridad del Gobierno. El ajuste de la cobertura de gratuidad para la educación superior a un 50%, pero a favor de una ampliación del universo de instituciones favorecidas, va en una dirección correcta, porque incorpora a universidades privadas que cumplan condiciones de acreditación, de no estar vinculadas a sociedades comerciales y que muestrenuna integración de todos los estamentos en las instancias colegiadas del gobierno institucional.Y se reafirma también la inclusión de los Institutos Profesionales y los Centros de Formación Técnica. Pero lo más relevante es que se confirma el objetivo final de gratuidad universal y se fija un itinerario para llegar a él, de acuerdo a lo que defina la futura ley de Educación Superior.
Respecto de la carrera docente, la Presidenta anunció que se presentarán a la brevedad las indicaciones al proyecto de Desarrollo Profesional Docente y que se abrirá un espacio de amplio diálogo con el magisterio para concordar un mejor sistema de evaluación y una mejora de sus condiciones laborales.
Sobre la desmunicipalización, se ingresará el proyecto que crea el Servicio Nacional de Educación Pública. Se implementará de manera gradual, y las primeras comunas que intergren los Servicios Locales  de Educación serán aquellas con un desempeño más deficiente, según lo establezca la Agencia de Calidad de la Educación. El fortalecimiento de la Educación Pública debe además favorecer la retención e incremento de sus alumnos.
En Salud, el anuncio de que se concentrará la inversión de infraestructura en la construcción de 20 hospitales y la reasignación del presupuesto para la reducción de las listas de espera desde el segundo semestre, mediante un plan extraordinario que beneficiará a más de 19 mil personas, es una jerarquización que está en línea con las preocupaciones de la ciudadanía y que consideramos de la mayor relevancia.
Respecto de la Reforma Laboral,la Presidenta ha reafirmado los elementos esenciales de ésta, es decir, entregar titularidad del derecho de negociación colectiva al sindicato y la garantía al derecho a huelga de manera efectiva. Adicionalmente nos parece razonable la idea de que se deba prestar atención a las particularidades de las empresas de menor tamaño, protegiendo a las Pyme. Por otra parte, también es razonable la apertura a un debate sobre adaptabilidad laboral, que permita afrontar de mejor forma los cambiantes contextos económicos.
Sobre la Nueva Constitución, la Presidenta ha confirmado que en Septiembre se dará inicio al proceso constituyente. Valoramos su instrucción al Comité Político de acelerar el diálogo con los partidos y otros actores de la sociedad civil para que en Agosto se pueda arribar a una base de acuerdo, sobre los detalles del mecanismo. También es relevante el anuncio de que el proceso partirá con una fase de pedagogía cívica.
Una muy buena noticia es el anuncio de que, independientemente del estado de la economía, el Gobierno no disminuirá los beneficios del sistema de protección social a los sectores vulnerables y de clase media. Para ello, es fundamental desarrollar un instrumento eficaz para mejorar la focalización de las políticas públicas.
También, un aspecto fundamental de este nuevo impulso es recuperar un clima de inversión e impulsar medidas de reactivación económica. La Presidenta ha destacado los logros en materia energética, la decisión de avanzar an la agenda de productividad, innovación y crecimiento, seguir con el diálogo para simplificar la aplicación de la reforma tributaria sin poner en riesgo los objetivos recaudatorios, el fortalecimiento del Sernac y la materialización del Fondo de Infraestructura con el objetivo de ampliar la inversión.
Se ha enfatizado además en la relevancia e inédita profundidad de la agenda de probidad y transparencia, que permita revertir la crisis de confianza en las instituciones y fortalecer la democracia. Especial relevancia tiene el anuncio presidencial de que las próximas elecciones municipales se desplieguen en un nuevo marco jurídico, con mayor fiscalización sobre las campañas y con un nuevo sistema de financiamiento público. Pero también serán relevantes las nuevas normas que regulen los conflictos de intereses y el aumento de penas por delitos de corrupción y de cohecho. 
La Presidenta se ha hecho cargo también de la preocupación ciudadana por la seguridad, planteando tres ejes: enfrentar el vacío del sistema para responder a algunos delitos que no se resuelven con eficiencia; la mejora en la prevención de los delitos a las personas y sus bienes y el reforzamiento de un sistema  de persecución penal que aumente condenas y mejore el apoyo a las víctimas. También consideramos esencial una mejor política de rehabilitación.
Valoramos la declaración de la Presidenta de la necesidad de esclarecer los casos pendientes en materia de Derechos Humanos. Esta urgencia aparece nuevamente hoy a propósito de los últimos eventos conocidos, pero la demanda de verdad y justicia, es permanente y parte de nuestra identidad. Por ello, se seguirán impulsando los proyectos en esta materia que están en trámite en el Congreso y se pondrá suma urgencia al que crea la subsecretaría de Derechos Humanos.
Por último, la Presidenta ha anunciado que se avanzará en materia de descentralización: tanto la elección de Intendentes en 2017, como el inicio de un proceso gradual orientado a la transferencia de competencias.
El Gobierno ha definido una carta de navegación clara y concreta. Ahora es el momento de la acción. Por eso, respaldamos las definiciones que hoy ha presentado la Presidenta Bachelet, y nos comprometemos a impulsarlas, con unidad política y mucho trabajo.
Frente a estas tareas, y de cara a las mayores exigencias de la sociedad y al menor espacio fiscal, hay poco margen para los errores, los apresuramientos, las faltas de coordinación y las pugnas secundarias.Para ello, la unidad de propósitos y el trabajo coordinado de la Nueva Mayoría es un objetivo de primera importancia.
El compromiso de nuestra coalición con el liderazgo de la Presidenta Bachelet y el sentido histórico de la agenda de nuestro Gobierno debe ser nuestro renovado factor de cohesión. La diversidad debemos utilizarla como un activo que nos potencia y nos permite sintonizar con las mayorías del país. Debemos evitar que se convierta en una vía de desafección, falta de sentido de cuerpo o ausencia de responsabilidad colectiva. Porque nuestros desencuentros no nos afectan sólo a nosotros, también impactan negativamente en nuestro vínculo con la ciudadanía. Por eso debemos procesar nuestras diferencias de mejor manera para asegurar luego unidad en la acción.
Con este propósito, reforzaremos nuestros mecanismos de coordinación política. Construiremos juntos nuevas instancias que nos permitan tener un diálogo permanente y más eficiente. Especial relevancia tendrá reforzar el trabajo prelegislativo y la coordinación entre los partidos, los parlamentarios y el Gobierno, en el entendido de que debe ser una responsabilidad compartida que facilite el éxito de la agenda gubernamental.
Enfrentamos un gran tarea, exigente y desafiante. Es ahora cuando debemosasegurar que los cambios que el país requiere se hagan con convicción y responsabilidad. Comprometemos nuestra voluntad y nuestra unidad para alcanzar ese propósito.
Es una tarea de todos, TODOS POR CHILE!

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